BBVA salva a Venezuela de un verano sin cerveza
La caída de los precios del petróleo ha debilitado especialmente al país, que se enfrenta además en los últimos meses a una fuerte crisis política y social. Esta situación tiene lugar también en un contexto en el que se encuentra gravemente afectado por la escasez de alimentos y medicinas.
La falta de materias primas obliga a importarlas, a pesar de las dificultades que encuentran las empresas en los trámites para solicitar divisas, ya que este proceso compete única y exclusivamente al Estado desde el año 2003.
El Grupo Polar, la mayor compañía de alimentación y bebidas de Venezuela, anunció hace un mes que paralizaba la fabricación de cerveza. Controla el 80% del mercado cervecero del país y sus plantas se encuentran custodiadas por los trabajadores, ante el temor de que el régimen de Maduro pretenda nacionalizar las fábricas.
La empresa se ha visto obligada a detener su producción debido a que el Gobierno de Nicolás Maduro no ha vendido divisas para importar cebada malteada, una materia prima que no se produce en Venezuela.
Crédito de BBVA por 30 millones
Ahora, según ha sabido El Confidencial Digital, Grupo Polar ha obtenido de BBVA un préstamo por 30 millones de euros (35 millones de dólares) para financiar la compra de materia prima importada y poder reactivar su producción en la primera quincena de julio.
Se trata de una solución temporal, que garantiza la fabricación hasta finales de 2016. El crédito se extiende durante seis meses, utilizando como garantía sus acciones en Inversiones Banpro International Inc. N.V. Curacao, una firma domiciliada en la isla caribeña de Curazao, en la que Polar tiene una participación desde 1984.
La inyección económica del banco que preside Francisco González permitirá también importar lúpulo y láminas de acero para poder fabricar las tapas de las botellas, a la espera de tener acceso a divisas en el sistema cambiario oficial para cancelar el préstamo contraído.
Coca-Cola también tuvo que detener la producción
En este contexto, la compañía mexicana Coca-Cola FEMSA también se vio forzada a paralizar la producción de sus refrescos en Venezuela debido a la falta de azúcar refinado en el país.
Las centrales azucareras del país interrumpieron su actividad hace un mes, igual que la producción de cerveza, lo que provocó que la compañía solo pudiera producir bebida hasta agotar las existencias de azúcar con las que contaban.
Las plantas embotelladoras del país solo pudieron continuar elaborando bebidas no azucaradas, como Coca Cola Light, aunque el 90% de ellas precisa de esa materia prima en su contenido.