Un autor que no defrauda
La obra en prosa de Vicente Valero (Ibiza, 1963), autor de seis poemarios, tiene algo de memoria cultural. Le gusta recrear situaciones históricas, como la muerte de san Juan de la Cruz (1591), la huida de Hölderlin de Burdeos a Stuttgart (1802), en El arte de la fuga (Periférica, 2015); o la relación de algunos artistas y pensadores con el ajedrez, en Duelo de Alfiles (Periférica, 2018). En la misma editorial, se publicó, en 2021, Breviario provenzal, una pequeña joya, sobre el viaje del autor por aquella región francesa tan emblemática para la cultura occidental (Petrarca, Cézanne, Picasso, Van Gogh, Mallarmé, Camus, etc.).
Se acaba de editar El tiempo de los lirios (Periférica, 2024, 217 págs.), diario de la estancia del escritor en la Umbría italiana, desde el 28 de marzo hasta el 11 de abril de un año sin determinar. La huella de san Francisco de Asís no se ha extinguido desde el siglo XIII hasta hoy, tanto dentro como fuera del catolicismo.
La figura del santo y de sus primeros seguidores es el eje del relato, con la descripción detallada de la región donde nació y vivió gran parte de su vida: ciudades, pueblos, paisajes, con abundantes referencias y datos sobre la arquitectura, la pintura (Perugino, Lo Spagna, Pinturicchio, Rafael...), la escultura, la literatura de la época. Esto se completa con las referencias a pensadores, escritores y artistas, creyentes y no creyentes, a lo largo de los siglos (Dante, Goethe, Montaigne, Byron, Hesse, Chesterton, Pardo Bazán, Simone Weil, Pasolini, Saramago; Liszt, Messiaen...), que admiraron al santo.
Por poner un ejemplo, al poema mariano Stabat Mater, de Jacopone da Todi, uno de los primeros discípulos de san Francisco, le han puesto música unos doscientos compositores, como Desprez, Palestrina, Vivaldi, Scarlatti, Pergolesi, Haydn, Soler, Schubert, Rossini, Verdi, Dvorak, Pärt, Poulenc...: En las palabras y en la vida de san Francisco de Asís había una propuesta vital inmediata, en el interior del cristianismo, sí, pero también más allá de él.
Un viaje apasionante, descrito con mucho detalle, equilibrada erudición y elegante prosa.