Los taxis y la hora del vampiro
Cuando a Jonathan Harker le encargaron la tarea de gestionar la venta de unas propiedades a un tal Conde Drácula, no podía imaginar que el viaje iba a ser menos placentero de lo esperado . El cochero le dejó en plena noche en mitad del bosque y Harker tuvo que esperar pacientemente, con los lobos aullando a su alrededor, hasta que llegase el transporte que le tenía que llevar al castillo del Conde. Es de suponer que a Harker la espera se le hizo larga, tal como les ocurre a los miles de personas que llegamos a los aeropuertos de la Comunidad. Читать дальше...