Se trabaja, pero Gladys sigue pendiente de una solución
Gladys Moreno Pedraza escribía desde calle B No. 65, entre 1ra. y 2da., reparto Virginia, Santa Clara, sobre la tensa situación constructiva de su casa. Según su misiva, vive sola con su hija que, además, padece de acondroplacia (enanismo) y sufre otros problemas de salud.
Desde hace alrededor de tres años, según describía, espera por ayuda, ya que la casa tiene el techo en condiciones deplorables. Refería que el cuarto se derrumbó y están durmiendo en la sala, donde hay puntales puestos por sus vecinos. Y cuando llueve, no hay donde estar.
Gladys añadía que en la actualidad no tiene vínculo laboral y solo recibe una pensión de la Seguridad Social por su difunto esposo.
Tiene un expediente abierto desde abril de 2021 para subsidio, pero como ella comprende la situación difícil del país, solicitaba las facilidades para obtener las planchas del techo, las vigas y el cemento de solo dos habitaciones en derrumbe.
En tres años las respuestas recibidas fueron las mismas: que no hay recursos disponibles para estos casos. Entre los funcionarios que atendieron a Gladys estuvo el viceintendente del Poder Popular en Santa Clara, Antonio Arteaga Águila.
El mismo Arteaga respondió a esta sección que se trata de un caso reiterativo, el que fue visitado por funcionarios del Gobierno y la Vivienda y, objetivamente, se corroboró que tiene derrumbe parcial de techo y filtraciones que exigen una rehabilitación, porque afecta a los moradores del lugar.
«El Consejo de la Administración municipal examinó el asunto y acordó que la obra sea reparada por la Empresa de Mantenimiento Constructivo, a partir de que haya disponibilidad de recursos materiales», apuntó.
Aunque la prioridad ha estado dirigida a la terminación de los subsidios aprobados, explicó, hay dificultades fundamentalmente con el cemento y el acero.
Reiteró que los contratiempos son reales ante la no disponibilidad de recursos, y que a la referida empresa se le asignó la responsabilidad de asumir la reparación en la casa de Gladys cuando se reciban los productos.
Es cierto que los desafíos, las limitaciones y carencias que hoy vivimos impiden un avance mayor en la atención a estos casos vulnerables, pero también habrá que visualizar vías más objetivas, prácticas y con un sentido de las prioridades, porque situaciones críticas como en la que vive Gladys pueden suponer otros riesgos y afectaciones en el corto tiempo.