Un científico señala lo que hay que hacer para recordar dónde hemos dejado las llaves: «Bloqueamos la recuperación del recuerdo»
A todos nos ha pasado alguna vez: estamos a punto de salir de casa y de repente nos damos cuenta de que no sabemos dónde están las llaves . Esta situación, común y frustrante, puede hacer que perdamos tiempo valioso y, en algunos casos, incluso nos haga llegar tarde a una cita o al trabajo. Cuando esto sucede, la reacción más común es obsesionarse con el objeto perdido, buscándolo por todas partes y repasando mentalmente cada paso dado antes de extraviarlo. Sin embargo, por raro que parezca, esta conducta podría estar haciendo más difícil encontrar lo que se busca. Así lo ha asegurado el profesor Jon Simons , de la Universidad de Cambridge, en una intervención en el podcast 'Rosebud', donde ha explicado que el esfuerzo excesivo por recordar un objeto o un nombre puede ser justamente lo que impide que venga a nuestra mente. Su consejo es claro: hay que tratar de pensar en otra cosa o relajarse para facilitar la recuperación del recuerdo. Simons asegura que «lo que ocurre cuando realmente intentamos recordar algo es que, a menudo, con ese mismo esfuerzo bloqueamos la recuperación del recuerdo». Según el científico, este bloqueo se debe a que concentrarse demasiado en encontrar la respuesta impide que el cerebro acceda al recuerdo de manera natural. Por lo tanto, en lugar de insistir en la búsqueda, recomienda tomarse un momento para relajarse y dejar que la mente se enfoque en otras cosas. Gyles Brandreth , presentador del podcast, quiso compartir en cierto punto de la entrevista una experiencia personal, explicando que una vez logró recordar, sin esfuerzo, el nombre de una persona en la que no pensaba desde hacía unos 55 años. «Este fenómeno que usted describe, esa especie de sensación en la punta de la lengua, donde sabes que está ahí pero no puedes recordarla, es una sensación muy común que todos experimentamos de vez en cuando», dijo Simons, aludiendo a cómo la memoria puede ser esquiva cuando se intenta forzar. Simons concluyó que este tipo de experiencias son más comunes de lo que se piensa y subrayó la importancia de no obsesionarse con recordar algo. «Es interesante comprobar con qué frecuencia uno puede reflexionar una y otra vez sobre algo, esforzarse por recordarlo, y de repente, en el momento en que piensa en otra cosa, aparece en su cabeza», puntualizó.