¿Y la brecha entre centros públicos y privados en PISA 2015?
En España el debate sobre la inequidad que genera la segmentación del mercado escolar entre centros públicos y los de titularidad privada (privados y concertados) es bastante abultado. Conviene, por esta razón, incluirlo de forma prioritaria dentro de las reflexiones que las muestras españolas de PISA 2015 van a facilitar en los próximos meses.
En este post, escrito a vuelapluma justo tras la publicación de los microdatos por parte de la OCDE, se dan algunas noticias que permiten revisar el debate sobre la titularidad de los centros con datos actualizados.
- La titularidad de los centros contribuye poco a entender las diferencias en rendimiento
Se suele creer que la distinción entre centros públicos y privados es clave para entender los efectos de escuela en España. Los efectos de escuela son aquella parte de los resultados que obtienen los niños dependiendo del centro en el que están escolarizados (o mejor dicho, del centro en el que se les observa en los datos). Pues bien, PISA 2015 sugiere que la distinción entre centros públicos y privados a penas explica un 1,5% de las diferencias en las puntuaciones que los estudiantes de distintas escuelas obtienen en matemáticas o lectura en la muestra española.
- La diferencia entre escuelas públicas y privadas (sólo) contribuye a la inequidad por la composición socioeconómica de su alumnado
Las escuelas públicas obtienen unas puntuaciones significativamente más bajas que las privadas/concertadas. La brecha entre ambos tipos de centros es del 12% en las pruebas de matemáticas, muy cercana a la que se ve en comprensión lectora. ¿Y a qué se deben estos peores resultados de los centros públicos? Fundamentalmente al perfil socioeconómico de sus alumnos.
En el gráfico que se presenta a continuación vemos cómo evoluciona la distancia en el rendimiento medio entre centros públicos y privados según descontamos el efecto de una serie de variables que generalmente se asocian con la inequidad educativa. La línea roja vertical marca la posición media de los centros privados. La distancia bruta (marcador azul) entre centros públicos y privados sitúa a los primeros unos 34 puntos PISA por debajo de los segundos.
Figura 1. Diferencia en las puntuaciones en matemáticas entre centros públicos y privados brutas y netas (descontando el efecto de algunos generadores de inequidad)
El marcador rojo corresponde a la distancia entre los dos tipos de centros una vez descontados los recursos con los que cuentan los hogares de los estudiantes que asisten a cada tipo de centro (educación de los padres, renta, ocupación, recursos educativos, etc.). Como se puede ver, la desventaja de los centros públicos se reduce un 60% sólo al tener en cuenta las diferencias en el estatus socioeconómico de los hogares. Dicho de otra forma, dos tercios de las diferencias en rendimiento entre los centros públicos y privados/concertados se deben a las diferencias en el estatus socioeconómico de sus alumnados.
Resulta importante para terminar evaluar dos hechos que son muy comúnmente aceptados aunque, como se ve en PISA 2015, con poco fundamento empírico.
- ¿Cuánto importan las diferencias en los recursos de los centros?
El marcador verde mide la brecha por titularidad de centro cuando se tienen en cuenta algunas medidas estándar de recursos materiales y humanos de los centros (ratios de estudiantes por profesor y de estudiantes por ordenador). Es un hecho muy conocido en la literatura académica que los recursos de las escuelas (por encima de un cierto umbral) apenas contribuyen a explicar las diferencias entre ellas. Pues bien, lo mismo se puede decir en España. La brecha entre centros públicos y privados no parece deberse a diferencias en los recursos que aquí se miden.
- ¿Y la presencia de inmigrantes?
Finalmente, una vez más, PISA nos permite ver que la brecha entre centros públicos y privados no se debe tampoco a la mayor presencia de inmigrantes en los primeros. Se puede decir que descontar el peso que tiene la población inmigrante en cada centro no mejora en nada nuestro conocimiento de las razones por las que centros públicos y privados son diferentes entre sí.
En resumen, PISA 2015 ha permitido una vez más confirmar que la peor situación relativa de los centros públicos es básicamente un espejismo debido en gran parte a que las escuelas públicas y privadas tienen distintos tipos de alumnado. Descontar estas diferencias en el estatus socioeconómico de los alumnos reduce la distancia en rendimiento medio por titularidad de centros del 12 al 4%.
Hay poco más que pueda decirse si el debate sobre las diferencias entre escuelas públicas y privadas sigue encasquillado en la idea de que el problema son los recursos humanos y materiales con los que están dotadas las escuelas y, ¡oh!, los inmigrantes.