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“Estamos perdiendo lo esencial de la Navidad”, advierte monseñor Morel Diplán

El Dia 

Este artículo fue publicado originalmente en El Día.

Santo Domingo.- El arzobispo coadjutor de Santo Domingo, monseñor Carlos Tomás Morel Diplán, lamentó que su esencia espiritual de la Navidad que es celebrar el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo haya sido sustituida por el cnsumismo.

"Celebramos la vida, la fraternidad, la comunión, que Dios se hace uno de nosotros. Pero lamentablemente el mercado ha aprovechado este tiempo y lo ha convertido en una gran fiesta de consumo”, señaló.

En ese sentido, advirtió sobre la pérdida de valores fundamentales como la convivencia familiar, la oración y el compartir.

La Navidad es un tiempo para compartir, agradecer y celebrar la vida.

“Hoy hay más accidentes, más intoxicación por alcohol, más conflictos. Muchas familias ya ni se reúnen, se van a restaurantes o cada quien por su lado. Se pierde lo esencial, que es orar y celebrar el nacimiento de Cristo”, expresó en el Programa Hoy Mismo.

Monseñor Morel Diplán consideró paradójico que, en el día más importante para los cristianos, las iglesias tengan menor asistencia.

“Nos preparamos todo el Adviento para este día, pero el 24 la gente está más ocupada en la cena, en la bebida, en la fiesta. El menos feliz es el templo”, lamentó.

Incidencia de la iglesia en estos tiempos

El prelado afirmó que, pese a las percepciones de una disminución de la influencia de la Iglesia, el cristianismo y en particular el catolicismo mantiene una presencia viva y activa en República Dominicana.

“El cristianismo sigue teniendo una gran incidencia en nuestra sociedad, especialmente en cada una de las diócesis. Yo vengo de Santiago, estuve ocho años allí, luego en La Vega y ahora en Santo Domingo, y en todas he visto una gran participación y una vivencia real de la fe”, expresó.

Monseñor Morel Diplán reconoció que existe una narrativa recurrente que plantea una pérdida de protagonismo de la Iglesia en los temas sociales, sobre todo si se compara con figuras históricas como el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez o monseñor Agripino Núñez Collado.

Eucaristía de toma de posesión Canónica de S.E.R. Mons. Carlos Tomás Morel Diplán, como arzobispo coadjutor de Santo Domingo.

Sin embargo, explicó que el contexto ha cambiado. “Antes la Iglesia era pequeña, había pocas parroquias, pocos sacerdotes y no existían las redes sociales. Cuando hablaba uno de ellos, se sentía en todo el país. Hoy el mensaje se diluye más, porque la sociedad es más grande y más compleja”, sostuvo.

A su juicio, la Iglesia no ha perdido influencia, sino que enfrenta nuevos retos derivados del secularismo y de las dinámicas modernas de trabajo.

“Antes la gente no trabajaba los domingos, hoy hay pluriempleo, la gente trabaja sábado, domingo y hasta Semana Santa. Eso dificulta la participación, pero aun así nuestras parroquias están llenas”, afirmó, citando como ejemplo el crecimiento de movimientos como Emaús, que recientemente reunió a unas 15 mil personas en una celebración masiva.

Una iglesia más cercana de la sociedad

Sobre la participación de la Iglesia en los debates sociales y políticos, explicó que hoy existe una mayor fortaleza institucional en el país, lo que reduce la necesidad de intervenciones directas.

“Antes, cuando no había institucionalidad fuerte, Nicolás o Agripino tenían que intervenir en cada crisis. Gracias a Dios hoy las instituciones están más sólidas”, indicó.

No obstante, dejó claro que la Iglesia no puede permanecer en silencio ante las injusticias.

“Nosotros tenemos una doctrina social muy clara sobre derechos humanos, justicia, bien común. No podemos callarnos cuando se vulnera la dignidad de los pobres y de la gente sencilla”, subrayó.

La complejidad del tema migratorio

Uno de los temas más sensibles abordados fue la migración haitiana. Monseñor Morel Diplán reconoció la complejidad del problema, dada la crisis institucional de Haití.

“No hay con quién dialogar del lado haitiano. Es una situación muy difícil”, afirmó.

SNS aclaró que en los hospitales del país no se persiguen a los haitianos y que el protocolo garantiza un trato humanizado.

En ese contexto, sostuvo que la Iglesia respeta las leyes migratorias dominicanas, pero exigió que se preserve la dignidad humana.

“Si hay que deportar, que se haga, pero con los protocolos debidos, con respeto, sin maltratos. No se puede montar a una persona horas en un camión sin agua ni baño”, enfatizó.

Sobre la atención médica a migrantes, dijo que, “la salud es un derecho fundamental. Una mujer embarazada o una persona enferma debe ser atendida, sea dominicana o extranjera. Eso no se discute”.

Sin embargo, rechazó los negocios ilegales vinculados al traslado de parturientas para dar a luz en el país.

El rol de los diáconos en la iglesia

El arzobispo coadjutor también destacó el crecimiento del diaconado permanente en República Dominicana, al que calificó como un “fenómeno muy interesante”.

“Actualmente hay más de 600 diáconos permanentes en el país. Son hombres casados, profesionales, con una vida ejemplar, que sirven a la Iglesia de manera extraordinaria”, explicó.

Sobre el papel de la mujer en la Iglesia, aseguró que su participación es amplia y fundamental.

“Las mujeres tienen una incidencia enorme en los ministerios y en la vida pastoral. El Papa Francisco ha dado pasos importantes en ese sentido, y creo que debemos continuar como vamos”, dijo, reafirmando su postura a favor de mantener el celibato sacerdotal.

En cuanto al panorama global del catolicismo, monseñor Morel Diplán reconoció el declive de la Iglesia en Europa, atribuyéndolo al envejecimiento poblacional y al avance del secularismo.

“En cambio, en África, Asia y América Latina hay crecimiento o estabilidad. El desafío es seguir evangelizando en un mundo cambiante”, señaló.

Valoró positivamente el legado del papa Francisco y la continuidad que observa en el pontificado de León XIV. “Francisco inició una reforma necesaria. Apostó por una Iglesia abierta, sinodal, misionera. El Papa León sigue esa línea, con apertura al diálogo interreligioso”, expresó.

Sobre su rol como arzobispo coadjutor de Santo Domingo, explicó que su misión es ayudar en la gobernanza de la arquidiócesis, manteniendo una relación armoniosa con el arzobispo titular.

“Esto no es política ni una junta de vecinos. Somos Iglesia y debemos trabajar en comunión”, concluyó.

Para esta Nochebuena, monseñor Morel Diplán presidirá la misa en la Catedral Primada de América a las 7:00 de la noche, e invitó a los fieles a recuperar el sentido profundo de la Navidad: “Que no se nos olvide lo esencial, celebrar la vida, la fe y el nacimiento de Cristo”.

La publicación “Estamos perdiendo lo esencial de la Navidad”, advierte monseñor Morel Diplán apareció primero en El Día.

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