Los palios y mantos que viajaron de Sevilla a Jerez

Abc.es 
Los años finales de la década de 1920 alcanza nuestra Semana Santa un gran auge en la creación artística que se traduce en la abundante incorporación de nuevos enseres, piezas y conjuntos bordados a pocos años de la celebración de la Exposición Iberoamericana de 1929 . De cara al gran acontecimiento que Sevilla se prestaba a festejar, se originó una sustanciosa renovación efectista que llegó a alterar, incluso, la configuración estética de la Semana Santa de Sevilla.  La eclosión del bordado en aquella Sevilla del novecientos, abanderada por un innovador Juan Manuel Rodríguez Ojeda –como bien ha estudiado el profesor, experto en bordados, don Antonio Mañes Manaute–, favorece la incorporación de numerosos estrenos que desencadenaron la salida de piezas antiguas... Ver Más

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