Se vuelve viral por su venganza tras el mal trato recibido en una tienda de lujo: «Son tan arrogantes...»
Ir de compras es una experiencia que muchas personas viven como todo un ritual. Especialmente en los comercios de marcas de lujo , el cliente suele ser tratado con máximo respeto y una gran amabilidad, de manera que su estancia en la tienda sea lo más agradable posible y se lleve una buena impresión de la empresa. Así, en algunos establecimientos de lujo es habitual que al cliente se le ofrezcan algunos detalles mientras compra , como una copa de champán o algún picoteo ligero. También suelen darse ocasiones en las que se reservan prendas o piezas específicas para consumidores determinados, ya sea porque son habituales y fieles a la marca o porque se trata de personalidades destacadas en algún sector determinado. En resumen, ir de compras siendo rico no tiene el mismo significado que hacerlo para el resto de los mortales. Sin embargo, aunque pueda parecer algo descabellado, también pueden existir malas experiencias al entrar a una tienda de una marca de 'alto standing' Esto ha ocurrido en China, concretamente en el centro comercial StarLight Place, ubicado en la ciudad central de Chongqing. Una mujer fue comprar este verano a una tienda de Louis Vuitton y salió muy descontenta por el trato recibido por parte de los empleados. Así lo contó en un perfil de a red social Xiaohongshu, propia de china, utilizando el alias 'Xiaomayouren'. Según indica, los trabajadores de la citada marca ponían los ojos en blanco cuando les hizo peticiones como que le sacaran varios vestidos para probarse, también le ignoraron cuando pidió un vaso de agua. Aunque se quejó a la empresa, no obtuvo respuesta y decidió tomarse la justicia por su mano. Volvió a la misma tienda tras dos meses con una asistente y una amiga para poner en práctica aquello de 'la venganza es un plato que se sirve frío'. Después de que las mujeres pasaran un rato mirando en la tienda y probándose diferentes prendas, acudieron al mostrador con la supuesta intención de comprar. Fue en ese momento cuando la mujer a la que trataron mal en su anterior visita sacó en el local 600.000 yuanes en efectivo, lo que equivaldría a unos 75.100 euros, e hizo a los empleados contar el dinero delante de ellas. Accedieron a la petición y tardaron dos horas en contar los billetes, que eran más de 6.000 teniendo en cuenta que los de valor más alto en China son de 100 yuanes y había llevado 600.000. Cuando acabaron, la mujer simplemente exclamó: «Ya no queremos comprar nada, nos vamos» , llevándose su dinero de vuelta y cobrándose así su venganza. Este relato y, sobre todo, su desenlace, han causado furor en las redes sociales del país oriental, censuradas habitualmente, en las que otras historias sobre las malas actitudes de los trabajadores de tiendas de lujo han causado mucho interés. Tal como recogía el diario hongkonés South China Morning Post, estos fueron algunos de los comentarios que dejaron los usuarios de Xiaohongshu: «¡El final es tan placentero! Siempre me he preguntado por qué esos dependientes son tan arrogantes » o «Puede que vendan artículos de lujo, pero eso no significa que ellos mismos sean 'de lujo'».