Taller de salud sobre la microbiota: cinco síntomas clave de que está alterada
El pasado 2 de octubre celebramos nuestro tercer taller de salud de la temporada en Madrid, enfocado en la microbiota intestinal y su crucial papel en nuestra salud. Impartido por la Dra. Débora Nuevo, jefa de la Unidad de microbiota de Olympia Quirónsalud, este taller nos ayudó a comprender mejor cómo cuidar este "Guardián Invisible" de nuestro organismo.
La microbiota, un conjunto de millones de microorganismos que habitan en nuestro intestino, desempeña funciones vitales más allá de la digestión. Según la doctora Nuevo, "cuanto más variada es la microbiota, más sana es", lo que se traduce en una mayor protección frente a enfermedades y un mejor funcionamiento del sistema inmunológico.
¿Qué es la microbiota y por qué es tan importante?
La microbiota se forma desde el nacimiento, principalmente a través del parto vaginal, y se va diversificando a lo largo de la vida. Este conjunto de microorganismos, que incluye bacterias, virus, hongos y parásitos, vive en simbiosis con nuestro organismo. No solo cumple funciones digestivas, sino que también tiene un rol clave en la inmunidad, el metabolismo y la salud mental.
Durante su presentación, la doctora Nuevo explicó que la microbiota ayuda a digerir alimentos que nuestro cuerpo no puede procesar por sí solo, como carbohidratos complejos, proteínas y grasas. Además, sintetiza vitaminas del grupo B, vitamina K y sustancias antiinflamatorias esenciales para nuestra salud.
También aclaró su papel en la regulación de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, fundamentales para el estado de ánimo. Una microbiota desequilibrada puede influir en la aparición de problemas emocionales como la ansiedad o la depresión, lo que demuestra una vez más la interrelación entre la salud intestinal y la salud mental. La relación entre el intestino y el cerebro, conocida como el 'eje intestino-cerebro', permite que nuestro intestino comunique directamente con el cerebro a través del nervio vago, influyendo en nuestras emociones y hasta en dolores de cabeza. Cuidar la microbiota, por lo tanto, no solo beneficia nuestra salud física, sino también nuestro bienestar mental.
Los cinco síntomas de una microbiota alterada
La doctora Nuevo destacó cinco síntomas clave que pueden indicar que nuestra microbiota está desequilibrada:
- Hinchazón abdominal.
- Alteración del tránsito intestinal (estreñimiento o diarrea).
- Malas digestiones.
- Infecciones frecuentes (como catarros o candidiasis).
- Intolerancias o alergias nuevas.
Estos síntomas pueden aparecer de manera aislada o simultáneamente, afectando a nuestro bienestar general. La microbiota juega un papel crucial en nuestra defensa. De hecho, el 80% del sistema inmunológico reside en el intestino, lo que convierte a esta comunidad de microorganismos en un órgano esencial para protegernos frente a infecciones y enfermedades autoinmunes.
"En nuestro intestino hay más bacterias que estrellas en la Vía Láctea"
Un dato sorprendente que la doctora compartió es que en el intestino hay alrededor de 10 millones de bacterias, una cantidad que supera el número de estrellas en la Vía Láctea. Este equilibrio bacteriano es fundamental para la correcta función inmunológica, y su alteración puede contribuir a enfermedades autoinmunes, alergias y otros problemas de salud.
Consejos para cuidar la microbiota
La doctora ofreció valiosos consejos para mantener una microbiota sana:
- Incorporar probióticos (microorganismos vivos) y prebióticos (fibra insoluble) en la dieta.
- Hacer ejercicio regularmente, ya que favorece la diversidad bacteriana.
- Mantener un buen estado de ánimo y evitar el estrés, factores que afectan a la regulación de la microbiota.
- Evitar el consumo excesivo de alimentos y dejar que la microbiota descanse entre comidas.
- Reducir el consumo de alcohol y tabaco, que inflaman y desestabilizan la microbiota.
Como explicó la doctora durante el taller, mantener este "Guardián Invisible" en equilibrio es clave para disfrutar de una vida más sana y longeva. Incorporar buenos hábitos alimentarios, hacer ejercicio y reducir el estrés son pasos sencillos, pero efectivos, para garantizar que nuestra microbiota siga protegiendo nuestro organismo de forma natural y eficiente.
Como bien señaló la doctora Nuevo: 'Cuidar la microbiota es cuidarnos a nosotros mismos, desde adentro'.