Mientras Lula calla, su partido reconoce la victoria de Maduro

Abc.es 

Mientras el Gobierno del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva viene actuando con cautela diplomática y aún no ha reconocido la autoproclamación de Nicolás Maduro como presidente reelecto de Venezuela ni la legitimidad de los comicios en el país vecino, su Partido de los Trabajadores (PT), un viejo aliado del chavismo, ha difundido un comunicado oficial saludando la victoria del líder bolivariano. Lula, bastante presionado por sus correligionarios y por la oposición, que quiere verlo resbalar en esa cáscara de banana, está aguardando movimientos de sus diplomáticos, además de conversaciones con autoridades de otros países, entre ellas, su homólogo estadounidense Joe Biden , con quien debe hablar telefónicamente el martes. El líder brasileño también estaría siguiendo, según la prensa local, las reacciones de otros países gobernados por izquierdas, como Colombia y México. Sin embargo, su partido y organizaciones alineadas a su Gobierno, como el Movimiento de Trabajadores Sin Tierra (MST), no han dudado en felicitar a Maduro por su reelección. «Es importante que el presidente Nicolás Maduro, ahora reelecto, siga el diálogo con la oposición para superar los graves problemas de Venezuela, en gran parte causados por sanciones ilegales», dice la nota del partido de Lula, firmada por la presidenta de la agrupación, la diputada Gleisi Hoffmann, siempre incondicional al venezolano. «Estamos seguros de que el Consejo Nacional Electoral, que ha confirmado la victoria del presidente Nicolás Maduro, tratará todos los recursos que reciba con respeto, dentro de los plazos y en los términos establecidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela», afirma Hoffmann. Parecido en sus primeras líneas a la nota de la cancillería, el comunicado del PT saluda al «pueblo venezolano» por una jornada electoral «pacífica», pero se distingue del documento diplomático al decir que la elección venezolana fue «democrática y soberana». El comunicado difundido por el Palacio de Itamaraty, sede de la cancillería brasileña, es bastante cauteloso, saluda el «carácter pacífico» de las elecciones, a la vez que dice seguir de «cerca el proceso de recuento», y no menciona la palabra «democracia» en ningún momento. El documento oficial es, además, bastante claro al solicitar los datos desglosados de cada una de las sesiones electorales, como condición para reconocer la legitimidad de los comicios. Como presidente, Lula ha seguido los pasos del Itamaraty y de su principal consejero en política internacional, el excanciller Celso Amorim, que se encuentra en Caracas como observador. «Soy amigo de Cesar, pero soy más amigo de la verdad», dijo Amorim, citando al emperador romano, en una entrevista al diario 'O Globo'. El lunes, Amorim se reunió con Maduro y con el opositor, Edmundo González , y la expectativa es que el consejero ayude al Gobierno a tomar una posición más clara en las próximas horas. El encuentro entre Lula y Amorim debe ocurrir antes de la reunión telefónica con Biden este martes.

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