Cuando los memes, TikTok y la política confluyen: el uso de la cultura pop para captar el voto joven

La cultura de internet ha ido modulando, desde hace tiempo, la forma en la que los políticos y las instituciones articulan sus mensajes.

Cuando memes y política confluyen para captar el voto joven

Los políticos siempre han usado (o generado) memes para atraer la atención de los votantes, incluso antes de que se conocieran como tal. Ahora, ya es habitual que aprovechen elementos de la cultura pop para movilizar al electorado más joven y captar su voto, ¿pero estas campañas tienen algún efecto?

En perspectiva. Hasta llegar a los vídeos de potaxies y fifes del PSOE, los gatos de Sumar o los intercambios de memes entre las NNGG del PP y las Juventudes Socialistas, ha habido muchos ejemplos a lo largo de la historia de cómo los políticos han adaptado la cultura popular a sus campañas:

  • Alianza Popular presentó a finales de los 80 un jingle inspirado en The final countdown (Europe), una estrategia de usar música en tendencia que replicó años después el PP con una versión merengue de su himno.

El uso político de los memes

La era TikTok. En los últimos años, ha habido un cambio importante que tiene que ver con la capacidad de viralizar estos contenidos. Los vídeos que se mueven en plataformas como TikTok, una de las redes que más usan los zetas (IAB Spain 2023), también para informarse (Reuters Institute), están modulando la forma en la que los políticos comunican sus mensajes.

Lo explica a Newtral.es el sociólogo Iago Moreno: “Ahora mismo, la memética, que es hablar a través de referencias compartidas con los demás, es el centro de todo. Tiene sentido que hoy los partidos hagan referencia a fenómenos como Las Verdunch o Llados, que han creado esas nuevas formas de hablar, sobre todo si es algo joven, fresco y grassroot”. 

  • “Pero pensar que este tipo de contenidos sirve para apelar a la juventud es a la comunicación política lo mismo que la alquimia a la ciencia, no hay mucha profundidad en esto”, explica el sociólogo por la Universidad de Cambridge, en referencia al uso de este tipo de memes.
  • “El problema es que los partidos, sobre todo los que están en el Gobierno, no suelen generar más simpatía por apropiarse de estos códigos ajenos; lo que vemos es más bien cringe. Los cuentos con IA sobre puchainas psoítas para hacer circular un mensaje político denotan, más que una virtud propia por aprender los códigos que dominan las redes, una incapacidad para relacionarse con los actores digitales nativos”, añade.

Un ejemplo, más allá del uso político de los memes. En muchos casos, no son los partidos o las instituciones los que acaban movilizando el voto, sino los propios referentes de estos nativos digitales a los que ellos apelan. En enero, la Comisión Europea pidió a Taylor Swift que animase a los jóvenes a votar en las elecciones europeas.

La desafección política

Todo esto, en un momento marcado por una “profunda desconfianza en las instituciones y las organizaciones políticas”, como explican Moreno y Paolo Gerbaudo en su investigación.

El Informe España 2030 de la Universidad de Comillas advierte de que el 80% de los jóvenes no se sienten escuchados por los políticos. En otra encuesta de la iniciativa El futuro es ahora concluyen que el 87% no se sienten representados por los partidos.

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