Irene Paredes: “Ir a los Juegos Olímpicos era un sueño lejano, ahora queremos hacerlo bien”
Ganar el Mundial 2023 y la Nations League 2024 cuelga a España la medalla de favorita en los Juegos Olímpicos de París 2024. Una insignia, un foco, del que las futbolistas de la selección quieren huir para seguir triunfando. Corregir, trabajar y mejorar son tres de los verbos que más se escuchan en la concentración, especialmente en boca de su capitana, Irene Paredes, quien baja el ritmo de las expectativas. “Presentarte a un partido y decir que eres la campeona del Mundo no sirve de nada”, dice a Newtral.es.
Con la fatiga de la temporada presente, Irene Paredes (Legazpi (País Vasco, 1991) celebra que los malos resultados se dieran antes de afrontar los Juegos Olímpicos, el torneo por el que más ilusión desborda. “Cualquier toque de atención es mejor antes de París 2024”, explica, exigiendo una marcha más. “Soy una persona coherente y consciente de dónde venimos, y lo que hemos hecho en el último año es muy difícil. Si sirve de algo es para que los rivales nos tengan más ganas”, dice recalcando el compromiso del equipo para trabajar.
Irene Paredes: “Seguimos valorando lo que es consecuencia del esfuerzo y del compromiso”
Los ojos de Irene Paredes brillan imaginando una medalla en los Juegos Olímpicos de París 2024. “Es una competición que me hace mucha ilusión. En el último año hemos luchado mucho para lograr cosas que nos empujan a trabajar más, estar aquí es motivo para estar contenta”. La responsabilidad es mayor para un grupo de futbolistas que sienten que no pueden fallar. “Somos conscientes, pero nosotras estamos muy tranquilas y trabajando muy bien”, dice sobre la selección en París 2024.
En Río 2016, Irene Paredes vio aparecer en el vestuario del PSG a la alemana Sara Däbritz con la medalla de oro colgada al cuello. Acostumbrada al triunfo, no parecía darle mayor importancia a una medalla a la que la defensa española se sentía imposible de lograr. “Yo flipaba. Si ya era un sueño ir porque lo veías lejano, ahora que estamos queremos hacerlo bien”.
Para no perder el valor de cada éxito, Irene Paredes insiste en mencionar el sacrificio de todas. “Nos engancha la victoria, especialmente a las que hemos vivido toda la evolución del fútbol. Seguimos valorando lo que es consecuencia del esfuerzo y del compromiso. Sabemos que siempre podemos ser mejores, y que podemos atraer a más personas. Hay mucho por hacer todavía”, recalca.
“Tener a nuestra familia cerca en París 2024 forma parte de la salud mental”
En el Mundial 2023, Irene Paredes pudo tener cerca a su mujer y a su hijo en una medida de conciliación que la capitana celebró. En los Juegos Olímpicos de París 2024, Lucía y Mateo podrán compartir espacio con la futbolista, alojándose en el mismo hotel para facilitar el contacto. “Forma parte de la salud mental, para mí es importante tener a nuestra gente cerca porque hace que estés en paz y puedas rendir mejor”.
Al margen de los psicólogos deportivos que ya trabajan de forma normalizada en las concentraciones de la selección o en su club, el FC Barcelona, Irene Paredes cuenta con un psicólogo personal que le ha ayudado a superar momentos difíciles, como la lucha del ‘Se Acabó’ así como la pérdida de su padre días después de ganar la Champions League en 2023. “Tengo la suerte de haber dado con la persona idónea, los psicólogos son totalmente necesarios”.
Salud mental, dice, también es separar los espacios entre la persona y la profesional. “Aunque depende de cada deportista”, matiza. “Yo tuve mi experiencia y siempre me ha ido mejor haciendo otras cosas durante el día que no sean solo fútbol, centrada a tope con lo que toca, pero sabiendo desconectar”.
Cuando se fue a París, su vida cambió por completo en este sentido. “Venía de tener a mi familia cerca en Bilbao y tareas de universidad, de casa… Y de repente hacía todo por y para el fútbol. Empecé a rendir peor, a obsesionarme con los entrenamientos, y ahí fue mi mujer Lucía la que me ayudó a analizar la situación: Irene es mucha más cosas aparte de jugadora de fútbol. Descubrí que el alto rendimiento no significa estar obsesionada. Hay un cambio en la manera de entender esto”, concluye.