Espadas envainadas y tudancas
abalero . Cada uno de los eunucos del visir Ahmed Balensí Abalos, que por preferido del gran califa recibió el encargo de proporcionar a las huríes de su extenso harén sustento, perfumes, sedas y chales, así como de vigilar a todas las concubinas. Una vez caído en desgracia el todopoderoso visir se vio obligadas a dispersarse y buscarse la vida en otros departamentos de palacio. barca . Embarcación pequeña para pescar o pasear. Si a la c se le pone un rabito, que se denomina virgulilla, se convierte en Barça, denominación popular del que dice ser «més que un club». Y tanto que es mucho más. Ningún otro ha sido gestionado en todo el orbe futbolero tan a patadas, como para hacer el ridículo, como lo está haciendo, con el ruinoso fichaje de Olmo, por el que pagó sesenta millones este verano y ha quedado en libertad por no poder ser inscrito. Ya corren propuestas por Barcelona para adjudicar al término culé (seguidor del Barça) su verdadera y muy actual razón de ser: gestionar el club con salva sea esa parte que no es otra que el culo. De ahí, que sean tantos sus socios que quieran darle a quien lo presidente con laporta en sus narices. cuerpo . Entre otras acepciones «conjunto de los sistemas orgánicos que constituyen un ser vivo». Uno de tantos ministros del gobierno de Pedro Sánchez que tiene ese apellido ha sido vapuleado por la compañera de gabinete, Yolanda Díaz, por no haber secundado una propuesta suya de reducción de horas de trabajo, y ha dicho de él que es «casi mala persona». No del todo, sólo casi. Si esto se dice una vicepresidenta ante los periodistas, cómo serán las patadas por debajo de la mesa en sus reuniones ministeriales. espadas . Toda arma blanca, larga, recta, agua y cortante susceptible de ser envainada cuando las circunstancias aconsejan hacerlo ya sea por presiones del poder o la falta de coraje y bemoles para mantenerla enhiesta y presta para la batalla de la que se dijo por el propio que la iba a dar. envainar . Meter en la vaina la espada u otra arma blanca por no tener lo que hay que tener: coraje. O por tener lo que no hay que tener: canguelo. fiscal . Si hablamos, y tanto que hablamos y más que se hablará, del imputado fiscal general del Estado, le cuadra a la perfección la tercera acepción que nos ofrece la RAE en su diccionario: «Persona que averigua o delata operaciones ajenas». Véase móvil por lo que hace al caso. lachus . Onomatopeya de estornudo de un bóvido que suena de modo muy estridente si se efectúa cerca de un micrófono. louzán . Sortilegio usado en Galicia para destruir, o al menos contrarrestar, el poder de las meigas que se oponen a la elección de quien estando condenado por otros asuntos previos, pretende convertirse en mandamás de responsabilidades federativo-futboleras, ya del todo emponzoñadas por actuaciones de predecesores de lo más corruptos. maduro . Que ha alcanzado un estado de desarrollo adecuado para su utilización, funcionamiento o empleo. También quien ha alcanzado la capacidad mental propia de una persona adulta. Ninguna de las dos condiciones se da en el caso del farsante, embustero, mendaz, usurpador, canalla… que volverá tomar posesión de la presidencia de Venezuela pese haber perdido las elecciones y de las que no ha presentado las actas electorales, que confirman que el ganador fue Edmundo González. Individuo que se mantiene en el poder gracias, entre otras complicidades, a la muy estúpida e interesada que le presta José Luis Rodríguez Zapatero. móvil . Que se puede mover. Dícese también del teléfono que cada vez se usa menos para hablar por preferirse su utilización para el envío y recepción de mensajes. Hay usuarios que proceden al borrado de estos cuando no se quiere que no se entere la señora. O su señoría, interesado en conocer cuitas y cuchicheos. Regalo que se hizo el fiscal general del goiberno de Sánchez (antes del Estado) semanas antes de la llegada de los Reyes Magos, convencido como estaba de que sólo le iban a traer carbón y alguna citación más para comparecer en el Tribunal Supremo. olmo . Árbol de la familia de las ulmáceas, abundante en España, de buen crecimiento, que ofrece sombra abundante y madera de calidad, pese lo cual hay quienes –véase el caso de Laporta y el Barça -- pretenden que dé peras en los campos de fútbol. puente . Construcción de piedra, ladrillo, que se construye sobre ríos, fosos y otro sitio para poder pasarlos. Cuando se usa la acepción de «tender puentes», se refiere al propósito de crear conexiones entre personas o cosas, generalmente con fines de apoyo o comunicación, objetivo que en ningún momento ha figurado en la agenda del ministro con este mismo apellido por haberse dedicado a levantar muros y trincheras frente al Partido Popular, según dejó bien a las claras en el fallido debate de investidura de Feijó y que Óscar Puente convirtió con la galanura de sus palabras en una auténtica embestidura. reina maga . Recreación de una parida de tiempos de la segunda república que siendo alcalde de Valencia Joan Ribó recuperó para contrarrestar la adhesión de pequeños y mayores a los Reyes Magos de Oriente. Afecto que se mantiene incólume, según ha quedado acreditado otro año más. Una vez comprobado que la alcaldesa María José Catalá no estaba dispuesta a que se repitiese semejante engendro en las calles de Valencia, sus organizadores han tratado de encontrar otros ayuntamientos que picasen. Y alguno ha picado. rufián . Sinvergüenza, truhan, canalla, bellaco, granuja, pícaro, pillo, bribón, baladrón, bastardo, proxeneta, chulo, macarra, gancho, lenón…adjetivos calificativos que perfectamente encajan en tipos como Nicolás Maduro y todos aquellos que le dan apoyo y toda clase de complicidades. silvent . Erupción cutánea de la piel humana que provoca escozor, malestar y picazón por la presencia y cercanía de la mariposa danaus plexippus, más conocida como monarca. Picazón que se incrementa y agrava cuando la afectada comprueba que la llegada de una colonia de esas mariposas es festejada como señal de nuevos tiempos y celebrada con múltiples muestras de afecto, vítores y aplausos, lo que incrementa su prurito y celos. tudanca . Nombre con el que se conoce en Castilla y León a la bola del juego de la petanca que sale desplazada hasta perderse de vista cuando un jugador, que además va de chulito, lanza la suya con tanta fuerza como que consigue dejarlo ko, forzándole a abandonar con el ánimo entre piernas y las risas de los paisanos por haberse rajarse con tanta facilidad.