'De hoy, no pasa': el reencuentro radiofónico de dos viejos amigos

Abc.es 
Cuando hablan, se miran a los ojos. Javier Mateo los tiene marrones; Gloria Santoro, como el aguamarina. Son los presentadores de 'De hoy, no pasa', la flamante apuesta de Radio Castilla-La Mancha que arranca hoy para las tardes de lunes a viernes. Será una hora de magacín, de siete a ocho, pero qué sesenta minutos. «Somos las voces y las caras» de un espacio que se puede ver, «pero más gente estará con nosotros», despacha Santoro. ¿Y por qué hay que oírlo? « Porque el oyente se lo va a pasar muy bien. La última hora de la tarde», se lanza Mateo, «requiere casi un punto de mucha amistad, de contar las cosas mucho más tranquilamente y desenfadadamente; de hablar de asuntos muy importantes y también de los que no los son, pero que al final forman parte de nuestro día a día». «Lo mejor del programa -continúa sin apenas coger aire- no es la gente que lo va a hacer o lo que vamos a contar, sino el rollo que va a tener; el tono, que va a intentar que terminemos con un punto de sonrisa». Gloria aguarda paciente a meter baza mientras Javier sigue: «Escuchando aprendiendo, sabiendo lo que ha pasado, teniendo un puntito de actualidad con esas otras historias que se quedan pendientes...». Como ejemplo, pone la historia de una virgen que en un pueblo de Toledo tiraron por un barranco, «una historia que me pide más datos». «¿Quién se atreve con un magacín a las siete de la tarde?» , irrumpe enérgica Santoro, como lo hace con Ramón García en 'En compañía', el exitoso programa televisivo en la cadena pública. «Mi agenda está llena de cosas cuando me levanto. Pero cuando termina el día, se me ocurre pensar en otras. Y de hoy no pasa, por ejemplo, que mañana tengo que preparar una puñetera tarta a mi hija, porque no me da la vida para ir al Mercadona, donde ahora se liga más que otra cosa», expone (sic). «Compra piña, compra piña», recomienda Mateo. La química entre ellos viene de lejos. Se conocen desde la primera temporada de la radio, hace 23 años. Gloria soplaba los dos patitos; él, cuatro más. Javier cuenta que se hicieron muy amigos la primera vez que trabajaron juntos. Fue el segundo año, cuando a Santoro la pusieron en las madrugadas y a él en el matinal, con lo que el de Socuéllamos entraba a las tres de la mañana. «Esa primera noche no sabía que ella iba a estar aquí» , evoca este periodista de radio y de informativos, como el enamorado que habla de su amada. Con la amistad forjada, se dieron paso en el micrófono el uno al otro un tiempo. Y siguieron en la misma casa, pero sin trabajar juntos. Hasta este verano. El director de la radio, Óscar García, vio en ese buen rollo un filón y les brindó la oportunidad de hacer algo la una con el otro . «Javier y yo tenemos mucho que dar, pero hasta ahora nadie nos lo había propuesto», explica la de Hellín. La oferta es un cierre a la jornada y Gloria tratará de convencer al escuchante para seguir en la onda. « Si tengo un mal día, te lo voy a contar; pero te voy a decir cómo animarte. Por ejemplo, tengo un mejunje que me ha dicho la nutricionista que esto pone las pilas para terminar haciendo el amor. ¿Qué te parece?», sugiere inesperadamente. También dice ella que está preparada para todo lo que les puedan decir en las redes sociales, «porque ya lo hacen». Y añade mirándote a los ojos: «Hasta que no llega tu primer hater (odiador), no estás metido en el mundo digital». No adelantan cómo empezarán el primer programa, porque a lo mejor les toca improvisar por la actualidad del día. «Habrá secciones, colaboradores, tertulia y entrevista», apunta Gloria, «con momentos para la risa» para concentrarlo todo en menos de una hora. ¿Poco tiempo? «Sí» , contesta ella arrastrando la i. «Muchos días nos vamos a quedar cortos», tercia él. En una fotografía distribuida para promocionarlos, la pareja parece sacada de 'Granujas a todo ritmo', una icónica película que se convirtió en un fenómeno sociológico. Gloria se conforma con que el público los acompañe y sacarle desde una sonrisa a que el oyente quiera hacer algo distinto. «Con hacer compañía, en radio es un triunfo», afirma Javier, quien tendrá sesión continúa en el informativo de las 8 después de acabar su programa. Y una idea para terminar : alguna tarde podrían recrear el momentazo que protagonizaron en un programa de la televisión pública hace tiempo. Santoro danzó con salero imitando a Shakira mientras Mateo hacía de Alejandro Sanz, pero simulando malamente que tocaba la guitarra eléctrica. «Y de hoy no pasa que comience a aprender», aprovecha Javier para meter la cuña de la nueva oferta radiofónica.

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