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Quitan subsidios en boletas de luz y gas: quiénes serán los afectados

El Gobierno le pidió a 1,7 millones de hogares que reciben fuertes subsidios en las boletas de luz y gas que se anoten en un registro. El proceso empezó en septiembre y todavía está abierto. Pero la gran mayoría de los beneficiarios de esos descuentos no se empadronó en un padrón oficial de subvenciones. Y, en enero, comenzarán a ver subas en sus facturas.

Las distribuidoras enviaron correos electrónicos a 1,7 millones de clientes empadronados como N2 (hogares caratulados como de "bajos ingresos"). Allí les informaron que debían anotarse en el registro de subsidios (RASE), en los que tienen que demostrar evidencias que atraviesan una situación social vulnerable y necesitan ayuda estatal. Allí deben comprobar, por ejemplo, que sus ingresos están por debajo del $ 1 millón mensual como grupo familiar.

La inmensa mayoría de esos usuarios no se empadronó en el registro oficial. "Se anotaron algunos, pero pocos", explican en Energía.

Hay 8,5 millones de hogares anotados como N2. Pero el foco ahora estará solo en los que están caratulados de esa manera pero no registrados.

Al no haberse inscripto, las distribuidoras los pasarán al nivel de ingresos altos (N1). Son los que pagan las boletas más altas. Cubren casi el 100% de los costos de los servicios que consumen.

Arranca otra quita de subsidios

De esta forma, en enero arrancará la disminución de subsidios, que seguirá durante el año, con otros ajustes.

Los clientes que perderán subsidios son hogares que no se habían anotado en el RASE. La administración anterior los asignó como de bajos ingresos, en base a ciertos datos, pero sin la información correspondiente. "No llenaron el formulario correspondiente. La secretaría de Energía de la gestión anterior los tenía anotados de esa manera, pero falta la documentación que pruebe su situación patrimonial", explicaron en distribuidoras y Gobierno.

Los hogares con mayores subsidios pagan un 25% del costo del servicio que consumen. Cuentan con un bloque "básico" sin cargo, y si se exceden, pagan una tarifa diferencial.

Una boleta de bajo consumo eléctrico, que puede ser de $ 15.000 para un hogares caratulados como N1, baja a $ 4.000 o $ 5.000 si se trata de una vivienda etiquetada como N2.

La idea del Gobierno es que los usuarios noten un salto en las boletas y que, como reacción rápida, se anoten en el registro de subsidios, para conservar los descuentos que tienen hasta ahora. En la web de Energía está la ventana para poder inscribirse.

Problemas con los datos

Pero se desconoce cuántos de esos 1,7 millones de hogares denominados N2 están realmente en situación vulnerable.

El factor estacional probablemente juegue en contra esta regularización que busca el Gobierno. Diciembre viene siendo un mes mucho más templado y menos cálido que lo habitual. De esta manera, el consumo eléctrico no subió tanto como si las temperaturas hubieran sido elevadas.

"Si la factura sube de $ 5.000 a $ 15.000, es un impacto. Pero si sube de $7.000 a $ 35.000, es otro. Eso hubiera pasado con un diciembre caluroso, pero no está pasando", detallan desde una distribuidora.

Tras esta postergación, en el Gobierno estiman que los "no empadronados" si notarán un incremento más fuerte en febrero, cuando les lleguen las boletas de luz de enero. Allí suponen que los consumos si serán superiores a lo habitual, algo que no sucedió en diciembre.

El RASE divide a los usuarios residenciales en tres categorías: bajos ingresos (N2), un grupo intermedio -clase media- (N3) recibe subsidios hasta un tope de consumo; y el Nivel 1, que ya dejó de recibir la ayuda y paga la tarifa plena.

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