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Los Reyes Magos, más allá del mito y su breve mención en la Biblia

Opciones: Desentrañando los secretos y las leyendas de los Reyes Magos

Los Reyes Magos: Mitos, realidades y los regalos que marcaron la historia

“Cuando Jesús nació en Belén de Judea, en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ‘¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarlo’”. Esta es la única mención que la Biblia hace sobre la historia de los Reyes Magos, y se encuentra en el Evangelio de Mateo. Sin embargo, el apóstol no describió a estos hombres, ni afirmó que eran tres, tampoco mencionó sus nombres y mucho menos los identificó como reyes.

Las historias en torno a estos personajes bíblicos tienen muchas versiones, tan fascinantes como diversas, pero cuentan con pocos detalles comprobables. Lo que sí quedó escrito es que los hombres que buscaron al Hijo de Dios le llevaron tres regalos: oro, incienso y mirra. Además, al encontrarlo, se postraron ante él para adorarlo.

El evangelista mencionó la palabra “magos” y confirmó que estos hombres habían sido guiados desde hasta Belén por una estrella. Sin embargo, no ofreció mayor información sobre ellos. Para encontrar descripciones más detalladas, es necesario recurrir a los Evangelios Apócrifos (que no forman parte de los aceptados por la Iglesia y que no fueron escritos por los evangelistas Juan, Marcos, Mateo y Lucas). Estos documentos ofrecen una visión más detallada de estos personajes.

Veamos, parte por parte, lo que la historia, Mateo y los Evangelios Apócrifos nos revelan sobre los magos que visitaron a Jesús.

¿Magos, reyes o sabios?

Dependiendo de la traducción que se haya hecho del Evangelio de Mateo, se puede interpretar quiénes eran estos hombres. El apóstol los describió con la palabra griega “magoi”, que, como publicó CNN, hacía referencia a sacerdotes, aunque también puede traducirse como magos o sabios. Estos términos pueden considerarse sinónimos de astrólogos o estudiosos de las estrellas, según explicó National Geographic. Por lo tanto, no eran “magos” en el sentido literal de la palabra, es decir, no realizaban trucos de magia.

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La teoría de que eran observadores de los comportamientos estelares coincide con el hecho de que siguieron la estrella que los guió hasta Belén, como mencionó Mateo.

Sin embargo, el Evangelio Árabe (apócrifo) utiliza explícitamente la palabra “rey”. Este texto afirma que “tres reyes, hijos de los reyes”, se dispusieron a buscar al niño recién nacido para adorarlo y llevarle regalos. Más adelante, el mismo documento se refiere a ellos como magos.

Por su parte, el Evangelio Armenio hace referencia a los “reyes de los magos” y menciona que eran tres hermanos que gobernaban diferentes regiones.

La única mención en la Biblia sobre la historia de estos sabios que visitaron a Jesús recién nacido está en el segundo capítulo del Evangelio de Mateo. En el escrito no se mencionan los nombres, cuántos eran, de dónde eran oriundos y tampoco se dice que eran reyes.

En cuanto al título de “reyes”, esta denominación también ha ganado popularidad debido a una referencia en el Antiguo Testamento. En el Salmo 72 se lee: “Que los reyes de Sabá y Arabia le traigan presentes, que le rindan homenaje todos los reyes”. Este fragmento ha sido interpretado como una profecía que señala que los reyes del mundo se reunirían para alabar al Rey de reyes.

¿Cuántos eran los Reyes Magos?

A partir del Evangelio de Mateo, se ha asumido que fueron tres los hombres que visitaron a Jesús tras su nacimiento, basándose en los tres regalos que le ofrecieron: oro, incienso y mirra. Según National Geographic, fue el teólogo Orígenes de Alejandría, uno de los pilares de la teología cristiana, quien propuso esta idea al asociar el número de dones con la cantidad de visitantes.

En los textos apócrifos, como el Evangelio Armenio y el Árabe, también se menciona que fueron tres. Sin embargo, como explicó el diario El Clarín, la iglesia armenia sostiene la tradición de que eran doce. Por su parte, CNN indicó que, dependiendo del relato, el número puede variar desde dos hasta sesenta.

“El número tres acabó por imponerse atendiendo a razones bíblicas, litúrgicas y simbólicas, y fue confirmado por la Iglesia en el siglo V”, afirmó a CNN José Javier Azanza, doctor en Historia de la Universidad de Navarra, España.

¿Realmente eran Melchor, Gaspar y Baltasar?

El Evangelio Armenio, que data del siglo IV, menciona claramente los nombres de los Reyes Magos: Melkon, Baltasar y Gaspar. En el siglo VI, sus nombres aparecen en un mosaico de la basílica de San Apolinar el Nuevo, en Rávena, Italia, con las formas Balthasar, Melchior y Gaspar.

Durante el siglo VIII, los nombres sufrieron variaciones como Bithisarea, Melchior y Gathaspa. Finalmente, en el siglo IX, el historiador Agnello de Rávena los consolidó como Melchor, Gaspar y Baltasar en su obra Pontificalis Ecclesiae Ravennatis.

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En otras tradiciones, como la siria, se les conoce con nombres diferentes: Larvandad, Hormisdas y Gushnasaph. Por su parte, en la armenia se mencionan nombres como Kagba y Badadilma, entre otros.

¿De dónde eran los Reyes Magos?

En cuanto a su lugar de origen, el Evangelio de Mateo solo menciona que viajaron desde “oriente”, lo que podría referirse a alguna región al este de Palestina, como Persia, Babilonia, Arabia o incluso India. Sin embargo, no ofrece una ubicación específica.

Según el sitio tubibliaonline.com, Melchor sería de ascendencia hebrea y posiblemente europeo; Gaspar, de origen persa (actual Irán); y Baltasar, de ascendencia babilónica.

National Geographic sugiere que sus orígenes serían las siguientes: Melchor, persa; Gaspar, indio; y Baltasar, árabe. Este medio también menciona que, en las catacumbas de Santa Priscila, desde el siglo II, los Reyes Magos fueron representados como nobles persas.

Hasta el siglo XV eran representados como tres hombres de piel blanca: uno joven, uno de mediana edad y uno mayor. Entre los siglos XV y XVI se introduce la piel negra del tercer personaje y se interpreta como si provinieran de Europa, Asia y África.

Por otro lado, José Javier Azanza explicó a CNN que es probable que fueran sacerdotes y astrólogos originarios de Babilonia o Persia, ya que ambas regiones eran grandes centros astrológicos, donde los magos conformaban una influyente casta sacerdotal.

Los Evangelios Armenio y Árabe mencionan que la estrella que los guió hasta Jesús apareció en Persia, sugiriendo que los magos provenían de allí. Según el Evangelio Armenio, Melchor gobernaba sobre los persas, Baltasar sobre los indios y Gaspar sobre los árabes.

El texto armenio afirma que los Reyes Magos viajaron durante nueve meses desde el momento en que la estrella se les apareció. Llegaron a su destino en el punto y hora en que María acababa de ser madre. Por su parte, en la versión árabe se dice que la estrella se les apareció a los distinguidos viajeros la misma noche en que Jesús nació.

Mateo en su evangelio dice que los magos “al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María”, por lo que se puede asumir que los viajantes arribaron varios días después del nacimiento a una cosa donde se alojaban Jesús, José y María y no al pesebre, por lo cual la escena que solemos montar del pasito con los reyes magos al lado de los pastores, las ovejas, la mula y el buey no es correcta.

Según un análisis de La Vanguardia en el cual participó el biblista y decano de la Facultad de Teología de Catalunya y biblista Armand Puig, los magos no habrían llegado el propio día del nacimiento de Jesús.

“Mateo convierte en coprotagonista de la visita de los Reyes Magos al rey Herodes. Un aparición nada badalí, puesto que Herodes ordenó la masacre de los niños nacidos desde dos años antes. A todo esto hay que sumar un aspecto filológico que es el participio aoristo particular del griego que utiliza Mateo con el verbo nacer del versículo 2. Esta forma verbal tiene un matiz de indeterminación temporal que tanto podría traducirse como ‘nació’ o ‘ha nacido’ y, por tanto, no significa que Jesús sea un recién nacido”, puntualizó el experto.

¿Cómo eran los Reyes Magos?

“Se revistieron de sus ornamentos preciosos, poniéndose la tiara en la cabeza y portando su tesoro en las manos”, describe el Evangelio Árabe sobre la imagen de los Reyes Magos.

Según José Javier Azanza, citado por CNN, en los inicios del cristianismo, los Reyes Magos eran representados como personas de una misma étnica. “Tenían el mismo tipo y vestían el característico traje persa: bonete frigio y estrechos pantalones con faldilla”, afirmó el experto.

A partir del siglo XII, con el objetivo de simbolizar la universalidad del cristianismo, el arte cristiano comenzó a dotar a los sabios de rasgos diferenciados asociados a Europa, Asia y África, como señaló CNN.

En el mosaico de la iglesia de San Apolinar el Nuevo, los tres personajes aparecen con capas y portando los regalos para Jesús. Sobre la cabeza de cada uno de ellos se lee su nombre.

Gaspar, el primero, tiene barba blanca; Melchor tiene un aspecto más joven y Baltasar, un hombre de mediana edad. Esto podría interpretarse como una representación de las tres edades del hombre.

Los regalos al Niño Jesús:

  • Melchor llevó oro para representar la sangre real del recién nacido.
  • Gaspar presentó incienso por la divinidad del bebé.
  • Baltasar regaló mirra como símbolo de la humanidad del hijo de Dios.

Hasta el siglo XV, los Reyes Magos se diferenciaban principalmente por la edad, pero con la llegada del Renacimiento (siglos XV y XVI), Baltasar comenzó a ser representado con piel oscura, probablemente para manifestar que cada uno representaba un continente diferente: Europa, Asia y África.

El significado de los regalos de los Reyes Magos

El apóstol Mateo no especifica quién llevó cada regalo a Jesús, pero sí menciona que fueron oro, incienso y mirra.

El Evangelio Armenio narra cómo se presentaron estas ofrendas especiales y su significado:

“En primer término, se adelantó Gaspar, llevando nardo, cinamomo, canela, incienso y otras esencias olorosas y aromáticas, que esparcieron un perfume de inmortalidad en la gruta”.

“Después, Baltasar, abriendo el cofre de sus opulentos tesoros, sacó de él, para ofrendárselos al niño, oro, plata, piedras preciosas, perlas finas y zafiros de gran precio”.

“A su vez, Melchor presentó mirra, álora, muselina, púrpura y cintas de lino”.

El Evangelio Árabe describió los presentes de la siguiente manera: “He aquí uno de los dioses ha venido a anunciarnos su nacimiento para que vayamos a ofrecerle presentes y a adorarlo. Ante cuya revelación, todos, jefes, magistrados, capitanes, se levantaron y preguntaron a sus sacerdotes: ‘¿Qué presentes conviene que le llevemos?’ Y los sacerdotes contestaron: oro, incienso y mirra.

”Entonces tres reyes, hijos de los reyes de Persia, tomaron, como por una disposición misteriosa, uno tres libras de oro, otro tres libras de incienso y el tercero tres libras de mirra”.

En la tradición católica se dice que fueron tres Reyes Magos, pero en la oriental la cifra es de 12 y en otros relatos el número va de dos hasta 60.

Otros nombres:

  • Larvandad, Hormisdas y Gushnasaph, en la tradición siria.
  • Kagba y Badadilma, entre otros, para los armenios.

Según un análisis publicado en la web catholic.net, el oro es un regalo reservado para los reyes, un metal precioso que simboliza la realeza y grandeza. El incienso, utilizado en las culturas hebrea y judía para ofrecerlo a Dios, es una prueba de la divinidad de Jesús. Por último, la mirra, empleada por los judíos para embalsamar cadáveres, simboliza que el Hijo de Dios era un ser humano de carne y hueso.

Desde su mención en el Evangelio de Mateo hasta las diversas interpretaciones de los textos apócrifos, la figura de los Reyes Magos ha evolucionado con el tiempo. Sin embargo, lo que permanece constante es su papel en el relato del nacimiento de Jesús, que continúa inspirando y siendo objeto de estudio y reflexión.

¿Por qué se celebra el día de los Reyes Magos el 6 de enero?

Aunque no hay una fecha exacta para ubicar la visita de los Reyes Magos a Jesús, la historia le asignó el 6 de enero como el día para festejar a estos hombres y su alabanza al hijo de Dios.

El 6 de enero en la tradición católica celebra la Solemnidad de la Epifanía del Señor. La palabra epifanía proviene del griego epifania, que significa manifestación o aparición de algo, por lo cual la Epifanía del Señor hace referencia a la aparición de Jesús.

Sin embargo, el que también ese día sea el de los Reyes Magos recae en San Agustín (354 d. C.-430 d. C.), quien durante uno de sus sermones sobre la Epifanía afirmó que estos hombres habían llegado a ver a Jesús 12 días después de su nacimiento.

Países como España y México tienen una tradición muy arraigada en la celebración del Día de Reyes con desfiles, entrega de regalos y la muy conocida rosca de reyes.

¿Por qué se les dice reyes?

Aunque Mateo no los menciona como tales, el Salmo 72 del Antiguo Testamento hace una referencia que fue asumida para darles a estos sabios el título de reyes: “Los reyes de Tarsis y de las costas traerán presentes; los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones. Todos los reyes se postrarán delante de él. Todas las naciones le servirán”.

¿Dónde están las reliquias de los Reyes Magos?

La ciudad de Colonia, en Alemania, es la que alberga un hermoso sarcófago donde descansan supuestamente los restos óseos de Melchor, Gaspar y Baltasar. Este cofre dorado, conocido como el relicario de los Tres Reyes, está ubicado detrás del altar mayor de la Catedral de Colonia.

De acuerdo con el sitio catholic.net, los magos después de conocer al hijo de Dios regresaron a la India. Ahí construyeron una iglesia y fallecieron. Según el relato, fueron enterrados en ese mismo templo.

Esa versión se basa en el libro Historia de los Tres Reyes, del autor John of Hildesheim, que afirma que después de 200 años la madre del emperador Constantino viajó a la India y recuperó los cuerpos, los depositó en un ataúd y los trasladó a la iglesia de Santa Sofía, en Constantinopla.

Se dice que a finales del siglo sexto, el emperador Mauricio transportó las reliquias a Milán, Italia, donde estuvieron hasta el siglo XII, cuando el emperador Federico I Barbarroja los recuperó y se los regaló al arzobispo de Colonia.

En 1248 comenzó la construcción de una catedral para darle hogar a la reliquia. De acuerdo con la web católica, en 1864 el relicario fue abierto y se descubrieron los esqueletos de tres hombres: uno joven, otro de mediana edad y un anciano.

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