Estos serían los pasos en el proceso de una hipotética ruptura diplomática entre dos países
Repasamos los distintos pasos que pueden dar los gobiernos ante una crisis diplomática entre dos países.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha citado este lunes al embajador de Argentina en España tras, este domingo, haber llamado a consulta sine die -sin fecha definida de vuelta- a la embajadora española en Argentina. Se trata de un primer paso que, en caso de empeorar, podría desembocar en una hipotética ruptura diplomática entre los dos países, según expertos.
- Contexto. El Gobierno de España ha pedido las disculpas públicas del presidente de Argentina, Javier Milei, tras los “ataques” que hizo el fin de semana a la mujer del Presidente del Gobierno tachándola de “corrupta”, algo que Milei ya ha dicho que no hará. Es por ello que Albares no ha descartado actuar en consecuencia con un posible inicio de proceso de ruptura diplomática.
Pasos para una ruptura de relaciones entre dos países:
- La llamada a consultas de Albares supone que el embajador de España en Argentina deje su cometido de manera obligatoria y regrese para informar de primera mano las opiniones de los principales órganos de gobierno argentinos sobre la situación. Ante esta ausencia (que puede durar días, meses o años) sería sustituido provisionalmente por el encargado de negocios, el funcionario diplomático por debajo del embajador, según explica a Newtral.es José Ángel López, profesor de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales en la Universidad Pontificia Comillas (ICADE).
“Se trata de un descabezamiento simbólico de las relaciones, aunque supone la reducción de la representación diplomática porque la misión baja de primera a tercera categoría”, aclara el experto.
- En el caso de que la situación siga evolucionando negativamente tras las reuniones, los ministerios de exteriores “comenzarían a intercambiar notas diplomáticas que pueden ir acompañadas de expulsiones de diplomáticos del país o de declaraciones de personas non gratas”, explica López. Estas expulsiones serían totalmente paralelas y equilibradas, pero las relaciones seguirían existiendo.
- El siguiente escenario sería la suspensión temporal de relaciones, período preparatorio en el que se decide si finalmente se lleva a cabo la ruptura definitiva de las relaciones.
López explica que en ese caso extremo “no tienen por qué romperse las relaciones consulares, aquellas de las que dependen los intereses cruzados de los ciudadanos y las empresas de ambos países”.
Fuentes
Entrevista con José Ángel López, profesor de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales en la Universidad Pontificia Comillas (ICADE).
EFE