“Jovenlandeses” y “segarros”: así funciona la ‘algolengua’ del odio para sortear el algoritmo de las plataformas
«Jovenlandeses», «enflautamientos», «fumigaciones»… Las comunidades de buleros en internet han desarrollado su propio argot para hablar de determinados temas y, en muchos casos, evitar las restricciones de las redes sociales por el uso de algunas expresiones de odio o ilícitas según la normativa europea.
- Para resolver dudas sobre el significado de estos términos y aclarar palabras, hemos creado un diccionario de conceptos alternativos sobre desinformación en Internet.
Antes, un poco de contexto. Este fenómeno se conoce como algospeak (algolengua, en español), un nuevo léxico con grafías, símbolos y eufemismos alternativos que se usa para esquivar la moderación del algoritmo que detecta mensajes de odio en redes como Instagram o TikTok, explica la Red Internacional de Periodistas (IJNet).
- Este «lenguaje codificado» permite a los usuarios eludir la vigilancia “impuesta por las plataformas digitales, que buscan frenar la desinformación”, explica a Newtral.es Juan Merodio, divulgador de marketing digital e inteligencia artificial.
Cómo. Esa moderación de contenidos implica imponer restricciones a los usuarios que incumplan las políticas de cada red social con discursos del odio, mensajes que inciten a la violencia o pornografía (son distintas en cada caso). Se aplican, por ejemplo, sobre contenidos que desinformen acerca de la salud o contribuyan al odio.
- Para localizarlos, “las plataformas usan distintos mecanismos, que incluyen algoritmos que buscan patrones en el lenguaje o detectan contenido asociado a fuentes dudosas y utilizan moderadores humanos. Cada una tiene un nivel diferente de moderación”, explica Merodio.
- Y aunque “el uso de estas palabras alternativas sortea estos sistemas en algunos casos, las plataformas están cada vez más atentas a esas tácticas para evadir restricciones, monitorizando también ese lenguaje en evolución”, añade.
Un apunte. Pero la algolengua no se limita a sortear los controles de las redes, también es un catalizador social y cultural porque propicia la aparición de referencias comunes.
- Compartir palabras para nombrar determinadas realidades y tener, casi, un idioma propio, ayuda a generar comunidad y crear un relato, capitalizado, en algunos casos, por la extrema derecha en situaciones de crisis, y en otros, por movimientos sociales en mitad de un conflicto (como en el caso de los creadores propalestinos).
Disclaimer. Estos equipos de moderación de contenido ilícito o contrario a las normas de comunidad de las plataformas no tiene ninguna relación con el trabajo de los verificadores independientes que, como Newtral.es, luchan contra la desinformación.
De «jovenlandeses» a «enflautamientos»: diccionario de conceptos relacionados con la desinformación y los discursos de odio
Covid. Con la pandemia se han ido creando términos nuevos dentro de esa algolengua para referirse a todo lo relacionado con el virus y sortear las restricciones de contenido impuestas por las plataformas.
- Vacunas. Para ellas, tienen un montón de sinónimos: “kakunas”, “inyecciones”, “inoculaciones”, “pinchazos experimentales” o “experimentos». También se refieren a las personas que se las han puesto como “kakunados” o “vacuñados”.
- “El poder de los enflautamientos”. Esta expresión se relaciona con un supuesto aumento de enfermedades derivadas de las vacunas contra el covid.
- “Repentinitis”. Se usa para referirse a las muertes “repentinas” o “inesperadas”, de nuevo, como consecuencia de las vacunas, según ellos.
Migración. Es otro de los focos de desinformación que más se propaga. Para bordear los límites de las políticas de uso de las redes sociales y que no se identifique el contenido como discurso de odio, también se usan expresiones alternativas para nombrar a las personas migrantes.
- “Jovenlandeses”. Hace referencia a los jóvenes extranjeros, a los que criminalizan asociándoles con delitos. Se usa de forma irónica para hablar de su nacionalidad, que, dicen, los medios ocultan deliberadamente. El término «jovenlandeses» no solo lo utilizan usuarios anónimos en internet, partidos políticos como Vox también lo hacen.
- “Los que no comen jamón”. Es otra expresión con la que aluden de forma indirecta a la religión de las personas migrantes que profesan el islam sin verbalizar expresamente su origen. También utilizan nombres como Mohamed de forma generalizada y peyorativa para referirse a ellas.
- “Segarro, amego” [sic]. Otra forma de criminalizar a los migrantes. Es una expresión que pretende ser “cómica» con la que se hace referencia a una persona marroquí que, imitando su acento, pide un cigarro a alguien para intentar robarle.
- Remigración. Un concepto con el que se defiende la deportación masiva de migrantes, que vienen a España a “sustituir” y reemplazar a la población autóctona. Lo suelen usar grupos vinculados a la extrema derecha.
Nazismo y judaísmo. Las alusiones a la Alemania nazi están especialmente penadas en algunas redes. TikTok, por ejemplo, no muestra ningún vídeo al introducir los términos “nazismo” o “Adolf Hitler” en el buscador; en tal caso, aparece un mensaje con un enlace a la web de la UNESCO con información sobre el Holocausto.
- Para sortear esas limitaciones, se popularizó, por ejemplo, la expresión “el famoso pintor austríaco” para referirse a Adolf Hitler, en alusión a su etapa como artista en Viena.
- También se refieren de forma despectiva a los judíos como “los que llevan el posavasos en la cabeza”, en referencia a la kipá, con la que se cubren la cabeza los judíos practicantes.
Medioambiente. El relativismo climático también ha construido su relato con expresiones como “cambio cromático” para referirse a la supuesta manipulación de los colores en los mapas de temperaturas.
- Para referirse a los chemtrails, emplean expresiones como “aviones dibujando líneas”, “calimas” o “fumigaciones masivas”.
Otros conceptos más allá de los «jovenlandeses». Más allá de la desinformación en sí misma, crear expresiones nuevas para sortear el algoritmo también es común en internet cuando se está hablando de drogas o actos violentos y de carácter sexual, temas también penalizados en redes.
- Hay creadores de contenido que han elaborado y popularizado, incluso, su propio diccionario de conceptos. La youtuber Soy una pringada usa en sus vídeos términos como “petit suisse” para referirse al suicidio; “archivo pdf”, en alusión a la pederastia, o “violín de cuatro cuerdas” para describir una violación.
Fuentes
Juan Merodio, divulgador de marketing digital e inteligencia artificial
Red Internacional de Periodistas (IJNet)
Media Diversity Institute
Reddit y Telegram
The Washington Post
Vídeos del canal de YouTube de Soy una pringada