World News in Spanish

María Jesús Merino, alcaldesa de Sigüenza: «En el medio rural existen zonas tensionadas por la falta de vivienda»

Abc.es 
La residencia y convivencia en zonas despobladas tiene un plus, a veces excesivo, de desventaja y desigualdad con respecto a las zonas urbanas y más pobladas, ya que al margen de la situación objetiva de menos recursos se unen los fallos y deficiencias que pueden afectar a servicios básicos. En esta lucha por ir eliminando esta enorme brecha en la calidad de vida, la alcaldesa de Sigüenza, María Jesús Merino (PSOE), representante también de más de ochenta pequeños núcleos de población de la Sierra Norte de Guadalajara, cuenta a ABC el proceso en esta larga y paciente tarea. —A las dificultades ya sabidas, parece que en su zona de esa parte de Guadalajara se están sumando últimamente otros problemas debido a cortes eléctricos y de internet en la comarca ¿Qué es lo que está pasando, cuál es la situación y cómo se va a solucionar? —Es verdad que en la Sierra Norte desde hace tiempo se vienen produciendo micro cortes de suministro eléctrico, aunque la verdad que a veces no son muy prolongados en el tiempo, un minuto o tres, pero hay casos en los que a empresas se les está ocasionando que no vuelvan a retornar algunas máquinas, como las neveras, lo que hace que se estropeen algunos productos porque el suministro no se reinicia bien. Con este problemilla veníamos viviendo, pero ahora lo que suponía un problema pequeño desde hace un par de semanas se han producido casos de cortes de energía de varias horas e incluso días. Desde la parte del Gobierno de Castilla-La Mancha las cosas creo que se están haciendo bien, porque tenemos conexión digital prácticamente en todo nuestro territorio, y somos una de las comunidades autónomas que mejor cobertura tenemos, pero es verdad que las empresas suministradoras de energía tienen la obligación de mantener las líneas en todo el territorio. Esto se hace con más ahínco en las ciudades y en los lugares donde hay mucha más población, pero en los sitios donde somos muy poquitos esto queda en terreno de nadie. No es una cuestión de señalar ni de ponernos en contra de nadie, simplemente de alzar un poquito la voz para que se nos oiga. Los pequeños territorios estamos creciendo, y gracias a la Ley de Despoblación de Castilla-La Mancha en la Sierra Norte de Guadalajara hemos conseguido crecer un 3% en población, y para seguir así es necesario que nos acompañen en todos los sentidos, también en el mantenimiento. —Se ha hecho la oportuna reclamación a la empresa eléctrica responsable, supongo. —Si claro, y nos consta que la Subdelegación del Gobierno también la ha hecho y están insistiendo. En principio en la empresa nos dicen que sí, pero queremos que se nos oiga y no quede en el olvido. Es importante que se termine con la falta de mantenimiento de los sistemas de respaldo que tienen y que parece que llevan muchos años sin actualizarse. Nosotros en esta zona dependemos casi totalmente de la electricidad convencional, porque no tenemos otros sistemas alternativos, por eso requerimos un poquito más de mantenimiento y que se prioricen esas mejoras en la red eléctrica con sistemas de respaldo en la Sierra Norte. —Al margen de esa cuestión, otra que es común en toda España es la importante falta de vivienda ¿Qué situación tienen en esta zona despoblada y cómo se hace frente? —De principio me gusta poner las cosas en positivo. Es verdad que ahora tenemos demanda de vivienda por la misma razón que las zonas urbanas: porque hemos conseguido que nuestros pueblos sean atractivos, conseguimos que la gente invierta y emprenda en nuestros pueblos y lo que ahora nos pasa es que nos encontramos con el problema de la vivienda. Estamos hablando mucho de las zonas tensionadas, que es donde no hay vivienda, pero ahora resulta que en el medio rural nos pasa lo mismo. Nosotros, desde el grupo de acción local de Sierra Norte, en el programa anterior fuimos pioneros en poner en marcha una línea de rehabilitación de viviendas, aunque había que acotarlo y lo hicimos para los ayuntamientos con todas esas casas que se habían quedado de alguna manera abandonadas, como es la antigua casa del médico, del cura o del profesor, porque los pequeños municipios no tenemos casi presupuesto para nada. Con esas líneas de ayuda se financiaba hasta 40.000 euros de rehabilitación para reformar electricidad, fontanería o tabiques hasta ponerlas en condiciones. De esa manera, ya arreglamos cerca de 11 viviendas en 11 de municipios diferentes, y dentro de este programa hemos vuelto a abrir una nueva línea de ayuda para que lo soliciten los ayuntamientos, priorizando a los que no lo habían hecho en la en el programa anterior, y creo que vamos a llegar en torno a otros 12 ayuntamientos, teniendo en cuenta que nuestro espacio local lo forman más de 80 municipios y un 90% por debajo de los cien habitantes. —Al margen de la rehabilitación de viviendas ¿hay posibilidad de vivienda nueva o eso ya es más complicado? —Es complicadísimo, porque a las propias empresas les cuesta mucho venir al medio rural a trabajar. Primero, porque los costes son más elevados a la hora de construir en el medio rural que en una ciudad, y además los precios también son elevados. La gente puede preguntarse cómo voy a apagar un piso igual en cualquier pedanía de Sigüenza que en Guadalajara capital. —Cuando hablamos de ayudas o financiación y nos referimos a las zonas despobladas ¿debemos exigir que sea una financiación diferenciada?. ¿Es esto posible? —Eso es lo que estamos reclamando desde Castilla-La Mancha, porque a nosotros los servicios nos cuestan el triple. Si nosotros tenemos un colegio con tres niños nos cuesta el triple que un colegio al que van 20 a cada aula. Y lo mismo nos pasa con la vivienda o la sanidad. Si queremos tener en todos nuestros pueblos esa cobertura de servicios en 30 minutos, pues tenemos que tener unos servicios asistenciales exponencialmente mayores que los que tienen en las ciudades, que tienen más gente pero más concentrada en el territorio. Aquí tenemos una dispersión geográfica tan enorme que hace que todos los servicios cuesten muchísimo más, por eso es importantísimo reclamar siempre esa financiación diferenciada. —Pero ¿hay fondos tanto autonómicos, nacionales y europeos para estos objetivos? —En los presupuestos regionales que se acaban de aprobar, de manera transversal en todas consejerías aparece el tema de la despoblación como un incentivo. Así, si vives en una zona de extrema despoblación vas a tener un porcentaje mayor de ayuda. A nivel de vivienda desde hace 3 o 4 años ya se están poniendo las primeras medidas para ayudar en la rehabilitación, pero también en el alquiler de viviendas para la gente joven, o para que la pueda adquirir. También estamos pendientes del plan estatal de vivienda, en el que hay cosas que a lo mejor no encajan demasiado pero también hay muchas iniciativas para el medio rural. Yo, como alcaldesa de Sigüenza, creo que para conjuntos históricos serían fundamentales. Hay que tener en cuenta que en el caso de los conjuntos históricos es mucho más caro invertir en ellos porque tienen una normativa muchísimo más exigente. Eso implica que, o se están quedando sin habitantes o los estamos convirtiendo en sitios más bien turísticos. —En su comarca se viene trabajando en lo que se denomina Estatuto de Pequeño Municipio ¿en qué consiste y en qué fase está? —Esto desde los grupos de acción local es algo de lo que llevo hablando ya desde hace 3 o 4 años. Pero cuando la realidad te está dando de bruces es cuando hay que empezar a reivindicarlo de una manera muy exigente, y pongo un ejemplo. Nosotros nos hemos enfrentado a la petición de ayudas de fondos europeos, que han sido fenomenales y que es un dinero que ha venido estupendo al medio rural. Pero los ayuntamientos pequeños nos hemos encontrado con tantas trabas y tantas dificultades que al final el papeleo administrativo es el mismo que el que tiene que hacer cualquier ayuntamiento de una gran ciudad. Y ya no solo la solicitud y la petición, que te cuesta mucho tiempo y esfuerzo, porque además si tienes dinero hay que apañárselas como se pueda y encargárselo a algún experto en la materia, porque hay muchos ayuntamientos que no lo tienen. Además, todas las justificaciones están siendo complicadísimas. No puede ser que un Ayuntamiento de 100 habitantes tenga que tener los mismos protocolos que los de una gran ciudad. Creo que esta es ahora nuestra reivindicación fundamental. Que los ayuntamientos pequeños perdamos esa posibilidad de tener recursos porque los trámites se nos hacen imposibles no es justo. Por tanto, para los municipios más pequeños hay que diferenciar la financiación y las metodologías. —En el caso concreto de Sigüenza se está desarrollando una Agenda Urbana. ¿Qué proyectos destacados contempla? —Creo que hemos alineado un poco todo en Sigüenza. Tuvimos desde 2019 una perspectiva de mira a futuro y no a cuatro, algo que creo que es muy importante, y de ahí surgió la idea de la candidatura Patrimonial Mundial, que llevamos desde 2020. Por eso conseguimos entrar en un tiempo récord en lista indicativa, y además si todo va bien podríamos incluso intentar elevarlo a otro nivel posiblemente para 2027 de 2028, lo que supone unos plazos que otras candidaturas no los han tenido tan cortos. Todo eso porque hay muchísimas gente trabajando detrás. Pero para que esta candidatura pueda llegar a buen puerto habría que trabajar en todas las materias en el municipio. —En este sentido, ¿con qué ayuda cuentan? —Para todo esto pedimos aquellas ayudas que salieron para redactar las agendas urbanas, algo en lo que, pese a ser un municipio pequeño, fuimos pioneros a la hora de tener esta ayuda. En esta agenda urbana vamos trazando las necesidades de la ciudad de aquí a los próximos 20 años. Gracias a eso lo que hemos hecho es ir diseñando nuestra hoja de ruta, con 1,5 millones para asuntos turísticos, una nueva depuradora muy importante desde el punto de vista de la sostenibilidad, hemos conseguido rehabilitar el parque de la Alameda que era un lugar histórico, también todas las iluminaciones artísticas que tenemos en la ciudad. A eso hay que sumar todas esas pequeñas cosas que cuestan muchísimo en los ayuntamientos y que las hemos podido conseguir, como es racionalizar el tráfico en el casco histórico porque antes se aparcaba en cualquier sitio y de cualquier manera, y ahora tenemos nuestros aparcamientos para residentes, otros de zona azul y aparcamientos libres. También hemos trabajado muchísimo en las pedanías para mejorar los accesos y la señalización, así como en toda una red de rutas de senderismo, cicloturismo, nueva señalización monumental de la ciudad... Es decir, esa Agenda Urbana nos marca un poco los pasos que debemos dar para conseguir la candidatura Patrimonio Mundial. Por tanto, todo está un poquito alineado y también es cierto que hemos conseguido recabar muchas ayudas de fondos europeos, que es lo que ha hecho posible la transformación de alguna manera de Sigüenza.

Читайте на сайте