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A la decimonovena, el Real Madrid derrotó al Barcelona (1-3)

Lo precedentes entre el Barcelona y el Real Madrid eran claros. Dieciocho partidos entre todas las competiciones, dieciocho victorias para las azulgrana, con 73 goles a favor y 8 en contra. A la decimonovena, el conjunto blanco derrotó a su bestia negra, para apretar un poco la Liga. Son cuatro puntos de diferencia ahora en favor de las catalanas, que seguramente ganarán el campeonato, pero para el Madrid es algo más que tres puntos o que un triunfo, además a domicilio, en un escenario como Montjuïc y ante más de 35.000 espectadores. Es una liberación. “Es muy especial, ha sido demasiado castigo 18 derrotas seguidas, a veces merecimos más. Esta victoria no puede quedar en el olvido. De aquí tenemos que ir para arriba”, dijo Alba Redondo, autora del primer tanto del partido, de cabeza.

Fue en la primera parte, y el Madrid logró mantener el marcador así hasta el minuto 60. Comenzó al ataque el conjunto de Toril, presionando muy arriba y con un primer intento de Moller que paró Cata Coll. El Barcelona fue tomando poco a poco el control, como era de esperar, con Graham muy peligrosa por la banda derecha y con un lanzamiento de Schertenleib al larguero, que Misa despejó los suficiente para que no fuera dentro. No se olvidaba el Real Madrid de atacar, y así llegó el gol de Alba.

Las chicas de Pere Romeu salieron en busca de la remontada en la segunda parte. Se adueñaron de la pelota y al Real Madrid le tocó resistir un rato. Graham, que antes del descanso perdonó una ocasión clarísima, tuvo también el gol en la segunda parte, pero en esa ocasión Misa paró su disparo. Estuvo fantástica la portera en lo que le llegó. A la tercera, la noruega sí acertó de cabeza.

El Barça empató cuando más enredado estaba. Con el paso de los minutos, estaba perdiendo el orden en los ataques y se estaba desprotegiendo. El Real Madrid salía con comodidad y podía contragolpear con apenas dos o tres pases. Los cambios fueron decisivos en el equipo blanco. Entró Caicedo, que era la que corría a los espacios en los balones largos, un peligro constante, y también Weir, que fue la que sentenció el encuentro con sus dos goles. Antes del primero, llegó la jugada polémica por el tanto anulado a Jana por un fuera de juego que no existía.

 

Pero como no hay VAR, se mantuvo la decisión de la colegiada. El Barça se lanzó de nuevo al ataque al verse por detrás, cargando el área con balones, pero sufrió otro gol en contra en los instantes finales, el segundo de Weir, bajo el diluvio que caía sobre la Ciudad Condal en forma de granizo.

El Madrid defendió bien y supo contragolpear y el Barcelona esta vez no pudo concretar en goles el dominio posicional. A la decimonovena llegó la vencida para las madridistas, que viven días, porque en la Champions, en la ida de cuartos, también lograron una victoria de prestigio ante el Arsenal, por 2-0.

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