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Un pasajero descontrolado es inmovilizado con varios cinturones de seguridad tras intentar romper la ventana de un avión

Abc.es 
Los incidentes aéreos protagonizados por pasajeros alterados no son una novedad, pero algunos logran superar incluso las expectativas más descabelladas. Ya sea por el abuso de alcohol , drogas u otros factores, estos episodios ponen en riesgo la seguridad de todos a bordo, como ocurrió en un reciente vuelo entre Dubái y Moscú. El protagonista de esta historia es Roman Pakhomov, un hombre ruso de 38 años cuyo comportamiento descontrolado obligó a los pasajeros y la tripulación de un Boeing 777 a tomar medidas drásticas. El avión, operado por una aerolínea rusa, se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en Bakú, Azerbaiyán, tras el comportamiento violento del pasajero, que incluso intentó romper una de las ventanas de la aeronave . El caos comenzó poco después del despegue. Según los testigos del incidente, Roman Pakhomov, visiblemente bajo los efectos de un alcohol no identificado que habría llevado consigo al avión, comenzó a gritar, insultar al personal de cabina y amenazar a otros pasajeros . Ante la emergencia, los pasajeros y la tripulación intentaron contener al hombre . Primero utilizaron esposas de plástico para inmovilizarlo, siguiendo los protocolos de seguridad aérea , pero estas fueron insuficientes, ya que el alterado pasajero logró romperlas. Tras desatarse, la situación escaló rápidamente y Roman intentó golpear las ventanas del avión, poniendo en peligro la seguridad del vuelo. En un acto de desesperación y trabajo en equipo , los pasajeros lograron reducir al hombre y atarlo al asiento utilizando varios cinturones de seguridad . Las imágenes del incidente, captadas por otros viajeros, muestran a Roman tirado en el suelo, con las piernas y los brazos inmovilizados. Según los medios rusos, la primera contención logró calmar la situación temporalmente , pero Roman volvió a perder el control, obligando al comandante del avión a tomar la decisión de realizar un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Internacional Heydar Aliyev , en Bakú. El vuelo, que normalmente dura unas cinco horas , permaneció en tierra en Azerbaiyán durante casi tres horas mientras la policía local detenía al pasajero y se realizaban las investigaciones preliminares. Finalmente, el avión pudo continuar su ruta hacia Moscú, aunque con un retraso significativo. Roman, por su parte, fue entregado a las autoridades de Bakú. Por último, al recuperar la sobriedad , el pasajero ruso declaró no recordar nada de lo sucedido a bordo, lo que dejó a las autoridades azerbaiyanas y rusas con la tarea de investigar el origen de su comportamiento violento.

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