El colapso de una presa por las fuertes lluvias arrasa una veintena de localidades en Sudán

Abc.es 
El colapso de una presa cerca de Puerto de Sudán debido a las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias torrenciales que han azotado al país africano en el último mes en medio del conflicto entre el Ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) ha arrasado una veintena de localidades, mientras que se ha saldado con la vida de decenas de personas. El portavoz de la Secretaría General de la ONU , Stéphane Dujarric , ha señalado que además 70 aldeas cercanas a la presa se han visto afectadas, así como 70 escuelas, mientras que miles de animales están desaparecidos. Si bien las autoridades locales han cifrado en 30 los muertos, las agencias humanitarias temen que el número sea «mucho mayor», teniendo en cuenta los desaparecidos y desplazados. «Algunos residentes de la aldea se vieron obligados a escapar a las montañas en busca de seguridad, mientras que otros fueron evacuados. Unas 50.000 personas que viven en el lado occidental de la presa han visto sus casas destruidas o dañadas, y la gente necesita urgentemente agua, alimentos, refugio y asistencia», ha declarado, citando cifras de las autoridades. Dujarric, que ha remarcado que las inundaciones han causado estragos en muchas partes del país desde que comenzó la época de lluvias, hace ya dos meses, ha recordado que hay un conflicto en curso que también está afectando a la población sudanesa. Además, ha indicado que durante la jornada del lunes 38 camiones con ayuda humanitaria han cruzado por el paso de Adré desde Chad a Sudán, después de que la semana pasada comenzaran a pasar convoyes tras llegar a un acuerdo. Las hostilidades estallaron en abril de 2023 en el marco de un aumento de las tensiones en torno a la integración de las RSF en el seno de las Fuerzas Armadas, parte clave de un acuerdo firmado en diciembre para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 de Omar Hasán al Bashir, dañada por el golpe de Estado de octubre de 2021, en el que fue derrocado el primer ministro de unidad, Abdalá Hamdok. Los protagonistas de la lucha por el poder son el general Abdel Fattah al-Burhan , jefe del ejército y líder del consejo gobernante de Sudán desde 2019, y su ex adjunto en el consejo, el líder de las RSF, el general Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como Hemedti. Hemedti, que se enriqueció con la minería de oro y otras empresas, lidera las RSF. Los miembros de su familia y su clan desempeñan papeles destacados y la base de poder de la fuerza es la región occidental de Darfur, donde las RSF surgieron de las milicias que luchaban junto a las tropas gubernamentales para aplastar a los rebeldes en una guerra brutal que se intensificó después de 2003. Los analistas dicen que la posición de Burhan es menos segura al frente del ejército, donde los leales y veteranos de Bashir de tendencia islamista han ganado influencia desde el golpe de 2021. El levantamiento que llevó al derrocamiento de Bashir generó esperanzas de que Sudán y su población de unos 50 millones de habitantes pudieran salir de décadas de autocracia, conflicto interno y aislamiento económico. Pero más de 16 meses de guerra han causado enormes daños a la infraestructura, han obligado a más de 10 millones de personas a abandonar sus hogares y han dejado a la mitad de la población enfrentándose a niveles de hambruna críticos. Este mes, los expertos determinaron que la hambruna continuaba en una zona de Darfur y que existía riesgo de hambruna en otras 13 zonas.

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