Dahlia de la Cerda ambiciona un universo literario propio
La literatura de Dahlia de la Cerda, contundente en su aspereza y lúcida en su hondura, opera en un espacio donde lo político y lo estético se encuentran sin concesiones. Desde Perras de reserva —su fulgurante debut— hasta Medea me cantó un corrido —su más reciente colección de relatos—, De la Cerda ha articulado un universo ficcional plagado de personajes que habitan los márgenes. Con un rigor estilístico que desafía las convenciones de la narrativa tradicional, Dahlia da forma a creaturas con voces que subvierten las expectativas. En Medea me cantó un corrido, De la Cerda (Aguascalientes, 1985) retoma al personaje arquetípico de la tragedia clásica y lo resignifica con una audacia que sólo puede surgir de un entendimiento profundo de la tradición y de las urgencias del presente. Al situar a Medea en un contexto mexicano atravesado por la violencia, las desapariciones y las luchas por la justicia, la narradora dota al mito de una vigencia notable. Además, lo carga de una dimensión emotiva que interpela al lector desde el lugar más incómodo de su conciencia. La tragedia, en sus manos, es un espejo.El proyecto literario de De la Cerda es ambicioso: aspira a edificar una narrativa donde la autenticidad de las voces y la densidad de los temas no cedan ante las demandas del mercado ni de las críticas. La precisión con la que sus personajes hablan, actúan y sienten es un testimonio de su oído literario: atento, inquisitivo, infalible.En esta charla, Dahlia de la Cerda indaga en las capas de su proceso creativo. Comparte, entre otras cosas, el vértigo de enfrentarse al éxito previo, las dudas que se ciernen sobre toda nueva obra y la necesidad —casi visceral— de mantenerse fiel a una voz que considera su mayor patrimonio. Más allá de las polémicas o los elogios, su literatura es un ejercicio de resistencia y sensibilidad, capaz de confrontar las sombras de la realidad con una mirada implacable.Perras de reserva dejó una vara alta para tus lectores. ¿Representa algo al momento de escribir? ¿Pensabas en ello mientras escribías?Sí, todo el tiempo. Le tenía mucho miedo al siguiente libro. Me tardé cinco años escribiendo Perras de reserva, y lo hice con mucho acompañamiento (porque lo escribí a través de becas del Estado, como una del PECDA). Mi siguiente libro fue un proceso más solitario, porque lo hice yo sola. Era un terror, porque yo no sabía ni de qué quería escribir ni cómo empezar. No sabía nada. Además, mis expectativas ya estaban en el cielo. No quería decepcionar a mis lectoras ni a mi editorial, que había confiado tanto en mí. Todas esas expectativas sobre mi nuevo trabajo fueron una gran presión. Decidir los temas, los personajes y todo el trabajo de planeación fue arduo. Invertí bastante en edición y lectores beta, a quienes contraté. Les pregunté cuánto cobraban y pagaba sin regatear. Cuando el manuscrito llegó a Sexto Piso, ya estaba bastante trabajado. Incluso cuando fue nominado al premio Ribera del Duero, el texto ya estaba pulido. Aun así, tenía mucha inseguridad y sentía angustia. Aunque tengo claro mi estilo, mis temas y mi voz narrativa, me preocupaba que no tuviera la misma calidad que Perras de reserva. Pero cuando tuvo la nominación al Ribera del Duero, sentí que algo estaba haciendo bien.Medea me cantó un corrido y Perras de reserva podrían ser libros hermanados. ¿Dirías que tus libros pertenecen a un mismo universo?Definitivamente. Soy ambiciosa en ese sentido. Quiero crear un universo propio donde todos mis personajes estén conectados de alguna forma y vivan en el mismo espacio narrativo. De hecho, mi próximo libro será un spin-off de un personaje de Medea… Quiero desarrollar un estilo y una voz propia. Aspiro a que alguien pueda leer un texto mío y, sin saber que es mío, lo identifique como tal. No quiero escribir cosas que cualquiera podría haber escrito; quiero que mis libros lleven mi sello distintivo.Tus libros generan opiniones encontradas, desde la devoción de tus lectoras hasta críticas de tus colegas. ¿Cómo lidias con esas reacciones?Antes era abrumador, especialmente en redes sociales. Pero he aprendido a manejarlo. Muchas críticas vienen de mis colegas, y su opinión no me importa porque no escribo para ellos. Escribo para mis lectoras, quienes me llenan de cariño y regalos. Sin embargo, lo que más me frustra es no poder reaccionar de forma más directa, porque trato de mantener una postura pacífica. Aun así, recibo mucho apoyo de mis lectoras y algo de la crítica especializada, y eso es lo que valoro.Algo notable en tus libros es cómo trabajas las voces de tus personajes. ¿Cómo logras esa autenticidad?Creo que tengo buen oído y me gusta mucho escuchar cómo hablan las personas. Hay un trabajo de exploración del habla y de trasladarlo a la literatura para que siga siendo literatura. Lo más difícil es hacer que parezca sencillo, aunque los temas son complejos. Ese equilibrio es lo que más trabajo me cuesta, pero también lo que considero mi mayor acierto.Has escrito narrativa breve y ensayo, pero ¿has considerado escribir una novela?Sí, estoy trabajando en una novela, aunque todavía está en mi mente. Inicialmente quería que fuera sobre resolver un crimen, pero está derivando en una novela romántica, y eso no me convence del todo. La estoy dejando reposar porque quiero dedicarle mucho tiempo.¿Cómo ha sido la recepción de tus libros en otros países?Ha sido impresionante. En Francia, por ejemplo, Perras de reserva ha sido muy bien recibido, a pesar de que es raro que publiquen cuentos latinoamericanos. Me sorprendió mucho que las lectoras francesas se identificaran con los textos. Aunque en algunos países, como Polonia, la recepción ha sido diferente, en general ha funcionado bien.¿Qué piensas del panorama político actual en México con la llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia?Reconozco el suceso histórico de tener a la primera presidenta mujer en México, además de ser la más votada y de izquierda. Sin embargo, creo que debemos mantener una postura crítica. No estoy de acuerdo con la militarización ni con ciertas decisiones, como el nombramiento de Renata Turrent en Canal 11. Celebro el avance histórico, pero pienso que ser mujer no basta; hay que evaluar las posturas políticas y mantenernos críticas.ÁSS