Si vas a iniciar un cambio en 2025, que sea así
Año nuevo, vida nueva. O eso dicen. Porque, en realidad, del 31 de diciembre al 1 de enero de cualquier año van segundos. ¿Se puede cambiar la vida en ese pequeño intervalo? La respuesta es sí, siempre que venga de la mano de un golpe de suerte. Otra posibilidad, explican los profesionales de la psicología, es que seamos nosotros mismos quienes vengamos trabajando ese cambio, y lo hagamos tras el periodo necesario de reflexión. Y, sobre todo, con la motivación necesaria. Llegamos así a los famosos propósitos de año nuevo , que suelen consistir en modificaciones de rutinas —iniciar, por ejemplo, una dieta o apuntarse al gimnasio— o con el aprendizaje o la puesta en práctica de alguna actividad. Sin embargo, para Pilar Conde, psicóloga y directora técnica de Clínicas Origen, lo importante es que se enmarquen en una reflexión sobre el autocuidado . Y el 1 de enero , por ser el primer día del año, es una fecha igual de buena que las demás para empezar con ese cambio que venimos pensando durante días, semanas, meses... Es decir, siempre redundará en un mayor beneficio de la persona un deseo de cambio ligado a un 'para qué' que sea significativo que «plantearse objetivos poco realistas y sin conexión». Esto, advierte la psicóloga, puede conducir a la frustración y, lo que suele ser más frecuente, al fracaso: «cuando la motivación es baja o nos viene de fuera solemos desistir». Puede pasar que no se hayan evaluado ni las necesidades reales para llevar a cabo dicho propósito ni los posibles obstáculos que puedan aparecer en el camino, así como nuestra capacidad para afrontarlos. Otro aspecto que quieren destacar desde estas clínicas de psicología y psiquiatría es que el cambio de año no siempre es bueno para pensar en transformar algunos aspectos de nuestras vidas. Es un condicionante cultural que identifica fin de año con fin de ciclo y que no es lo suficientemente motivador para todos. Hay quien no necesita ayudarse del calendario para acometer nuevos logros y superarse, mientras que para otros puede ser un buen bastón en el que apoyarse. Así, para saber en cuál de estos dos casos encajamos, «podemos mirar nuestra historia, mirar cuando hemos hecho cambios significativos y si la fuerza del cambio de año, ha tenido papel o no». En base a eso, podemos ver si en nuestro caso el cambio de año, nos aporta ese extra de fuerza o presión, o si nuestros grandes cambios no están relacionados. En el caso de que seamos partidarios de iniciar un cambio coincidiendo con el año nuevo, es importante que apuntemos estos consejos: 1. Conecta con el para qué lo quieres hacer o conseguir y valora la potencia de esos motivos. 2. Examina si tu motivación es intrínseca, que no busque recompensas y aprobaciones externas. 3. Valora los posibles obstáculos que puedan aparecer y valora como superarlos. 4. Elabora el plan de acción con fechas y pasos concretos. 5. Sé consciente de tus fortalezas y valores, y cómo estos te ayudarán en el cambios y el camino. Para todo ello se puede contar con la ayuda de un profesional de la salud mental. En este sentido, desde Origen recuerdan que no son pocas las personas que incluyen en esos propósitos de año nuevo ir al psicólogo. Iniciarte en la ayuda terapéutica «te acompaña el cuidado de tu propio bienestar emocional, te enseña herramientas de gestión para que sentirse bien con uno mismo». Y qué mejor propósito de año nuevo que aprender a ser responsable del bienestar propio y la autoestima. Bajo este paraguas, finaliza Pilar Conde, caben todos y cada uno de los deseos de mejora para este 2025.