¿Tienes un smartwatch? La correa podría estar intoxicando tu cuerpo, sugiere nuevo estudio
Los smartwatch y los rastreadores de actividad física se han convertido en formas omnipresentes de tecnología portátil que acompañan a muchas personas durante sus días (y noches).Pero pueden exponer la piel a los llamados químicos permanentes en el proceso. Las pulseras más caras hechas de caucho sintético fluorado revelaron cantidades particularmente altas de un químico permanente, el ácido perfluorohexanoico (PFHxA), según un estudio publicado en Environmental Science & Technology Letters de ACS.Graham Peaslee, uno de los autores del estudio explicaron que el descubrimiento que llevó a cabo destaca altas concentraciones de un químico permanente que se queda en la piel luego de un contacto prolongado.“Este descubrimiento se destaca debido a las altísimas concentraciones de un tipo de químico permanente que se encuentran en los artículos que están en contacto prolongado con nuestra piel”, dice Peaslee, el autor correspondiente del estudio.Las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) son un grupo de sustancias químicas que son muy buenas para dos cosas: durar aparentemente para siempre en el medio ambiente y repeler el agua, el sudor y la grasa.Debido a estas últimas propiedades, los fabricantes incluyen estas sustancias químicas en muchos productos de consumo, como ropa de cama resistente a las manchas, productos menstruales y ropa deportiva, incluidas las pulseras de los relojes inteligentes y los rastreadores de actividad física.Las bandas contienen fluoroelastómeros, cauchos sintéticos hechos de cadenas de PFAS, para crear un material que evita la decoloración y repele la suciedad. Aunque esta durabilidad hace que las bandas sean ideales para los entrenamientos sudorosos, también podrían presentar una fuente de estos compuestos para meterse debajo de la piel del usuario, literalmente.Por lo tanto, Peaslee y las coautoras Alyssa Wicks y Heather Whitehead investigaron varias correas de reloj disponibles comercialmente para detectar la presencia de flúor, así como 20 PFAS individuales.El equipo examinó 22 pulseras de distintas marcas y rangos de precios, la mayoría de ellas recién compradas, pero algunas ya las habían usado.Las 13 pulseras que se anunciaban como fabricadas con fluoroelastómeros contenían el elemento flúor. Pero dos de las nueve pulseras que no anunciaban estar fabricadas con fluoroelastómeros también contenían flúor, lo que indica la posible presencia de PFAS.De las pulseras analizadas, las que costaban más de 30 dólares contenían más flúor que las de menos de 15 dólares. A continuación, tras una extracción química, se comprobaron todas las pulseras en busca de 20 PFAS diferentes. Se descubrió que el PFHxA era el más común, ya que aparecía en nueve de las 22 pulseras analizadas.La concentración media de PFHxA fue de casi 800 partes por mil millones (ppb), y una muestra superó las 16.000 ppb. En comparación, una investigación anterior realizada por el equipo en 2023 sobre cosméticos encontró una concentración media de alrededor de 200 ppb de PFAS.Actualmente, solo seis PFAS tienen límites de exposición definidos a nivel federal para el agua potable en los EU; aún se están estudiando los límites de exposición para otros PFAS y otras vías de exposición.“Nunca hemos visto concentraciones extraíbles en el rango de partes por millón (>1000 ppb) para ningún producto de consumo portátil aplicado sobre la piel”, afirma Peaslee.Lo que Peaslee afirmó fue que los usuarios de relojes inteligentes podemos recurrir a correas alternativas fabricadas con otros materiales que no son dañinos para nuestro cuerpo:"La buena noticia es que el consumidor puede optar por pulseras alternativas para evitar posibles riesgos de exposición a PFAS."JCM