Las lluvias de marzo salvan la campaña del melón en Córdoba

Abc.es 

Restan ya pocos días para la finalización de la campaña de recogida del melón , un cultivo que ha tenido históricamente cierta presencia en algunos municipios del Sur de la provincia, como es el caso de Montalbán, Santaella, Puente Genil o Benamejí , pero que en el cómputo general a nivel autonómico está muy por detrás de provincias como Almería o Cádiz. Al igual que está ocurriendo con otros alimentos, la recolección está marcada por las lluvias de marzo, que han permitido salvar la temporada, según los expertos consultados por ABC. Estos también ponen de manifiesto la reducción de la superficie por las dudas ante las dotaciones hídricas que se iban a tener este año por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) , ya que la mayor parte de las explotaciones que siembran esta hortaliza son de riego. Al mismo tiempo, se ha producido por segundo año consecutivo un desplome de los precios, incluso por debajo del umbral de rentabilidad de estos agricultores. Estos aspectos han provocado que no pocos productores de melón hayan decidido no cultivar este proyecto este año, menguando más aún el área sembrada en Córdoba, que ha ido a menos con el paso del tiempo. De este modo, según los datos de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, la superficie alcanzaba el año pasado las 130 hectáreas en la provincia. Esta cifra supone 76 menos que las correspondientes a 2022, lo que representa una bajada cercana al 37 por ciento. La tendencia a la baja que vive este cultivo se observa en el hecho de que en dos décadas el espacio se ha quedado en una sexta parte a lo que había en 2023, momento en el que se superaban las 800 hectáreas . Estos datos sitúan a Córdoba en la mitad de la tabla andaluza, superando a las provincias de Jaén (15 hectáreas), Málaga (30), Huelva (40) y Granada (75). Por delante aparecen Sevilla, con 260 hectáreas; Cádiz, con 604; y Almería, que lidera el ranking gracias a la fuerte implantación de los invernaderos en esa zona, con 2.677 hectáreas. También la cosecha se ha ido reduciendo, puesto que el año pasado se llegaron a las 4.800 toneladas, casi la mitad que 12 meses antes. Caridul es una empresa que trabaja este cultivo en Córdoba desde hace años. Su gerente, Manuel Aguilar, apunta que la campaña, cuya conclusión prevé para los primeros días de agosto, «ha sido muy aceptable gracias a las lluvias de marzo, aunque llegaron un poco tarde debido a que fueron muchos los que no se atrevieron a sembrar por la incertidumbre que había de si podían contar este año con agua en sus explotaciones». Según aseguró, la producción es mayor a la registrada a la del año pasado y la calidad es «muy buena». «Si no se hubiesen producido las precipitaciones que hubo en marzo, esta campaña hubiese sido un auténtico desastre, de modo que gracias a esas lluvias el sector está contento porque nos han permitido sembrar y tener una recolección mucho más normalizada», según subrayó el directivo. A su juicio, el hecho de que Córdoba haya perdido tanta superficie de melón en 20 años es debido a que «a principios de este siglo no había tanta regulación el tema del agua y los agricultores podían contar con más recursos». Pese a esa mayor cosecha registrada, no hay buenas noticias en lo que se refiere a la rentabilidad de las plantaciones. Los precios se situaban la semana pasada en los 0,48 euros por kilo (0,60 en esta última) , según las estadísticas oficiales publicadas por la Administración autonómica frente a los 0,62 euros que se pagaban hace justamente un año. Estas cantidades que perciben los agricultores, que han sufrido una merma interanual de casi el 26 por ciento, contrasta con los 1,63 euros por kilo que desembolsaban los consumidores de media en junio en los supermercados. En cuanto a las dotaciones de agua, este año los productores de melón han podido contar con más recursos tras cuatro campañas consecutivas de restricciones. Concretamente, la CHG ha aprobado este verano y este otoño unas aportaciones que llegan a los 4.000 metros cúbicos por hectárea , cinco veces a lo recibido en 2023. Esto fue debido a la mejoría de los embalses gracias a las lluvias de primavera. Sin embargo, según apuntó la secretaria provincial de COAG, Carmen Quintero, este año ha habido menos explotaciones con este producto debido a que «hasta abril no se conoció sí íbamos a tener suficiente agua por parte de la CHG para afrontar la campaña». La dirigente agraria recordó que la siembra de esta hortaliza requiere una importante inversión, por lo que, «si no se cuenta con pozos propios o seguridad en contar con bastantes recursos hídricos, es muy arriesgado cultivarlo». El melón es un cultivo que apenas cuenta con ayudas públicas y que no se encuentra amparado por la Política Agraria Común (PAC). El motivo, según explicó el gerente de Caridul, Manuel Aguilar, es que «la mayoría de los agricultores que trabajan este producto no son propietarios de las tierras, sino que las arriendan al estar obligados a cambiar de cultivo cada año». Quintero, por su parte, lamentó la falta de protección de las administraciones a los productores por la competencia desleal de terceros países extracomunitarios. «Si no se incentiva el consumo de este alimento autóctono de Córdoba, se seguirá perdiendo superficie en el futuro», recalcó.

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