Una familia de EE. UU. pone a la venta 1.000 árboles de Navidad para financiar la educación de sus nietos
En un esfuerzo por asegurar el futuro académico de sus nietos, la familia Carpenter ha decidido poner a la venta 1.000 árboles de Navidad cultivados durante una década en su granja, Bittersweet Farms. Este proyecto familiar no solo representa una inversión a largo plazo, sino también una fuente de esperanza para la próxima generación.
Ubicados en la zona rural de Indiana, Shawn y Bruce Carpenter iniciaron este ambicioso plan en 2013, cuando decidieron plantar 5.000 árboles de Navidad. Con el paso de los años, la familia ha enfrentado desafíos, pero su compromiso con el proyecto ha permanecido firme. Ahora, con árboles listos para la venta, se encuentran en una nueva etapa que podría transformar la vida de sus ocho nietos.
La granja, que abre sus puertas al público por primera vez esta temporada navideña, ofrece a los visitantes la opción de cortar su propio árbol o recibir asistencia de los Carpenter. Con precios competitivos y un enfoque familiar, Bittersweet Farms se posiciona como una alternativa atractiva en el mercado local.
Un proyecto con visión a largo plazo
La decisión de los Carpenter de plantar árboles de Navidad fue impulsada por la necesidad de financiar la educación de sus nietos. “Fue una inversión para ayudar a nuestros nietos a ir a la universidad”, comentó Shawn Carpenter. Aunque el crecimiento de los árboles implicaba un proceso largo y lleno de riesgos, la familia se mantuvo comprometida con su objetivo.
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A lo largo de la década, los Carpenter se encargaron de las labores básicas de mantenimiento, como la vigilancia de plagas y el corte del césped. A pesar de que muchos árboles no sobrevivieron, alrededor de 1.000 se mantuvieron fuertes y saludables, listos para ser vendidos en la temporada navideña.
Una apertura esperada
Con la llegada de la temporada navideña, Bittersweet Farms ha abierto sus puertas al público, ofreciendo una experiencia única para las familias que buscan un árbol de Navidad. Situada en Bittersweet Road, en Bean Blossom, Indiana, la granja recibe visitantes de lunes a sábado, de 10 a 17.30, cerrando los domingos.
Los clientes tienen la opción de cortar su propio árbol o recibir ayuda de Bruce y Shawn, quienes se encargan del corte y transporte. Un simple cartel junto a su buzón rural anuncia: “Bittersweet Farms corta y transporta árboles de Navidad para la venta”, marcando el inicio de una nueva etapa para la familia.
Precios competitivos en un mercado fluctuante
En un contexto de inflación y precios fluctuantes, los Carpenter han establecido una tarifa competitiva de USD 10 por pie de árbol, por debajo del promedio del mercado rural de USD 13 por pie. Este precio es considerablemente más económico que los precios urbanos, que pueden alcanzar hasta USD 100 por árbol.
Descontando gastos operativos e impuestos, estimados en un 20% del total, la familia espera obtener alrededor de USD 39.000 netos. Esta cifra permitirá que cada uno de sus ocho nietos reciba aproximadamente USD 4.875 para ayudar a cubrir sus costos universitarios.
Un inicio prometedor
El pasado sábado 30 de noviembre, en su primer día de ventas, la granja logró vender seis árboles, incluidos dos de los más grandes, adquiridos por un ejecutivo del Hospital Regional de Columbus para las navidades de 2024 y 2025. Este éxito inicial ha llenado de optimismo a los Carpenter, quienes esperan que más familias se acerquen en busca de árboles frescos y frondosos.
Con su proyecto, los Carpenter no solo buscan financiar la educación de sus nietos, sino también crear un legado familiar que perdure en el tiempo. La venta de árboles de Navidad se ha convertido en una tradición que une a la familia y a la comunidad, ofreciendo un símbolo de esperanza y prosperidad para el futuro.