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La industria de las criptomonedas sueña con una era dorada con el gobierno de Trump

A mediados de diciembre, dos grupos jubilosos se unieron para celebrar sus recientes e interconectados cambios de suerte: la despreocupada industria de las criptomonedas, y la familia del victorioso presidente electo de EU, Donald Trump.El segundo hijo de Trump, Eric, fue la atracción estelar de la conferencia Bitcoin Mena 2024 en Abu Dhabi el 10 de diciembre. Frente a una multitud de figuras de la industria, Eric Trump les aseguró que su padre cumpliría sus promesas de ser “el presidente más a favor de las criptomonedas” a la fecha. De hecho, trazó un vínculo entre los dos movimientos como víctimas de la misma clase dirigente.“La maldad en el sistema...gente, nos hicieron la vida miserable”, dijo sobre el gobierno de EU. “Pero si no hubiera sido por esos ataques, no creo que mis ojos hubieran estado tan abiertos a la industria de las criptomonedas...los vi venir a por ustedes. Los vi vaciar sus cuentas bancarias”.El amanecer del segundo mandato de Trump promete marcar un punto de inflexión para las criptomonedas, sacándolas de las sombras y llevándolas a la corriente principal, y sin los niveles de escrutinio regulatorio que ha enfrentado en los últimos años.La industria cree que el presidente electo -cuya familia tiene una inversión personal en la historia de las criptomonedas con su plataforma World Liberty Financial- y su Congreso controlado por los republicanos van a desatar una era dorada para ellos.Durante la campaña electoral, Trump prometió crear una reserva estratégica de bitcoins, que en efecto la convertiría en un activo de reserva, e instalar un consejo asesor de criptomonedas. Nominó a Paul Atkins, un empresario a favor de las criptomonedas, para dirigir la Comisión de Bolsa y Valores de EU (SEC, por sus siglas en inglés).Los propietarios de criptomonedas están eufóricos. Cuando bitcoin superó por primera vez el nivel de los 100 mil dólares, un mes después de las elecciones, Eric Trump llamó a su padre a las 6 de la mañana para contarle la noticia. En Dubái, un Lamborghini amarillo rugió por las calles del emirato, con el cofre toscamente pintado con un spray que decía: “BTC 100K GRACIAS TRUMP”.Didi Steiner, un austriaco de 26 años que utilizó su primer cheque de pago del ejército para comprar bitcoins, dice que está “gigaoptimista” de que Trump esté considerando el bitcoin como un activo de reserva.“Como es tan raro, la potencial presión de compra de naciones, estados y empresas podría ser inmensa”, dice Steiner, con una gorra roja que dice “HACER QUE BITCOIN SEA GRANDE DE NUEVO” que le protege el rostro del sol de Abu Dabi. “Con Trump, estamos mucho más cerca”.El resurgimiento de las criptomonedas marca un cambio drástico en la suerte con respecto a hace solo dos años, cuando el colapso de la plataforma de intercambio FTX de Sam Bankman-Fried a finales de 2022 desencadenó una crisis global que hizo que se desplomara el precio del bitcoin a solamente 16 mil dólares y llevó a muchos a evitar la industria por temor a quemarse.“Se trata de un cambio de rumbo de proporciones casi míticas, proporciones milagrosas y realmente algo que nunca se podría haber contemplado, incluso a principios de este año”, dice Yesha Yadav, decano asociado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Vanderbilt.Una administración más amigable con las criptomonedas podría alentar entradas récord, más acuerdos y dinero institucional, ya que los actores financieros tradicionales están menos preocupados de ser atrapados por los reguladores.Sin embargo, la industria de las criptomonedas tiene una larga y colorida historia de atraer delincuentes y facilitar estafas. Muchos ejecutivos del sector han sido acusados de delitos civiles o han cumplido condenas de prisión en los últimos años. La aceptación de las criptomonedas por parte de Washington y posiblemente también de Wall Street aumenta los riesgos de que los inversores ordinarios e institucionales al final resulten perjudicados una vez más.“La combinación de una mayor legitimidad y una regulación laxa es lo que realmente me preocupa”, dice Eswar Prasad, miembro sénior de la Brookings Institution. “La adopción más amplia de las criptomonedas tanto a nivel minorista como institucional sin duda podría plantear algunos riesgos”, añade.A medida que más inversores se sientan atraídos de nuevo por el volátil mercado, el impacto de una caída de los precios podría ser incluso más perjudicial que las caídas anteriores de las criptomonedas si el activo se entrelaza cada vez más con el sistema financiero tradicional.“No solamente está de regreso (la industria de las criptomonedas), sino que se va a institucionalizar”, afirma Yadav.Durante la administración del presidenteJoe Biden, la industria de las criptomonedas se sintió vilipendiada por las autoridades estadunidenses.Bajo el liderazgo de Gary Gensler, cuyo nombre provocó abucheos en la conferencia sobre bitcoins de Abu Dabi, la SEC sostuvo que las empresas debían cumplir las normas existentes que rigen los mercados financieros.El regulador lanzó una serie de demandas en contra de compañías importantes de criptomonedas, como las bolsas Coinbase y Kraken, la firma de software Consensys y la empresa de pagos Ripple, acusándolas principalmente de vender valores no registrados. El Departamento de Justicia de EU y otras autoridades también iniciaron acciones legales contra varias empresas.“Ese tipo de cosas se van a frenar de golpe (con Trump)”, dice Coy Garrison, socio de Steptoe y exasesor de la SEC.Gensler dijo que va a renunciar el día de la investidura de Trump, después de que el presidente electo dijo que despedirlo sería una máxima prioridad, para júbilo de la industria.“Este es un nuevo comienzo en muchos sentidos”, dice Bill Hughes, asesor sénior de Consensys, que recibió el golpe de una demanda en verano. “La última administración adoptó una postura de arrasar con todo con respecto a las criptomonedas”, añade, y la elección de Trump marca “una evolución de la forma tan antagónica que están las cosas ahora a una postura coherente y a favor del mercado”.Los directores ejecutivos de la industria de criptomonedas se apresuran a cortejar a Trump, y Kris Marszalek, director de la bolsa de intercambio Crypto.com, fue el último en reunirse con el presidente electo en Florida.Además de la propia retórica de Trump, los entusiastas de las criptomonedas están emocionados con las opiniones de las personas que lo rodean, de las cuales, muchas han respaldado enfáticamente las monedas digitales.Atkins, que se desempeñó como comisionado de la SEC de 2002 a 2008, forma parte de los consejos asesores de Securitize, la compañía de blockchain, y del grupo de comercio de criptomonedas The Digital Chamber.El candidato de Trump para secretario de Comercio, Howard Lutnick, dirige la firma de Wall Street Cantor Fitzgerald, que tiene estrechos vínculos con el gigante de las stablecoins Tether. Su candidato para secretario del Tesoro, Scott Bessent, apoyó abiertamente la industria de los activos digitales, diciendo este verano que “las criptomonedas se trata de libertad”.Elon Musk, uno de los confidentes más cercanos de Trump y un defensor de las criptomonedas desde hace mucho tiempo, está a cargo del Departamento de Eficiencia Gubernamental, un nuevo grupo asesor cuyo nombre es un guiño a la memecoin (una criptomoneda que se basa en un meme) Doge.Mientras tanto, el capitalista de riesgo David Sacks está listo para liderar los esfuerzos en materia de criptomonedas einteligencia artificial en un papel de asesor.“(Sacks) sabe cómo construir y entiende las políticas”, dice Tyler Winklevoss, cofundador de la plataforma de intercambio de criptomonedas Gemini. “También entró muy temprano al mundo de las criptomonedas y apoyó a Trump para hacer que Estados Unidos sea a favor de las empresas, a favor de la innovación y a favor de las criptomonedas”.“Cuando a todas las personas que se sientan a la mesa les gusta nuestra industria, hay que pensar que se avecinan cosas buenas”, dice Mike Novogratz, fundador del grupo de criptomonedas Galaxy.La nueva acogida de las criptomonedas en Washington no es casualidad. La elección de Trump marca la culminación de meses de cabildeo selectivo y cientos de millones de dólares gastados por los inversores para asegurar la victoria de políticos accesibles en Washington y en todo EU.Los titanes tecnológicos de los capitalistas de riesgo Andreessen Horowitz y Sequoia Capital donaron a la campaña de Trump, junto con Jesse Powell, cofundador de la plataforma de criptomonedas Kraken, y Tyler Winklevoss y su hermano gemelo, Cameron, también de Gemini.Coinbase, Ripple y Andreessen Horowitz lideraron el financiamiento del grupo a favor de las criptomonedas Fairshake, que se convirtió en uno de los mayores Super Pacs en este ciclo electoral estadunidense, gastando alrededor de 135 millones de dólares (mdd) los 170 mdd que recaudó.Las donaciones provinieron de las firmas de capital de riesgo Paradigm y Multicoin Capital, el operador de stablecoins Circle, Ark de Cathie Wood y los creadores de mercado Cumberland y Jump Crypto, lo que subraya la profundidad y la magnitud del respaldo de Fairshake.El grupo de cabildeo Stand With Crypto, respaldado por Coinbase, celebró las victorias de 294 políticos favorables a las criptomonedas en el Congreso, en comparación con 134 miembros anticriptomonedas. “Fairshake demostró su valor”, dice Stuart Alderoty, abogado general de Ripple.Josh Vlasto, portavoz de Fairshake, dijo que su trabajo tendrá “un impacto claro e inmediato” en la capacidad del Congreso para aprobar una regulación favorable de las criptomonedas.El grupo fijó la mira en los políticos que están en contra de las criptomonedas, aunque pocos de sus anuncios mencionaron realmente los tokens digitales, y en su lugar se enfocaron en cuestiones como la seguridad fronteriza. Ya se prepara para la próxima serie de elecciones, después de recaudar 78 millones de dólares para las elecciones intermedias de 2026, con 25 mdd adicionales de Ripple.Las campañas a menudo se enmarcan como una batalla por una revolución financiera y personal contra la vieja y cansada clase dirigente, lo que refleja el objetivo de las criptomonedas de ser consideradas como un poder transformador.“¿Quién defenderá las criptomonedas en Estados Unidos?”, preguntó Stand With Crypto en su sitio web.Ahora que se gastó el dinero y se eligieron los políticos, los ejecutivos del sector de criptomonedas centran su atención en conseguir que se implementen las acciones que quieren.“La industria le pagó mucho dinero a mucha gente y va a esperar ver los recibos”, dice Hilary Allen, profesora de la Facultad de Derecho de la American University Washington College.En lo más alto de la lista de deseos está una SEC más amigable. La nominación de Atkins fue festejada por la industria de las criptomonedas, que lo ve como más comprensivo y abierto a la creación de reglas para activos digitales.“Definitivamente entiende la industria”, dice Carlos Domingos, director ejecutivo de Securitize, que ha trabajado con Atkins desde 2019. “Paul ha sido un defensor de la optimización de la regulación…(es) una persona que escucha y toma decisiones basadas en la retroalimentación y (no tiene) esta hostilidad hacia la industria”.Domingos dice que el estado de ánimo ya cambió dentro de la SEC. Después de reunirse con algunos comisionados en diciembre, “el tono es muy, muy diferente, se trata de, ‘Díganos cuáles son sus problemas’, ‘¿cómo podemos solucionar esos problemas?’”.La administración entrante tiene la oportunidad de revertir tantas malas decisiones de política en materia de criptomonedas, entre ellas las decisiones regulatorias motivadas políticamente como la Operación Chokepoint 2.0PAUL GREWAL, COINBASELos inversores dicen que quieren reglas que establezcan qué tokens cripto se consideran valores y, por lo tanto, se regulan como tales bajo la ley estadunidense, y en gran medida preferirían que ningún token cripto sea considerado como valores.Los ejecutivos quieren “reglas claras de camino a seguir, para estar seguros de que no se enfrentarán a medidas coercitivas”, dice Garrison. “Y los beneficios para los poseedores de criptomonedas es que tienen un cierto conjunto básico de protecciones que saben que estas empresas están cumpliendo”.En un esfuerzo por impulsar las criptomonedas más hacia la corriente principal, a los entusiastas también les interesa derogar SAB 121, la regla contable que estipula que las instituciones que poseen tokens digitales para clientes deben tratarlos como pasivos en sus propios balances.Los activos en custodia normalmente se contabilizan como partidas fuera de balance, por lo que la regla hizo que los grandes bancos de Wall Street y los gestores de fondos desconfíen de la tenencia de tokens. Los partidarios esperan que la derogación de la norma los haga más abiertos a la tenencia de tokens y marque el comienzo de una nueva ola de aceptación en Wall Street.El Congreso aprobó la derogación este verano, pero Biden vetó la decisión más tarde. Los ejecutivos ahora esperan que Trump haga caso omiso de la regla y atraiga a las grandes empresas al mercado.Obtener acceso a los servicios bancarios es otra área de interés. Las empresas de criptomonedas denuncian en voz alta su incapacidad para utilizar los servicios de los principales bancos estadunidenses, llamándola “Operation Chokepoint 2.0” y culpan al gobierno de Biden de poner a los grandes bancos en su contra.“La administración entrante tiene la oportunidad de revertir tantas malas decisiones políticas en materia de criptomonedas, entre ellas las decisiones regulatorias motivadas políticamente como la Operation Chokepoint 2.0”, dice Paul Grewal, director jurídico de Coinbase, cuya empresa publicó cartas redactadas de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés) en las que le pedían a los bancos en 2022 que “hagan pausa en toda actividad relacionada con criptoactivos”.Mientras tanto, la nueva legislación que cubre las stablecoins -tokens generalmente vinculados a monedas soberanas- también está en la agenda, y los ejecutivos esperan que se establezcan barandillas para regular su emisión. El mercado de stablecoins se disparó a más de 200 mil millones de dólares, según CCData.“Llenar ese vacío es realmente crítico”, dice Dante Disparte, responsable de política global del operador de stablecoins Circle. “Los dólares digitales tendrán más claridad legal en Europa que en EU”, dice, en referencia a la histórica legislación sobre criptomonedas de la Unión Europea que cubre las stablecoins y que entrará en vigor en 2025.“No puedo imaginar una administración de Estados Unidos primero que permita que se produzca ese vacío internacional”, añade.El cambiante entorno regulatorio entusiasma a los inversores ante la perspectiva de una avalancha de grandes gestores de activos tradicionales que se apresuren a entrar en el mercado de las criptomonedas, impulsándolas a entrar en la corriente principal.“Pasó de ser una clase de activo para algunos entusiastas a una en la que los funcionarios la respaldan y los políticos respaldan su incorporación a la corriente principal”, dice Yadav.En realidad, la incorporación a la corriente principal ya comenzó. El año pasado, la SEC aprobó el lanzamiento de fondos cotizados en bolsa (ETF) de bitcoin y ether al contado, productos regulados en los que los inversores invirtieron dinero para ganar exposición a los tokens cripto.El más grande, el fondo de bitcoin de BlackRock, se disparó hasta alcanzar casi 60 mil millones de dólares en activos. Otras regiones siguieron su ejemplo y Hong Kong lanzó sus propios ETF de bitcoin en abril pasado.Los fondos de pensiones, incluidos el State of Wisconsin Investment Board y el State of Michigan Retirement System, ya han comenzado a mantener bitcoin a través de los fondos, de acuerdo con los documentos presentados.El hecho de que el precio del bitcoin ya superó los 100 mil dólares también estimula el miedo a perderse algo en el mercado, y muchos de los que se quedaron al margen ahora se apresuran a volver a entrar.“Ya comenzó la institucionalización y ese impulso será aún más fuerte en 2025”, dice Richard Teng, director ejecutivo de Binance, la mayor plataforma de intercambio de criptomonedas del mundo.Cuando los precios de las criptomonedas se desplomaron en 2022 después del colapso de la plataforma FTX, fueron principalmente los inversores comunes y las empresas de capital de riesgo que respaldaban a FTX los que salieron perjudicados. Esta vez, pueden estar en riesgo más instituciones.Ahora, la llegada de supervisores estadunidenses amistosos significa que los partidarios de las criptomonedas esperan que las reglas laxas estimulen la participación a gran escala de los bancos de Wall Street, los fondos de pensiones, los fondos de cobertura y otros, liberando miles de millones de dólares y haciendo subir aún más los precios de las criptomonedas.Esto conlleva toda una serie de riesgos.“En este momento, el hecho de que la SEC haya impuesto una (supervisión) relativamente estricta sobre su capacidad para operar es sin duda una restricción”, dice Prasad.“Lo que quiere la industria de las criptomonedas es estar sujeta a la supervisión gubernamental, pero que esa supervisión sea bastante débil porque eso les da exactamente lo que quieren”, añade. “Les permite fomentar una adopción mucho más amplia”.Las stablecoins, en particular, plantean riesgos financieros sistémicos, dada la escala de los bonos del Tesoro de EU que respaldan los tokens. Si hay un pánico en cuanto a las stablecoins, eso “podría disparar una cadena de acontecimientos que terminen desestabilizando varias partes del sistema financiero tradicional”, dice Prasad. Los grandes gestores de dinero y los inversores minoristas al final se podrían enfrentar a pérdidas significativas en la próxima desaceleración.Los reguladores globales y los bancos centrales están conscientes de esto. “La mayoría de los economistas argumentan que bitcoin es una burbuja especulativa que estallará en algún momento”, escribieron recientemente los funcionarios del Banco Central Europeo (BCE).A medida que las criptomonedas se entrelazan más con el sistema financiero tradicional, las vulnerabilidades derivadas de un colapso de sus precios “podrían crear efectos indirectos más fuertes en los mercados financieros tradicionales y contribuir al riesgo sistémico”, declaró el Banco de la Reserva Federal de Nueva York en una revisión reciente.“Lo que me preocupa es que, a medida que esto se vaya integrando más, vayamos sustituyendo los activos relacionados con hipotecas de 2008 por criptomonedas, que son más volátiles”, dice la académica Allen. “Los valores respaldados por hipotecas estaban de alguna manera vinculados a una casa, mientras que los activos cripto se crearon de la nada”, añade.Por último, también hay un elemento de paradoja en la idea de que una industria que nació del deseo de forjar un sistema financiero alternativo lejos de las miradas entrometidas del Estado ahora esté jubilosa de ser aceptada por el que podría decirse que es la clase dirigente más grande de todas: el gobierno de EU.“Esta institucionalización respaldada por el Estado hace subir los precios”, dice Yadav. “Hay una enorme ironía en eso”.Información adicional de Owen Walker en Singapur

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