La australopiteca Lucy caminaba erguida, pero era una pésima corredora
El 24 de noviembre de 1974, en las áridas tierras de la región de Afar, en Etiopía, un grupo de paleoantropólogos liderados por Donald Johanson e Yves Coppens descubrió algo que cambiaría para siempre nuestra comprensión de la evolución humana. Aquella histórica mañana, bajo el sol abrasador del este de África, Johanson y su equipo tamizaban tierra en busca de cualquier fragmento óseo que pudiera revelar pistas sobre nuestros ancestros. Fue entonces cuando Johanson, entre el asombro y la emoción, se detuvo frente a un pequeño fragmento de hueso que sobresalía del terreno. Casi de inmediato Johanson intuyó que había encontrado algo especial. Con cuidado, comenzó a excavar alrededor del fragmento, revelando poco a poco un codo con características sorprendentemente... Ver Más