Cursos para aprender a ser DJ como alternativa de ocio para el Madrid rural
Convertirse en DJ y aprender a 'pinchar' música es un sueño tentador para muchos jóvenes . Y ahora, una posibilidad que se le ofrece a chavales del entorno rural en la Comunidad de Madrid. Porque desde la próxima semana, tres localidades abren talleres formativos de DJ a personas de entre 12 y 25 años. Una actividad que les ayuda a expresar sus sentimientos y a romper el círculo de soledad y aburrimiento, al tiempo que les abre a nuevos horizontes. «Me siento bien, compartiendo lo que siento», «estoy acogido y valorado», «este es mi sitio» son algunas de las expresiones que escucha con frecuencia entre sus alumnos María Arias, DJ desde hace 17 años, 'madre' de la escuela 'Who is in da house' y promotora de esta actividad, que sale de 'bolos' la próxima semana por el Madrid rural. Porque hay ocio para jóvenes más allá de «estar todo el día con el móvil y el 'refrotón'», dice. En sus manos, la música, y más concretamente el house, se convierte en una herramienta para combatir la soledad y ayudar a fortalecer la salud mental. Una alternativa de ocio más saludable y creativa para los jóvenes que viven en municipios rurales. «Hace dos años, tras el Covid, creé la primera escuela de la mano del ayuntamiento de Simancas, un pueblo de Valladolid de 5.000 habitantes. Se trataba de que aprendieran a pinchar; bueno, pues aquello se llenó de gente de todas las edades, gente mayor y jóvenes, algunos con problemas de salud mental y otras dificultades», recuerda María. Los chicos le decían: «Esto me motiva», «es otra vida». Tras el éxito, la DJ, que ha pinchado muchos años en Ibiza, decidió abrir una escuela privada en Madrid, 'Who is in da house'. «Pero también quería seguir llevándolo a los pueblos». En ese punto contactó con la Comunidad de Madrid, «y la idea les encantó; me propusieron un 'tour' por tres municipios», que es el que empieza ahora. Con cursos desde el 2 al 7 de septiembre en Buitrago del Lozoya (1.800 habitantes), Colmenar de Oreja (7.900) y Villamanta (2.800). Los talleres se impartirán a 60 jóvenes, para que puedan adquirir habilidades a la hora de 'pinchar' la música electrónica a la vez que fortalecen su salud mental. Se trata, explica el director general de Reequilibrio Territorial de la Comunidad de Madrid, Javier Carazo, de «revitalizar» estas zonas rurales. Y en el caso de los jóvenes, lo quieren hacer «adaptándonos a las nuevas necesidades y contrarrestando el ocio tradicional». Cuando María Arias les hizo esta propuesta, les pareció que encajaba como un guante con su deseo de sustituir esas actividades más convencionales por «un ocio saludable, divertido, y una manera además de desarrrollar sus dotes artísticas». Carazo recuerda que «en el entorno rural, la problemática del alcohol y las drogas se da mucho, por falta de otras alternativas»; de ahí que el Gobierno regional se decidiera a patrocinar esta actividad. «Es gratuita para los chavales», y si tiene la acogida que esperan, podría extenderse. «Se trata de dotar a todas las zonas de estas iniciativas, para que su juventud tenga menos necesidad de desplazarse a Madrid». Insiste en la idea el consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García Martín: «Este programa no solo informa a los jóvenes sobre los graves problemas que generan las drogas y otras adicciones, también ofrece otras alternativas de ocio saludable y les da herramientas para desarrollar la creatividad». El primero de los municipios que va a estrenar los talleres para DJ es Villamanta. Su alcalde, Mariano Núñez, apoya la iniciativa porque en su localidad «tenemos bastante población joven» y aunque «hay campamentos tradicionales y funcionan muy bien, los chavales quieren cosas nuevas. Esto es diferente que hace 40 años, hay que actualizarse». De hecho, en los sondeos que han hecho ya han detectado que la idea de aprender a 'pinchar' «les motiva mucho». En cada municipio se organizarán grupos de hasta 20 alumnos, que recibirán clases durante seis horas a lo largo de dos días, de 11 a 14 horas. «Con los ordenadores, en tres horas sabes pinchar», asegura María, para quien el principal valor de esta práctica es que «es superterapéutica». Su principal motivación es «crear comunidades»: «Los chicos me dicen que se sienten parte de una familia, los que no tenían amigos ahora tienen muchos». El efecto de la música sobre el estado de ánimo es también muy potente: «Tengo un alumno de 8 años que me dice que cuando está triste, se pone un par de canciones y cambia de humor». Les ayuda también a vencer sus inseguridades, sobre todo cuando pinchan en público. Porque María se encarga de que sus alumnos pinchen en eventos como el festival de Pingüinos, la concentración motera anual de Valladolid. En la última jornada, se realizará una grabación de las sesiones, y se retransmitirán en Who Radio. Además, se celebrará un evento final en Villaviciosa de Odón el domingo 15 de septiembre, donde participarán cinco chavales que mostrarán las habilidades aprendidas, que se publicará en el canal de Youtube de'Who is in da house'. Esta iniciativa cuenta con su propio sello discográfico para que los participantes tengan incluso la oportunidad de sacar sus producciones. Aprender a ser DJ además tiene utilidades posteriores: «Lo pueden aplicar en una fiesta con amigos, en cumpleaños…». Y ahora «además es una FP, una salida profesional; no todos tienen que ser abogados o ingenieros». Y en los pueblos, se puede tirar de ellos: «Se tiene tendencia a contratar para las fiestas a DJ de fuera, cuando a la gente de la localidad les encanta que pinche alguien de allí», dice María.