'First Dates: Hotel' abre sus puertas con una escena subida de tono en la piscina: «Me he puesto cachondo»

Abc.es 

Este martes 23 de julio Mediaset abría las puertas de 'First Dates: Hotel' en el 'prime time' de Telecinc o. El 'spin-off' del famoso programa de citas de Cuatro recibió a los primeros huéspedes dispuestos a encontrar el amor, pero cambiando el restaurante por un romántico hotel en Moraira, Alicante. Carlos Sobera , en calidad de directo del establecimiento, inauguraba el formato explicándole a la audiencia su sueño de encontrara el lugar perfecto para que la gente pudiese enamorarse este verano. La elección del Mediterráneo, contaba a la audiencia, se debía a su condición de mar «tan impredecible y lleno de historias como el propio amor». Y para unir a las parejas, Sobera reunió a un equipo perfecto, compuesto en su mayoría por rostros nuevos. Además de Lidia Torrent, que vuelve para encargarse de las labores de recepcionista, acompañan al presentador en la aventura drián Pedraja como barman, Sergio López, DJ Keko, en la doble función de botones y pinchadiscos; Rocío de Porres   'Rolita' y Arianna Aragón (su propia hijastra y nieta de Fofó) y, cargo de la atención y el servicio a las mesas, completan el personal. La dinámica de ' First Dates: Hotel' es muy parecida al formato mater del famoso 'dating show'. La principal diferencia entre los dos es que los espectadores presencian el antes y el después de la primera cita entre los solteros. Precisamente fue tras la cena en la que se conocieron cuando los primeros comensales hicieron subir la temperatura de las instalaciones del resort. Lorenzo (35), un instructor de yoga oriundo de Turín, es un «león con hambre», un hombre ligón, apasionado y espiritual que hace suspirar a las chicas con su pelo y sus ojos verdes. La cita de Lorenzo fue Pati (32), recepcionista de un hotel de lujo con la que el italiano compartía faceta espiritual. También ella acudió al hotel del amor creyendo que es el momento de volver a darle una oportunidad a las cuestiones sentimentales. Ambos sintieron una gran atracción física en la que pusieron en común sus 'ardientes signos del zodiaco', a pesar de que a Pati su pretendiente le pareció de primeras el «típico italiano seductor». Sin embargo, no se pudo resistir a las andanzas de Lorenzo viajando por la India como instructor de pilates y otras anécdotas del italiano. Tonteo va, tonteo viene, en el transcurso de la cena la química entre ellos se hizo evidente. Tanto es así que decidieron continuar de confidencias en las tumbonas de la piscina, donde el tema de conversación se puso picante. «Me he puesto cachondo cuando estábamos en la balinesa, tenía la manita que iba…», llegó a confesar Lorenzo . Después sellaron la velada con un beso. Y aunque acabaron la velada trasladándose ala habitación para tomar una copa, no quisieron precipitarse. Así pues, cada mochuelo acabó la noche durmiendo en su olivo. Eso sí, solo por el momento: al tomar la decisión final, ambos quisieron seguir conociéndose.

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