World News in Spanish

La ciudad a la que se refiere Rosalía cuando canta "en la ciudad de cristal me trasquilé" es española

El verso apunta a A Coruña y a un apodo con más de dos siglos de historia ligado al mar

El 'giro católico' profetizado por los obispos ante el 'efecto Rosalía'

Sí, nosotros también estamos en bucle con LUX. Cuando Rosalía dice algo, no da puntada sin hilo. Así lo ha demostrado a lo largo de su carrera musical y con este nuevo álbum no podía ser de otro modo. En su segunda canción del primer movimiento -Reliquia-, ella nos canta como una santa, que deja relicarios por todo el mundo. Nos cuenta qué ha ido perdiendo a lo largo de su vida, de qué se ha ido deshaciendo, como se ha ido deconstruyendo con el paso de los años.

Yo que perdí mis manos en Jerez y mis ojos en Roma

Crecí y el descaro lo aprendí por ahí por Barcelona

Perdí mi lengua en París, mi tiempo en LA

Los heels en Milán, la sonrisa en UK...

En esta canción -a pesar de que hasta el Mov. II no se explique qué fue lo que le hizo necesitar encontrar a Dios y alejarse del mundo- ya da pinceladas del dolor que ha sufrido. Pide salir de la tierra por un instante, solo un momento, siguiendo la temática y deseo de la canción anterior. Pero lo que nos trae a este artículo es algo mucho más tangible. ¿A qué se refiere Rosi cuando canta en Reliquia “En Japón lloré y mis pestañas deshilé

Y en la ciudad de Cristal fue que me trasquilé

Pero el pelo vuelve a crecer, la pureza también

La pureza está en mí y está en Marrakech

No, no, no soy una santa, pero estoy blessed“?

Sí, como todo su álbum el verso suena abierto, casi abstracto. Podría parecer una imagen poética sin anclaje real, pero no lo es del todo. Esa ciudad existe, está en España y tiene nombre propio: A Coruña. Y no es una interpretación forzada ni un guiño casual, sino una referencia que conecta música, historia y paisaje urbano. El apodo no es nuevo ni literario en origen. Forma parte de la identidad de la ciudad desde hace más de doscientos años y tiene una explicación arquitectónica muy concreta, visible a simple vista para cualquiera que se acerque a su puerto.

Por qué A Coruña es conocida como la ciudad de cristal

El sobrenombre de ciudad de cristal no tiene que ver con fábricas, metáforas modernas ni con la fragilidad urbana. Nace de algo mucho más tangible: las galerías de La Marina, uno de los conjuntos acristalados más grandes y singulares de Europa.

Estas galerías se extienden a lo largo del frente portuario y están formadas por fachadas completamente acristaladas que reflejan la luz atlántica. Desde el mar, la imagen es inconfundible. Desde tierra, también. Ese “muro” de cristal convirtió a A Coruña en una ciudad reconocible y distinta ya a principios del siglo XIX.

La solución arquitectónica tenía un objetivo práctico: proteger las viviendas de la lluvia y el viento, aprovechar al máximo la luz solar y mantener una temperatura más estable en el interior. Función y estética fueron de la mano, mucho antes de que se hablara de eficiencia energética.

Las galerías de La Marina, origen de un apodo

Las galerías de La Marina no nacieron como un capricho burgués. En sus orígenes, muchos de esos edificios estaban habitados por pescadores, que incluso podían amarrar sus embarcaciones cerca de los soportales. Con el tiempo, esa arquitectura se convirtió en seña de identidad urbana.

Hoy siguen siendo una de las imágenes más icónicas de la ciudad, junto a la Torre de Hércules, el faro romano en funcionamiento más antiguo del mundo. No es casual que ambos elementos convivan en el imaginario colectivo: piedra y cristal, historia y luz, permanencia y reflejo.

Por eso, cuando se habla de ciudad de cristal, en Galicia y fuera de ella, el nombre de A Coruña aparece de forma casi automática.

Rosalía y la ciudad de cristal: una referencia abierta, pero no inocente

El verso de Rosalía no menciona explícitamente la ciudad, pero tampoco lo necesita. Todos sabemos que durante el tour MOTOMAMI, donde Rosalía performatizaba cómo cortaba su cabello -una extensión ficticia-, ¡se cortó el suyo real! Fue en A Coruña, por supuesto. Su música juega a menudo con imágenes reconocibles que funcionan en varios niveles: emocional, simbólico y geográfico. En este caso, la ciudad de cristal no es solo un lugar físico, sino también un espacio de exposición, vulnerabilidad y aprendizaje.

Que ese espacio remita a A Coruña no resulta extraño. La ciudad ha sido históricamente punto de partida y llegada, puerto, frontera y escaparate. Un lugar donde todo está a la vista, donde el cristal deja ver, pero también refleja.

La ambigüedad del verso permite múltiples lecturas, pero el referente existe y está bien documentado. Y eso añade una capa más de sentido a la letra.

Читайте на сайте