La metamorfosis de Alicante en el primer cuarto de siglo XXI: cómo cambia una ciudad en 25 años
Ya nadie paga en pesetas, ni va a ver una película al cine Ideal, tampoco salen los trabajadores de Tabacalera, aunque quien deba ir al Pla todavía tenga que subir la sufrida cuesta de la fábrica. Alicante tiene Madrid más cerca que nunca, a poco más de dos horas gracias a la llegada del AVE; y en Campoamor, donde la gente se agolpaba los sábados para comprar fruta y verdura, hoy luce un auditorio. El aeropuerto cosecha récords y el vetusto trenet dejó paso al TRAM, que ha ido cosiendo barrios de Alicante y municipios cercanos. La ciudad de hoy, después de los primeros 25 años de siglo XXI, es más cómoda por las peatonalizaciones de vías clave, y más segura con las obras antirriadas, culminadas en el exitoso parque La Marjal; sin embargo, son muchos los proyectos inacabados y las promesas que siguen sin cumplirse. En el cajón todavía espera el Parque Central, el nuevo PGOU o la conexión ferroviaria al aeropuerto.