Investigan como presunto suicidio con violencia de género al kamikaze que mató a un policía en la A-6

Abc.es 
El último choque provocado por un conductor en sentido contrario ha dejado uno de los peores saldos de víctimas que se recuerdan de los últimos años. Tres muertos y dos heridos, ambos de mucha gravedad. El suceso se produjo a primera hora de la mañana, cuando dos de los varones fallecidos se dirigían a trabajar en un domingo. Uno era policía nacional. El otro, su acompañante. El tercer muerto es el propio kamikaze . Y su pareja y otro policía, este municipal de Madrid, son los que presentan las lesiones y han podido sobrevivir. Una de las hipótesis que baraja la Guardia Civil de Tráfico, encargada del atestado, es que el presunto homicida quisiera suicidarse y provocar la muerte de su mujer, durante una discusión de ambos al volante, explican a ABC fuentes de la investigación, aunque, debido al óbito del primero y a las gravísimas heridas de ellas, es algo que aún hay que atar. No había huellas de frenada. El suceso se produjo a las 6.15 horas, en el punto kilométrico 20 de la A-6 (carretera de La Coruña), en sentido entrada de Madrid y a la altura de Las Rozas, cuando el chófer de un nuevo modelo de Volkswagen, un Taigo tipo SUV, se dirigía rápidamente en sentido contrario directo a una motocicleta. El piloto de este último vehículo intentó sortear al coche y se empotró contra la mediana, que cuenta con una valla. Era el policía municipal. Inmediatamente, venía detrás un Volkswagen Passat con un policía nacional al volante y de acompañante un amigo suyo, al que le hacía el favor de acercarlo a Madrid porque también iba a trabajar, aunque no pertenece a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Aprovecharon juntos el viaje pues ambos son vecinos de Ávila. El impacto contra ellos fue frontal y brutal, de manera que los tres fallecidos expiraron prácticamente nada más producirse. Hasta el lugar se traladaron agentes de la Unidad de Tráfico de la Guardia Civil de Madrid y sanitarios del Summa-112. Los Bomberos de la Comunidad de Madrid tuvieron que emplearse para extraer los cadáveres de los amasijos de hierro. Colaboraron también el servicio de emergencias de Las Rozas (Samer) y la Policía Municipal de Madrid, precisan fuentes de Emergencias 112 Comunidad de Madrid a este periódico. La alta velocidad del kamikaze, la ausencia de huellas de frenado y el hecho de que, aun yendo acompañado de un ser querido como su pareja, decidiera ir voluntariamente en sentido contrario refuerzan para los investigadores la hipótesis del suicidio con la intención añadida de matar a la mujer. «Estos casos suelen tener ese origen», explican a ABC expertos policiales en este tipo de siniestros. No es el primer ni desgraciadamente será el último caso en que un maltratador mata a su pareja simulando un accidente de tráfico, como han reconocido en anteriores ocasiones fuentes fiscales. Según avance la investigación, para la que serán determinantes las cámaras, el análisis toxicológico del kamikaze y el peritaje de los expertos, esta teoría quedará apuntalada o será desechada, explican los investigadores. Además, algunos testigos han aportado que vieron «a un matrimonio joven discutir varias veces durante el trayecto, hasta que colisionó con otro vehículo». El conductor y presunto homicida tenía 25 años y, al parecer, podrían estar regresando de una noche de fiesta por la zona. En cuanto al policía nacional fallecido, se llamaba Alberto Sánchez Arenas, tenía 44 años, mujer y deja a una niña de apenas 5 años. Había prestado servicio en el Registro Central de Detenidos y desde hace relativamente poco tiempo lo hacía en el Grupo Operativo de Respuesta (GOR) de la comisaría del distrito de Salamanca, donde ayer el lamento era unánime. Precisamente acudía ayer a su puesto cuando la muerte se encontró con él de manera prematura. Agentes amigoso de Alberto consultados por este periódico se mostraban ayer destrozados: «Era muy buen compañero, miraba más por los demás que por él mismo. Ayudaba en lo que hiciera falta. Amaba a la Policía y, sobre todo, estaba ciego por su hija». Era enlace sindical del sindicato SUP en la comisaría. Su hermano es guardia civil. En la comisaría y, en general, en la Jefatura Superior de Policía de Madrid la consternación era máxima. Sus compañeros estaban a la espera de saber cuándo se le hará la autopsia para poder velarlo y homenajearlo como se merece. En cuanto al Policía Municipal herido, con numerosas fracturas en el peroné, la tibia, tobillos... Fue operado ayer de urgencia de la cadera y, al cierre de esta edición, se encontraba en la UCI del Hospital Clínico San Carlos. Jesús Pedro tiene 55 años y es un gran aficionado a las motos. Aunque es oficial de la Comisaría Integral de Puente de Vallecas, se había presentado voluntario para trabajar ayer de refuerzo en el Rastro de Madrid.

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