Polémica por la iglesia de María Auxiliadora de Nervión: «Parece que la Virgen está metida en un TAC»
Lo que importa es la Virgen. María Auxiliadora volverá a estar en el centro de la iglesia de su colegio en Nervión tras la remodelación del templo. Un cambio que no ha gustado a todo el mundo a tenor de la polémica generada en redes sociales por lo que, algunos critican, ha supuesto una transformación total de la iglesia , bendecida cinco años después de que el colegio abriera las puertas por primera vez en 1955. Entonces sólo contaba con un pabellón con cuatro clases y un salón – taller que hacía las veces de capilla. Las imágenes de la nueva iglesia, de estilo modernista y a la que sólo le faltan algunos remates, han provocado reacciones de todo tipo, aunque se imponen las opiniones negativas. «La capilla del Enterprise», dice un usuario. Y es que la comparación del templo tras su remodelación con una nave espacial es la más recurrente. «La capilla de mi colegio. Hoy nave nodriza de Nervión», bromea otro, «me recuerda a Star Treck», también apuntan. Asimismo hay quien lamenta que, según reflejan las fotografías del antes y el después, este espacio parezca más propio de un hospital que aeropuerto, sensación especialmente causada por los colores fríos empleados en la remodelación. De la obra primigenia sólo se ha conservando la planta y las arquerías. La falta de calidez también se debe a la supresión del artesonado y a que, de momento, toda el espacio carece de ornamentación. Las obras del templo de María Auxiliadora de Nervión han sido financiadas y encargadas por la inspectoría de Madrid . La transformación ha tenido en cuenta que la talla de la virgen realizada por Francisco Buiza , debía volver a su camarín, ubicándola en el centro de la iglesia. Esa hornacina tampoco ha gustado. «Parece que la Virgen está metida en un TAC», critican en redes sociales. El cambio radical de la fisionomía de la capilla también afecta a los elementos de iluminación. Las ventanas ya no so cuadradas, sino redondas, y se ha instalado dos hileras de lo que parece ser luces blancas. Antonio Rodríguez Babío , delegado diocesano de Patrimonio Cultural de la Archidiócesis de Sevilla, opina en declaraciones a este medio que, a priori, le «gusta». «Tendría que verlo in situ, pero personalmente me gusta por su luminosidad y su limpieza visual », comenta. El sacerdote y arquitecto, experto en referencia del Arzobispado en materia de patrimonio, ya explicó en una entrevista hace unos días las ventajas del arte contemporáneo. « Puede aportarnos mucho a la Iglesia: esa necesidad de espacios de silencio, no tan cargados, porque lo que precisamos es encontrar al Señor en la simplicidad y la sencillez más que en esa sucesión de imágenes de las que estamos saturados». En este sentido, la obra de la iglesia de las Salesianas de Nervión resulta de su agrado: «Parece que la intervención subraya la Virgen y el sagrario», recalca. No todo son críticas. Tampoco entre los propios fieles que se han manifestado ante esta imagen viral: «Creo que se está juzgando con prisas» , resalta un usuario, que cree que se debería esperar que el templo se encuentro decorado, con los bancos, el altar, la mesa, el tabernáculo y «el Señor en una cruz o en otra advocación, seguramente algún San Juan Bosco, Santo Domingo Savio o María Mazarello». La historiadora del arte, interpretación de patrimonio y gestión cultural sevillana María José Caldero (@VmorVincitOmnia) también ha opinado en redes sobre la transformación: «No me gusta, aunque entiendo que deben faltar bastantes 'accesorios' para que esté completa. Pero no me parece acogedora ni seductora como templo. Ahora, también te digo que no me gusta el historicismo en pleno s. XXI ». Otros tuiteros tratan también de ampliar el debate, rebajando el nivel de críticas aduciendo que la iglesia de 1960 «tampoco era la capilla sixtina». «¿Se han puesto a pensar que quizá la comunidad quiso expresar su carisma en la desnudez de esas paredes? No todo tiene que ser barroco».