Un proyecto piloto para reutilizar el 70% del agua de lluvia en Madrid Nuevo Norte

Abc.es 

La modernización del norte madrileño sólo podrá prosperar con estudios de sostenibilidad que la respalden. Ayer se presentó uno de ellos: se trata de dos instalaciones que proyectan descontaminar el 70% del agua de lluvia en toda la zona que ocupará Madrid Nuevo Norte . La inversión desde el ayuntamiento asciende a 256.000 euros y el estudio revelará sus resultados en 2025. El proyecto piloto está ubicado entre las calles Agustín de Foxá y Mauricio Legendre, en Chamartín. Técnicamente hablando, se trata de SUDS (Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible). Estos sistemas son una necesidad para toda remodelación (en este caso, Madrid Nuevo Norte) que busque adecuar sus acciones a los objetivos de desarrollo sostenible (ODS). En esa línea, el estudio va a utilizar dos tipos distintos de SUDS, los cuales modificarán la gestión del agua en el área. La cuestión es que actualmente el agua de lluvia se va por el alcantarillado y es redirigida a una red de saneamiento que realiza un largo proceso para que el líquido elemento pueda ser utilizado. Este nuevo drenaje sostenible pretende retener el agua y, directamente desde sus instalaciones, tratarla y almacenarla para su inmediato reintegro al subsuelo. Por otro lado, también sirve para usarla como recurso hídrico alternativo (es decir, como agua no potable pero suficientemente saneada para usarse en otras actividades, como el riego). Así, el estudio demostrará si los SUDS elegidos son los idóneos para el reciclaje hídrico. De los dos sistemas de drenaje sostenible instalados, el más vistoso es el llamado jardín de lluvia de biorretención. Tal como indica su nombre, la función es la de retener el agua. Se trata de una franja de césped y una cama de arena de dimensiones muy específicas en las que se incorporan plantas especialmente absorbentes. Así, todo el agua estancada en una plaza (como es el caso), se conduce hacia el jardín en vez de irse a la alcantarilla o quedarse inutilizada. Los jardines de lluvia sirven para evitar el sobrecargo del alcantarillado. Debajo de la franja de hierba y la capa de arena, se encuentra una estructura que permite reintegrar todo lo retenido. De esa manera se ayuda a recomponer el ciclo natural de agua, que empieza en el cielo y se adentra hasta el subsuelo, para que desde ahí, alimente nueva flora. La directora de Diseño, Innovación y Sostenibilidad de Crea Madrid Nuevo Norte, Mariola Merino, ha denominado a estos sistemas como «trocitos de naturaleza integrados en la ciudad». El otro drenaje es menos visible, actúa silenciosamente mientras la gente camina sobre el mismo. Se trata de un pavimento adoquinado que, por la tecnología de su interior, produce una ruta del agua que va cayendo; un sendero por donde el líquido se descontamina y termina su recorrido en la infiltración al subsuelo. Merino sostiene que tanto este, como el otro SUD, van a regenerar los acuíferos y a descongestionar la red de saneamiento. La pregunta que se va a responder con el estudio es en qué porcentaje. Por otro lado, Merino ha afirmado a ABC que estos sistemas están pensados para expandirse más allá de la zona norte: «La idea es escalarlos a todo Madrid». Respecto a la gran remodelación del norte, el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, quien estuvo en la presentación, recalcó que «Madrid Nuevo Norte es la operación de transformación urbana más grande, más amplia, y más ambiciosa que se va a dar en Europa estos años».

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