Psimythos: la perla perdida (y falsa) del Egeo

Abc.es 
El turismo de Instagram , de la exclusividad de ser el único que conocer un sitio no masificado, el del turista que clava la primera sombrilla que recuerda al izado de la bandera de Estados Unidos en la luna durante aquella vertiginosa carrera espacial del siglo pasado, o del 'traidor' que comparte coordenadas de GPS en redes sociales, provoca que cada verano los medios de comunicación, persiguiendo el ansiado 'clickbait', repita la manida estrategia del titular que descubre lugares a los que aún no han llegado las hordas de turistas. En decenas de publicaciones reporteros, 'influencers' y usuarios de redes sociales se jactan de conocer las mejoras playas de aguas turquesas, las tabernas que sirven platillos que son néctar y ambrosía para nuestros paladares, los mejores centros de ocio. Toponimias que el viajero medio ni siquiera ha escuchado. Sintiéndote un auténtico pardillo, te guardas la información y haces malabares durante todo el año para conseguir dinero y poder ir el siguiente verano. Pero para entonces ese idílico destino ha caído en el olvido y ha sido remplazado por otro paraíso con nombre que trae ecos mitológicos. Otro año que vuelves a llegar tarde. La duda está en si Grecia , país que bate records de visitantes anuales desde que se levantaron las restricciones de la pandemia; donde la ministra de Migraciones y Asilo pide a sus compatriotas que dejen las islas griegas a los turistas y se conformen con veranear en su pueblo; en el que un concejal de una cosmopolita isla de 15.000 habitantes que recibe 5 millones de turistas al año recomienda a los isleños que permanezcan confinados en casa para evitar el colapso de los estrechos callejones encalados y la deficitaria red de carreteras de la isla ante la llegada diaria de 17.000 turistas, puede aún tener paraísos 'ocultos' y sin masificar. La respuesta es sí. Desde el pasado 24 de agosto el nombre de Psimythos , una isla paradisiaca, ' la perla perdida del Egeo' se convertía en el destino turístico más buscado en Internet. En escasas horas, las publicaciones sobre este Edén en la tierra se hicieron virales: todo el mundo quería visitar este lugar que prometía descanso y ocio nocturno a precio asequible para los vaciados bolsillos griegos tras una década de economía intervenida y una tasa de paro juvenil de las más altas de la Unión Europea. La tentación de sus playas vírgenes, su deliciosa gastronomía hicieron que las touroperadoras comenzaran a frotarse las manos ante la posibilidad de explotar un enclave ideal para aquellos turistas que buscan ser los primeros, los únicos, aquellos que, cual explorador del siglo XVII, ubica en el mapa un destino que solo él conoce. Las codiciosas compañías de cruceros no se quedaron atrás ante la golosa posibilidad de contar con un nuevo puerto donde vomitar turistas ahora que el ejecutivo heleno amenaza con limitar el amarre en las islas más turísticas del Egeo. Como resultado, en menos de una semana, la desconocida isla se ha convertido en uno de los principales destinos 'must-visit' del país heleno. «Entre las islas de Kalimnos y Ko encontramos Psimythos , otra de las islas del Dodecaneso. Marmarakia es su puerto y el único núcleo urbano de la isla. El tráfico rodado está prohibido y la única forma de moverse por la isla es en barca o en taxi acuático. Pero tienen muchas playas de agua cristalina. La más accesible es la del puerto, pero si sigues el camino que atraviesa el pueblo, tras unos 10-15 minutos de caminata, encontrarás el resto de playas de la isla», describía la pequeña isla el medio digital Oneman. Entre las publicaciones que recomendaban las mejores tabernas; indicaban cómo llegar las playas de ensueño o en las que algunos usuarios compartían fotos de los lugares más espectaculares del Edén del Egeo, los más críticos aprovechaban para denunciar los problemas de la población local, como el peligro inminente de perder su esencia desde que uno de los gigantes turísticos internacionales se interesase en la isla y esté tratando de conseguir permiso para levantar de un hotel y pueblo con villas para millonarios; o la renuncia del último médico de la isla. «Ha dimitido el último médico rural de Psímythos. Según una publicación en su Facebook, no podía soportar la presión de vivir con 800 euros. Una isla de 600 habitantes y 1.000 visitantes sin médico. Este es el ESY (Sistema Nacional de Salud) de Adonis (aunque ningún canal reprodujo la noticia), afirmaba un post en Facebook. La noticia de la renuncia del médico local corrió como la pólvora en los medios de comunicación y en las redes, que se llenaron de fuertes críticas hacia la reforma del sistema sanitario llevada a cabo en los últimos meses por Ádonis Georgiadis, uno de los ministros más polémicos del país. Georgiadis, famoso por vender todo tipo de productos bizarros en la teletienda griega y por su frenética actividad en redes sociales, no tardó en responder rompiendo en pedazos el sueño de muchos aventureros. «No solo la noticia de la dimisión es falsa, sino que la propia 'isla' ¡simplemente no existe! No existe en absoluto, es producto de la fantasía» rezaba la publicación. En efecto, había sido todo un sueño. Un juego que surgía ante una propuesta de @beatBukowski , una de las cuentas de humor más populares en `X´. «Encontrar un nombre extravagante para una isla falsa, Psímythos por ejemplo, y decir que este año la diversión estaba allí. ¿No has estado en Psímythos? ¡Te perdiste lo mejor!», rezaba la publicación que fue contestada por miles de usuarios que contaron sus propias experiencias de su última visita a la isla, los imprescindibles para visitar. Incluso algunos fueron más allá y trazaron mapas, escribieron guías de viaje, montaron vídeos promocionales y vincularon los orígenes míticos de la isla con Aquiles y otros héroes míticos. «Si no recuerdo mal, 'L' Île Cachée' era el nombre de esa película francesa que se rodó en Psímythos y se perdió cuando la productora quebró en 1979», bromeaba otra publicación en Facebook. Corren tiempos difíciles para Grecia con los incendios que reducen a cenizas sus verdes paisajes, la masificación turística, los precios desorbitados de los ferris y alojamientos de las islas. Es una época donde los paisajes fantásticos, en los que el tiempo se ha quedado estancado son necesarios, un imperativo para ese 50% de griegos que no han podido irse de vacaciones este año. Por eso en el imaginario de los griegos Psímythos ocupa ya, al igual las islas de Circe y de Calipso o demás parajes recorridos por Ulises en la Odisea, un lugar en su geografía mítica.

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