Más de 1.300 caracoles en peligro de extinción reintroducidos en una isla portuguesa cerca de Madeira
Más de 1.300 caracoles de las islas Desertas (Portugal), criados en el zoológico de Chester en el Reino Unido, fueron reintroducidos en su hábitat natural, anunció el zoológico este sábado.
Estos caracoles, del tamaño de un guisante, pertenecen a dos especies diferentes, ambas clasificadas como "en peligro crítico de extinción" por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Originarios de la isla montañosa Deserta Grande (la mayor del archipiélago deshabitado de las islas Desertas, al sureste de Madeira), estos diminutos moluscos enfrentan amenazas como la erosión del hábitat, la depredación (particularmente por ratones) y la sequía.
Una serie de expediciones de conservación -realizadas entre 2012 y 2017- permitió establecer un programa de salvaguarda. El hallazgo clave fue una pequeña población de caracoles que sobrevivía en los acantilados rocosos de Deserta Grande.
De los 200 caracoles encontrados por expertos del Instituto para la Conservación de la Naturaleza y los Bosques de Madeira (ICNF), unos 60 fueron enviados al zoológico de Chester, en el norte de Inglaterra.
Los científicos cuidaron meticulosamente todos los aspectos necesarios para su reproducción, incluyendo la alimentación y la vegetación.
"Cuando los caracoles llegaron a Chester el futuro de la especie estaba literalmente en nuestras manos. Era una enorme responsabilidad", recordó Gerardo García, del zoológico de Chester, citado en el comunicado.
"No sabíamos nada sobre ellos. Nunca habían sido cuidados por humanos, y tuvimos que comenzar desde cero para entender qué necesitaban para sobrevivir", añadió.
Los zoológicos de Bristol, también en el Reino Unido, y de Beauval, en Francia, participaron en los esfuerzos de conservación.
En total, 1.329 caracoles criados en Chester fueron reintroducidos en Bugio, una de las islas del archipiélago Desertas.