Barceló Nura, oda al agua y apego al territorio

Abc.es 
No puede haber mejor lugar que Barceló Nura para escuchar 'Tierra' de Xoel López, 'Mensajes del Agua' de Macaco o a Xavier Rudd con su 'Follow the sun', que nos recuerda la necesidad de una profunda conexión con el mundo natural y de un ritmo de vida más pausado y consciente. Todo ello se conjuga en este cinco estrellas, a medias entre hotel y refugio natural en plena isla de Menorca, amén de que estas canciones forman parte de la playlist que Barceló Hotel Group –inspirados por la agencia Fly Me To The Moon– ha creado para cuidar el planeta. Melodías de cuatro minutos para duchas cortas que evitan el desperdicio de agua. Lo cierto es que aunque no sonaran, las ganas de disfrutar de cada rincón de este alojamiento y de su privilegiada situación en la isla mediterránea son más que suficientes para que la ducha no se alargue ni un segundo más. Inspirado en la naturaleza, con toques minimalistas y colores tierra, respeta la orografía y el ecosistema, mimetizándose con el entorno, lo que le ha llevado a convertirse en todo un referente del turismo más verde. Su diseño se sustenta en una arquitectura responsable que respeta las dos alturas de las edificaciones tradicionales menorquinas y con materiales como la piedra natural de los vallados tradicionales o estructuras de madera para crear zonas de sombra. Nada como sentir el sol colándose por el entramado de lamas justo antes de sumergirse en la tranquilidad de la piscina semiprivada de agua salada (con captación de agua de mar mediante pozos) con la que cuentan 45 de las 128 habitaciones. Porque Nura, con tres piscinas exteriores, es también una oda al agua y, como no podía ser de otro modo, a su uso eficiente: utiliza agua regenerada para el riego de jardines e inodoros. «El proyecto de paisajismo ha tenido en cuenta las especies autóctonas que se integran y respetan la biodiversidad de la isla, que se adaptan a su clima y requieren poco riego, como palmeras o lavandas», explica su directora, Federica Zintu, una gran apasionada de las plantas y de la vida slow y natural que ofrece Menorca que, con todo el entusiasmo, intenta trasladar a quienes se alojan. Más allá del diseño sostenible, Barceló Nura aplica toda una serie de acciones destinadas a fomentar las buenas prácticas ambientales. Cuenta con suministro de electricidad de origen 100% renovable, capaz de reducir la emisión de CO2 a la atmósfera. Y el sistema de calefacción y refrigeración es mediante aerotermia, con aportación del calor sobrante al agua caliente sanitaria. En cuanto a consumo eléctrico, ha conseguido reducir el gasto con iluminación de bajo consumo combinada con un completo sistema de control de climatización de las instalaciones, limitando su funcionamiento al tiempo necesario. Su oferta gastronómica en sus cuatro establecimientos: Roots ( buffet), Sa Tanca (a la carta), Llimona (pool bar y lobby) o el B-Heaven (su azotea), ofrece propuestas cuyos ingredientes provienen de productores locales con platos inspirados en la tradición y el respeto por la tierra. Además, establece alianzas con marcas sostenibles, como RIA , para crear abarcas recicladas, o Tula&Tye, con sudaderas a partir de plástico recuperado del mar. Tampoco falta la decoración sostenible y reciclada como la inspirada por Marcela Luna , un proyecto creativo de Nekane Jiménez, que crea piezas únicas con el excedente de papel que utiliza en sus obras con la técnica del papercut o la escultura de Oasis Marinos de la escultora Arina Antonova y la diseñadora Antonia Gómez, una reflexión sobre el cuidado del océano y de ese mar Mediterráneo desde el que los fenicios divisaban el fuego que le guiaba a tierra en las montañas de esta isla a la que llamaron Nura.

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