A los mandos del nuevo lanzacohetes cordobés de 700 millones que usará el Ejército de Tierra

Abc.es 
El Silam ( sistema lanzacohetes de alta movilidad ), la herramienta con sello cordobés -una parte muy importante de él saldrá de la planta de la firma Escribano M&E en la capital - con la que el Ejército de Tierra recuperará este tipo de arma , sigue su gestación. Ahora, se puede conocer más sobre él gracias a la edición de junio de la revista semestral 'Memorial de Artillería' , publicación del Ministerio de Defensa. Dedica un completo artículo al Silam, en el que se explica en qué consiste o los beneficios que supondrá dotarse de él. Es relevante la autoría del texto. Los redactores son el teniente coronel Salvador Deudero y el capitán Carlos Bayón , ambos están destinados en el Regimiento de Artillería Lanzacohetes de Campaña (Ralca), número 63. Y hay que destacar que dicho Regimiento , con base en Astorga, se dotará con el Silam . Estos militares, incluso, avanzan en este artículo que la llegada del primer prototipo [de este lanzacohetes] al Ralca 63 será «a partir de diciembre de 2024». Pero, entre la publicación de esta revista y el día de hoy, el escenario ha cambiado. Desde el Ministerio de Defensa , al ser interrogado por ABC sobre si se mantenía el horizonte de final del año para disponer del primer prototipo, se señaló a este medio que «por el momento no es posible confirmar las fechas previstas de entregas de material debido a un revisión de los plazos ». El contrato para desarrollar este proyecto cumple siete meses. Lo firmó a finales de diciembre de 2023 el Ministerio de Defensa con Escribano M&E , destacada firma madrileña del sector de la seguridad y la defensa que se ha implantado recientemente en Córdoba, y Expal (compañía española, que es propiedad de la alemana Rheinmetall AG) para recuperar esta arma para el Ejército de Tierra. El Gobierno abonará por el Silam 697,5 millones . La duración de la vinculación es de cuatro años, hasta los últimos días de 2027. Habrá que ver si el calendario sufre alguna variación con «la revisión de plazos» señalada por el Ministerio de Defensa. Cuando Escribano M&E presentó en noviembre su proyecto para desembarcar en la ciudad anunció que en su planta en la capital [en las instalaciones que fueron de Silos Córdoba, en el parque tecnológico Rabanales 21] desarrollaría «su tecnología de guiado de munición inteligente o el Silam ». Aunque esta firma ganó en diciembre con Expal una licitación negociada sin publicidad del Estado para adquirir esta sofisticada arma -sólo acudieron ellas y el Gobierno resaltó que las adjudicatarias son las únicas capacitadas técnicamente para el desarrollo del proyecto-, ya había presentado su lanzacohetes en mayo del pasado año. Lo hizo en Feindef, la feria de referencia del sector en nuestro país. En el proyecto, además de las dos empresas españolas, también participa la israelí Elbit Systems, un gigante en el área de actividad de la defensa. Aporta la base tecnológica. n el binomio de firmas nacionales, a Escribano M&E le corresponde aportar al Silam la fabricación de los elementos mecánicos , la hidráulica y la electrónica , así como la integración de sistemas blindados y estaciones de armas en este equipamiento. Va físicamente montado encima de camiones -serán de Iveco-. Expal se encargará de la artillería. Se devolverá con este proyecto al Ejército de Tierra la capacidad de contar con esta arma, perdida oficialmente en diciembre de 2011 , cuando se dio de baja el sistema 'Teruel', cuyo último disparo se había realizado en 2009 y que entró en servicio en los años ochenta. Su capacidad de alcance era de 18,4 kilómetros. Hubo que esperar hasta 2022 para que el Ministerio de Defensa incluyera la recuperación del lanzacohetes en sus trece programas de modernización. Fue el paso previo a su contratación a finales de 2023. En su artículo, el teniente coronel Deudero y el capitán Bayón exponen que el Gobierno ha contratado «el suministro de vehículos lanzadores, munición , apoyo logístico inicial, vehículos y equipamiento complementario». Recuerdan que el proyecto lo desarrollarán Escribano M&E y Expal. Los autores de este artículo inciden en que la participación nacional en este programa -en alusión a las citadas empresas- «consolidará la base industrial y tecnológica de la defensa nacional, orientada a potenciar aquellas capacidades empresariales de mayor valor estratégico para los intereses de la seguridad». Para satisfacer las necesidades del Ejército de Tierra , explican estos dos militares, el sistema deberá estar compuesto de «un conjunto integrado de lanzadores [de los cohetes], vehículos de apoyo y puestos de mando, montados todos ellos sobre plataformas tácticas de alta movilidad que permitan su despliegue rápido y el apoyo a las unidades de maniobra » y que generen los efectos de la munición «a las distancias deseadas». Detallan que, en concreto, el Silam comprenderá los siguientes vehículos : « Doce con lanzadores con jaulas intercambiables sobre ruedas y sus respectivos vehículos para municionamiento con la misma movilidad; dos para recuperación y dieciséis de alta movilidad para puesto de mando y reconocimiento». Igualmente dispondrá de cuatro radares multifunción y otros tantos sistemas de medios aéreos no tripulados de altas prestaciones. El programa contempla igualmente, siguen los autores de este artículo, «la formación del personal operador ; lanzadores para enseñanza en la Academia de Artillería y la Academia Logística, medios de instrucción, adiestramiento y simulación, así como el apoyo logístico inicial». En cuanto a las municiones , siguen el teniente coronel Deudero y el capitán Carlos Bayón, «el abanico del sistema abarca desde cohetes de entrenamiento con alcance de entre 7 y 15 kilómetros hasta otros guiados de hasta 300 kilómetros , pasando por otras municiones que alcanzarán los 35 y los 150, respectivamente, con ojivas de fragmentación o de penetración». Según se informó el día en que se firmó el contrato, los cohetes de 35-40 y 150 kilómetros de alcance de fuego serán Accular y Extra, respectivamente, y los que llegarán a 300 son Predator Hawk. Estos dos militares destacan que dotarse de este lanzacohetes es «un paso crucial en la modernización y fortalecimiento del Ejército de Tierra ». Señalan que «potenciará su operatividad» y, con él, se cumplirán los compromisos adquiridos por España con la OTAN. Una de sus ventajas, continúan, es que « permitirá a la Artillería española adaptarse a los nuevos contextos operativos y atender de forma rápida y flexible las distintas necesidades que se puedan plantear en los teatros de operaciones ». El Silam, indican diseccionando los beneficios que aportará, permitirá al Ejército de Tierra « recuperar una capacidad fundamental en los apoyos de fuego : la artillería clásica de cohete». Con este arma, se « superarán las limitaciones en alcance de la utilización de cañones en contextos operativos caracterizados por escenarios complejos». Además, añaden, «reducirá los riesgos de daños colaterales gracias a su precisión». La compañía madrileña con planta en Córdoba destaca en un vídeo sobre su Silam , respecto a este último aspecto, que el margen de error, « con el guiado de munición » que incorpora su mecanismo, es de «menos de diez metros» . Igualmente resalta, entre otros aspectos, su rapidez operativa: «Dispara el primer cohete en menos de 60 segundos desde la entrada en posición [del sistema]». El papel de las instalaciones de esta firma en Rabanales 21 en este proyecto ya se visualizó por parte del Ministerio de Defensa que informó de que en marzo el Mando de Apoyo Logístico [MALE] del Ejército de Tierra organizó un seminario sobre el Silam en dichas instalaciones en el que participaron «delegaciones de los Ministerios de Defensa de Alemania, Países Bajos y Dinamarca», así como representantes de las dos empresas que acometerán este proyecto.

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