Emociones positivas: pueden curar, pero son las grandes ausentes de las terapias tradicionales
Desde Freud en adelante, el análisis le dio suma importancia a la crisis, al trauma, a ir a buscar el punto de dolor. Tanto, que algunos se quedaban anclados en eso, dando vueltas sobre lo mismo por años. De un tiempo a esta parte, aparecen recursos que se paran desde las fortalezas del paciente y las emociones "positivas" (alegría, resiliencia, capacidad de juego, buen humor, etc.) para salir de estados anímicos de desequilibrio.