Condenas de hasta 16 años de prisión para ocho personas por el asesinato del profesor francés Samuel Paty
Un terrorista yihadista asesinó en octubre de 2020 al profesor francés tras una campaña de odio en redes iniciada por un bulo sobre la libertad de expresión, blasfemia y discriminación
Este viernes, al término de siete semanas de juicio, un tribunal penal de París dictó sentencia contra las ocho personas implicadas en el asesinato del profesor Samuel Paty. Los ocho acusados que se han sentado en el banquillo han sido condenados a penas de entre 18 meses y 16 años de cárcel.
Una mentira, una campaña de odio en las redes sociales, el asesinato de un profesor de Geografía e Historia. El tribunal había examinado a lo largo de los últimos meses los engranajes de la maquinaria letal que se puso en marcha el 7 de octubre de 2020 y que llevó a la muerte de Samuel Paty el 16 de ese mismo mes.
Ausente el autor material de los hechos, Abdoullakh Anzorov, abatido por la policía en el lugar de los hechos, los debates han buscado determinar la responsabilidad penal de ocho personas que, de una forma u otra, pudieron contribuir a que el asesino pasara a la acción.
El 7 de octubre de 2020 una alumna de 13 años fue expulsada del colegio de Bois-d'Aulne, en la localidad francesa de Conflans-Sainte-Honorine, por “incivilidades” y por “ausencias” reiteradas. Una sanción que no tenía nada que ver con la clase impartida el día anterior por Samuel Paty, sobre la libertad de expresión, en la que se abordaba la cuestión de las caricaturas de Mahoma publicadas en el semanario Charlie Hebdo y a la que la alumna no había acudido.
Pero al llegar a casa dijo a sus padres que le habían expulsado por enfrentarse a su profesor, que supuestamente había pedido a los alumnos musulmanes que abandonaran el aula antes de mostrar imágenes del Profeta “desnudo”. Una versión de los hechos que su padre, Brahim Chnina, para el que la fiscalía pedía diez años de prisión, difundió ese día en varios mensajes en Facebook y en WhatsApp.
Chnina y Sefrioui han sido condenados a 13 y 15 años de prisión como autores de la “campaña de odio” que llevó al asesinato de Paty. Por su parte, los dos amigos del asesino han sido condenados a 16 años.
A la mañana siguiente del asesinato, Chnina y Abdelhakim Sefrioui, un activista con largo historial en cuestiones religiosas —“militante político”, se ha definido a sí mismo en el juicio—- acudieron al centro a hablar con la directora.
En su declaración, ésta relató al tribunal que aceptó recibirlos en su despacho para “calmar los ánimos”, pero que en el transcurso de una conversación, en la que “Abdelhakim Sefrioui llevó la voz cantante”, éste se mostró agresivo y acusó de “delincuente” a Samuel Paty. La directora intentó hacer entrar en razón a los dos hombres y “volver a centrar” el debate en lo que realmente se acusaba a la joven alumna.
Pero esa misma noche, Brahim Chnina publicó un vídeo sobre la polémica, seguido dos días después por otro de Abdelhakim Sefrioui. A partir de ahí el colegio empezó a recibir amenazas. La directora alertó a las autoridades y un coche de policía hizo guardia frente a la escuela durante unos días. El 13 de octubre, la directora del colegio acompañó a Samuel Paty a la comisaría para presentar una denuncia.
Tres días después, Paty fue asesinado. “El 16 de octubre de 2020 a las 16:54, en la persona de Samuel Paty, el terrorismo islamista golpeó la escuela, el corazón de nuestra República”, comienza el escrito de acusación presentado por los dos representantes de la Fiscalía Nacional Antiterrorista (PNAT).
“Samuel Paty no había elegido morir en defensa de principio alguno. Pero, a través de él, gran parte de lo que somos como sociedad se vio afectado”.
Tres bloques de acusados
En este juicio se analizaron tres “partes diferenciadas”, cada una con un grupo de acusados. En primer lugar los dos amigos de Anzorov, que prestaron asistencia material; en segundo el padre de la alumna y el “militante político” que iniciaron la campaña en línea; y, en el último, cuatro personas que alentaron en las redes sociales al asesino y celebraron sus acciones. Estos cuatro han sido condenados a entre 18 y cinco años.
La hija de Brahim Chnina fue juzgada y condenada por un tribunal de menores por un delito de acusación calumniosa en diciembre de 2023.
La investigación estableció que Anzorov vio varios de los vídeos de Chnina, aunque no se ha podido confirmar si llegó a visionar los de Sefrioui. La responsabilidad de estos dos hombres ha protagonizado buena parte de las audiencias. Brahim Chnina y Abdelhakim Sefrioui no se conocían antes del 7 de octubre de 2020. En los nueve días anteriores a la muerte del profesor, ambos mantuvieron unas cincuenta conversaciones telefónicas.
En su alegato final del lunes, la fiscalía pidió diez y doce años de prisión, respectivamente, para los dos hombres, a los que acusó de estar detrás de la “campaña de odio” contra Samuel Paty y que señaló al profesor como posible objetivo de un atentado. “No pedimos que se amplíe el delito de 'asociación ilícita' para que Chnina y Sefrioui entren en él, sino que se aplique el Derecho penal en su estado actual a una nueva situación”, subrayaron los fiscales en sus conclusiones.
La fiscalía intentó demostrar que la campaña contra el profesor fue “concertada”, que estaba motivada por la cuestión de la blasfemia -y no por una posible discriminación, como han defendido los dos acusados- y que “se dirigía contra el profesor de forma viral y violenta”.
Según los fiscales, Abdelhakim Sefrioui representa una ideología: el islam político. Con un discurso “subyacente” en los contenidos en los que llamaba a la violencia desempeñó un “papel central” en la muerte de Samuel Paty. Dos investigadores de la Subdirección Antiterrorista (SDAT) detallaron ante el tribunal un método de acción basado en “amenazas”, “manipulación” y “mediatización”.
Todo ello en un contexto de amenaza terrorista presente en Francia tras la republicación de las caricaturas de Mahoma por Charlie Hebdo el 1 de septiembre de 2020. De ahí que la pena requerida fuera superior a la del padre de la alumna.
Los dos amigos
Las penas más severas requeridas por los fiscales se centraban en la responsabilidad “logística” de dos amigos del terrorista, Naïm Boudaoud y Azim Epsirkhanov. Los dos jóvenes se enfrentaban inicialmente a cadena perpetua por “complicidad en asesinato terrorista”, aunque finalmente la fiscalía rebajo las peticiones a 14 y 16 años, respectivamente, por “asociación criminal terrorista”, una recalificación criticada por los abogados que representan a la familia Paty.
La diferencia entre estos delitos radica en el grado de conocimiento por parte de los acusados del atentado. Ambos reconocen haber acompañado a Anzorov a comprar un cuchillo, pistolas de aire comprimido y llevarle al lugar de los hechos. La “complicidad en asesinato” presupone el conocimiento del atentado, la “asociación criminal” solo implica que eran conscientes de la radicalización del autor. Durante todo el juicio ambos acusados, que no tienen perfiles radicalizados, sostuvieron que Anzorov les dijo que necesitaba las armas por un problema de bandas.
Apología e incitación
Los otros cuatro acusados son personas que entraron en contacto con Abdoullakh Anzorov en las redes sociales, fundamentalmente en Snapchat y Twitter (hoy X) en grupos que hablaban principalmente de terrorismo islamista. La acusación admite que su papel fue “más limitado” en la planificación del atentado.
La PNAT pidió para dos de ellos, Ismaël Gamaev y Louqmane Ingar, condenas por asociación terrorista: cinco años de prisión, con dieciocho meses en suspenso, para el primero y tres años de prisión, dos en suspenso, para el segundo, por asociación criminal. Esta semana se solicitó la recalificación de los cargos contra los otros dos, solicitando una condena de dieciocho meses de prisión con suspensión de pena contra Priscilla Mangelm por incitación al terrorismo y una condena de un año de prisión contra Yusuf Cinar por apología del terrorismo.