Todos contra Mahomes en el inicio de la temporada más igualada de la NFL

Abc.es 
207 es el número de días que han pasado desde aquel domingo 11 de febrero, donde Kansas City Chiefs se impusó a San Francisco 49ers en la prórroga para conseguir su cuarta 'superbowl', hasta este jueves donde el equipo de Mahomes volverá a ser protagonista, pero esta vez para enfrentarse a Baltimore Ravens en lo que significará el inicio de una nueva temporada del deporte más seguido de todo Norteamérica. La temporada de la NFL promete ser una de las más competitivas de los últimos años. Tanto la Conferencia Americana (AFC) como la Nacional (NFC) presentan nuevos equipos contendientes al título, además de los que ya compitieron por él el año pasado, todos con el mismo objetivo: evitar que Kansas levante el tercer título seguido, hito que le haría entrar en la historia, si no lo estaba ya. Será una temporada en que cada partido cuenta , y donde cualquier detalle puede marcar la diferencia para que un equipo que piense en luchar por todo pueda perder cualquier opción en cuestión de minutos. Aunque es raro repetir, los dos últimos equipos en disputar un partido la temporada pasada, Kansas y San Francisco, vuelven a ser los principales candidatos a levantar el próximo trofeo Lombardi el 9 de febrero de 2025 en el estadio Caesars Superdome de New Orleans (Louisiana). Los Kansas City Chiefs , liderados por Patrick Mahomes y el entrenador Andy Reid, se perfilan nuevamente como los grandes favoritos. Buscando su tercera Super Bowl consecutiva, los Chiefs arrancan con una presión tremenda: cualquier resultado que no sea el título será considerado un fracaso. La elección de Xavier Worthy en la primera ronda del draft y el fichaje del receptor 'Hollywood' Brown apuntan a diversificar un ataque que ha dependido en exceso de Travis Kelce, quien sigue siendo el principal objetivo de Mahomes. Sin embargo, la defensa contra la carrera sigue siendo una incógnita, y la capacidad de elevar el nivel de los linebackers será crucial para el resultado en febrero. Mientras, los San Francisco 49ers vuelven con la herida aún fresca de la última Super Bowl, cuando dejaron escapar una ventaja de 10 puntos. Con Brock Purdy como mariscal de campo, el equipo llega con esperanzas renovadas y un plantel ofensivo prometedor que incluye a Deebo Samuel, Brandon Aiyuk y el 'tight end' George Kittle, además del fichaje del receptor Ricky Pearsall y sin olvidar a Christian McCaffrey, que continúa siendo una amenaza constante. En defensa también se han fortalecido durante la post–temporada. Es el otro equipo obligado a ganar para no decepcionar. Después de una dolorosa derrota en la final de conferencia de la AFC la temporada pasada, los Ravens vuelven con un enfoque renovado. Con el MVP Lamar Jackson y la llegada del corredor Derrick Henry, Baltimore busca establecer un juego terrestre dominante que desgaste a las defensas rivales. Sin embargo, las salidas de J.K. Dobbins, Gus Edwards, Jadeveon Clowney y Patrick Queen han dejado huecos que habrá que ver quien los ocupa. La defensa, aunque mermada, aún cuenta con talento clave como Justin Madubuike y el dinámico dúo de 'safetyes' Kyle Hamilton y Marcus Williams, quienes intentarán mantener el nivel de la línea. Los Philadelphia Eagles vienen de una temporada agitada, donde comenzaron con un prometedor 10-1 antes de desmoronarse. Las derrotas ante equipos menos favoritos y una eliminación temprana en playoffs han generado dudas sobre el liderazgo de Jalen Hurts. Las adquisiciones de Saquon Barkley, el linebacker Devin White y la contratación de Vic Fangio como coordinador defensivo intentarán corregir los fallos que tuvieron el año pasado. Los Bills , liderados por Josh Allen, siguen a la caza de esa escurridiza victoria en la Super Bowl. Tras cuatro títulos divisionales consecutivos, Buffalo se enfrenta a una reestructuración necesaria debido a los ajustes salariales, lo que los ha llevado a perder figuras como Stefon Diggs y Matt Milano. Aunque Allen hará de los Bills un equipo competitivo, las dudas en torno a la consistencia y las bajas en posiciones clave hacen que su camino hacia la cima sea más difícil que nunca. Con tres temporadas consecutivas de 12-5, los Dallas Cowboys han confirmado su regularidad en la temporada regular, pero no han logrado dar el salto en los playoffs. Dak Prescott sigue siendo una incógnita, con la mala noticia de que su rendimiento depende en gran medida de la eficacia de la línea ofensiva. Con jugadores clave fuera y su futuro en juego, ya que es su último año de contrato, esta podría ser la última oportunidad de Prescott para llevar a los Cowboys a la Super Bowl. Los siguientes equipos son proyectos en los que habrá que comprobar si sus jugadores más prometedores dan un paso adelante o si se quedan algo estancados y no cumplen con las expectativas puestas en ellos para esta temporada. Los Green Bay Packers cerraron el capítulo de Aaron Rodgers y abrazan a su nuevo quarterback franquicia, Jordan Love. Con un contrato de cuatro años y 220 millones de dólares, las expectativas son altas. Aunque sufrieron un colapso en los playoffs ante los 49ers, Love mostró destellos de calidad y de poder ser una futura superestrella, como así dice su contrato. Este año será crucial para su desarrollo, especialmente en una NFC Norte que promete ser feroz con rivales como los Lions. Justo el equipo dirigido por Dan Campbell, los Detroit Lions, han transformado su identidad y ahora son serios contendientes en la NFC. Después de alcanzar dos victorias consecutivas en playoffs y estar a un paso de la Super Bowl, los Lions buscan consolidar el proyecto. Sin embargo, la secundaria sigue siendo una preocupación, aunque las adquisiciones de Carlton Davis III y los 'cornerback' Terrion Arnold y Ennis Rakestraw Jr. podría ser la solución que necesitan. Con el apoyo de una afición vibrante en el Ford Field, Detroit espera que esta temporada sea la definitiva para alcanzar la gloria. Los Texans fueron la gran revelación de 2023 bajo el mando del entrenador novato DeMeco Ryan y su estrella emergente, el quarterback C.J. Stroud. Con una temporada de rookie destacada, Stroud buscará continuar su ascenso con la ayuda de una ofensiva reforzada con Stefon Diggs y Joe Mixon. En defensa, las llegadas de Danielle Hunter y Denico Autry prometen mejorar un equipo que ya dio mucho de qué hablar el año pasado. Houston parece tener los ingredientes para seguir sorprendiendo en la AFC. Jacksonville intentarán recuperarse de una decepcionante caída al final de la temporada pasada. Con Trevor Lawrence como su quarterback, el equipo tiene un talento prometedor pero necesita consistencia para dar el siguiente paso. A pesar de su potencial, los Jaguars aún no han demostrado ser contendientes serios en la AFC y necesitan superar las expectativas para competir por un lugar en los playoffs. Como todos los años, las lesiones son parte protagonista de la liga y todos los equipos han sufrido alguna vez alguna lesión que les ha dejado sin opción a competir ese año por el título. Nombres como Rodgers, Burrow o Cousins son algunos de los que quieren demostrar que están al mismo nivel que cuando se fueron o, directamente en el caso de Anthony Richardson, seguir teniendo el mismo potencial que se le auguraba. Con Aaron Rodgers regresando tras el desgarro completo del tendón de Aquiles izquierdo, los Jets esperan que el veterano quarterback los lleve a su primera aparición en playoffs desde 2010, gracias también a una sólida defensa encabezada por Sauce Gardner y Chuck Clark. La franquicia neoyorquina tiene potencial, pero necesitan cohesión y regularidad para convertirse en verdaderos contendientes al título. La lesión de Joe Burrow truncó las esperanzas de los Bengals en 2023, dejándolos últimos de una dura AFC Norte. Con Burrow recuperado y un calendario más favorable, los Bengals aspiran a retomar su nivel. La ofensiva, liderada por Burrow y el receptor Ja'Marr Chase, sigue siendo temible, pero la defensa necesitará mejorar tras una temporada irregular. Las incorporaciones de Geno Stone y Vonn Bell buscan reforzar una zaga que tuvo problemas significativos el año pasado. La continuidad en el cuerpo técnico, con Zac Taylor y Lou Anarumo, ofrece estabilidad en una franquicia que no deja de crecer. Los Falcons han dado pasos significativos en mejorar su defensa con incorporaciones como Matthew Judon y Justin Simmons. Con Kirk Cousins de vuelta y tras gastar un número ocho del draft en otro quarterback, Michael Penix Jr., Atlanta busca romper su sequía ya que lleva sin jugar un partido de postemporada desde 2017. Los Colts , aún en proceso de reconstrucción y con Anthony Richardson como su quarterback del futuro, espera dar pasos firmes hacia la competitividad. El regreso de su joven estrella promete estabilidad, pero su desarrollo será clave para las aspiraciones del equipo. La combinación de Richardson y Jonathan Taylor podría revitalizar una línea ofensiva que ha carecido de todo estos últimos años. Aunque no son favoritos para playoffs, tienen el talento suficiente para sorprender si logran mantenerse sanos. La NFL es una liga de constante movimiento y existen equipos que el año pasado no fueron capaces ni de dar un paso hacia delante ni tampoco dieron ninguno para atrás. El principal problema de esto, es que otro año así podría significar que sus propietarios se impacienten e intenten dar con la tecla sin saber si es la correcta o no. Los Dolphins , liderados por Tua Tagovailoa, siguen sin lograr una victoria en playoffs desde el año 2000. A pesar de contar con un arsenal ofensivo impresionante que incluye a Tyreek Hill y Odell Beckham Jr., las expectativas y la presión están en su punto más alto tras una prolongada sequía de éxitos durante las postemporadas. Cleveland posee una plantilla repleta de talento, pero el desempeño de Deshaun Watson será crucial. Con un pasado turbulento y un contrato millonario, Watson debe demostrar que puede liderar a los Browns hacia un título divisional y una carrera prolongada en los playoffs, algo que la afición de Cleveland ansía después de años de mediocridad. Los Rams, aún liderados por Matthew Stafford y cuya salud es crucial para el equipo, se enfrentan a la difícil tarea de mantenerse competitivos tras la retirada de Aaron Donald y la eliminación temprana en los últimos playoffs. Con Sean McVay al mando y una ofensiva respaldada por jóvenes talentos como Kyren Williams y Blake Corum, Los Ángeles no está lista para rendirse. Los Buccaneers han encontrado estabilidad en la NFC Sur con un Baker Mayfield resurgido tras la salida de Tom Brady. Con la unión sólida de Mike Evans y Chris Godwin, Tampa Bay busca ser más que un equipo que domina la división más débil de toda la liga. Además, otra de las claves será que su temporada dependerá de cómo Mayfield se adapte al nuevo esquema ofensivo de Liam Coen. Otra de las bonitas peleas que existen cada año en la NFL es la lucha por ser el mejor jugador de primer año de toda la liga, además, recordar que venimos de un año donde las tres primeras elecciones fueron quarterbacks, algo inusual en las últimas temporadas. Chicago apuesta todas sus fichas al el prometedor quarterback Caleb Williams, con la esperanza de que sea la respuesta a años de mediocridad en la posición más importante del equipo. Si bien no se espera que los Bears lleguen lejos, cualquier progreso será visto como un paso en la dirección correcta. Los Commanders se embarcan en una renovación total, dejando atrás años de escándalos bajo la gestión de Dan Snyder. Con el novato Jayden Daniels como jefe y Dan Quinn liderando como entrenador, hay un renovado optimismo en Washington . La clave será cómo se desarrolla este joven equipo en una temporada de transición. Los Broncos han luchado para encontrar su rumbo desde la salida de Russell Wilson a los Steelers. Con Bo Nix como nuevo quarterback, respaldado por una sólida línea ofensiva, Denver busca finalmente estabilizarse y competir nuevamente en la poderosa AFC Oeste. Los Cardinals , equipo que lleva viviendo en una reconstrucción desde hace tiempo, aún tienen un quarterback franquicia en casa. Sin embargo, Kyler Murray que ha estado lejos de su forma en los últimos dos años y eso ha frenado a Arizona. Parece que ya está de vuelta y tiene a su disposición al mayor talento wide receiver de este año tras el Draft: Marvin Harrison Jr. La unión de buenos jugadores tanto para el juego aéreo como terrestre con James Conner es algo en lo que apoyarse para confiar en este equipo. Con la llegada de Jim Harbaugh como nuevo entrenador en jefe y una serie de adquisiciones provenientes de Baltimore, los Chargers buscan reinventarse tras temporadas mediocres. El quarterback Justin Herbert sigue siendo la pieza central del equipo, pero deberá adaptarse a un esquema ofensivo diferente. El éxito del e quipo dependerá de la rápida adaptación a los nuevos sistemas y de su capacidad para competir en una división dominada por los Chiefs. La salida de Bill Belichick marca el inicio de una nueva era para los Patriots . Bajo el mando del nuevo entrenador Jerod Mayo, y con el rookie Drake Maye como el quarterback del futuro, el equipo está en plena reconstrucción. Las expectativas son bajas para esta temporada, ya que la plantilla carece de regularidad y talento en varias posiciones clave. Es probable que New England pase por un período de adaptación antes de volver a ser un contendiente serio. Bajo el mando del incombustible Mike Tomlin, los Steelers no han tenido un récord negativo desde 2007, pero la falta de éxito reciente en los playoffs ha frustrado a una afición acostumbrada a los triunfos. Con un grupo sólido y algunos cambios en la plantilla, los Steelers buscarán finalmente dar el salto y romper su racha negativa en postemporada. Tras varios años de desilusión, los Titans han hecho borrón y cuenta nueva con la llegada de nuevas caras tanto en la dirección como en el campo. La gran incógnita sigue siendo el quarterback Will Levis, cuya inconsistencia podría ser un obstáculo en una división en la que cualquier equipo tiene oportunidad de destacarse. Desde la marcha de Drew Brees tras la temporada 2020, no ha habido éxito en 'The Big Easy'. No es que todo sea drama, ya que de vez en cuando se juegan partidos maravillosos en el Caesars Superdome, pero los Saints no pisan playoffs desde hace tres años. Y con ello, se ha demostrado que el mariscal Derek Carr no es la solución para una franquicia que no sabe qué hacer. Por último, el resto de equipos ya entran en un selecto grupo que encaran esta temporada como un año de transición y, salvo sorpresa mayúscula, encararan los partidos pensando en dar minutos a los más jóvenes, mover los contratos con mayor sueldo y buscando elegir lo más alto posible en el draft del 2025. Los Viking s afrontan un año difícil tras la salida de Kirk Cousins y la lesión de su novato J.J. McCarthy. Sin un quarterback claro y con una NFC Norte cada vez más competitiva, Minnesota se enfrenta a una posible reconstrucción, con Justin Jefferson como su única estrella indiscutible, y temiendo la posibilidad de un traspaso a mitad de temporada. Los Raiders están en un proceso de transición bajo el nuevo entrenador jefe Antonio Pierce. A pesar de contar con una de las mejores defensas de la liga, liderada por Maxx Crosby, la falta de un quarterback de élite limita su techo. Las expectativas son bajas, y si bien no se espera que compitan con los equipos más fuertes, son los que se encuentran más cerca de salir de esta categoría. Carolina Panthers , que se endeudó para elegir el número uno en el draft de 2023, siguen sin estar al nivel, casi, mínimo para un equipo de la NFL debido a que el propietario no hace más que pisotear su propia franquicia y el futuro de la misma. Todos los aficionados solo esperan ver con regularidad a Bryce Young y recuperar un poco la ilusión con el equipo de Charlotte. Los Seahawks inician un nuevo capítulo con el joven entrenador Mike Macdonald, pero la incertidumbre persiste, especialmente en torno a la posición de quarterback con Geno Smith. Con interrogantes en varias áreas clave, Seattle parece estar en un proceso de reconstrucción y búsqueda de estabilidad a largo plazo. Nadie se esperaba que los Giants llegarán al punto donde se encuentran tras clasificar y ganar un partido de los playoofs de 2022. Y es que confiaron demasiado en las habilidades de Daniel Jones, al que otorgaron un contrato, que ahora mismo se considera tóxico. Sin ese salto cualitativo del quarterback y las elecciones de este año en el draft, todo hace pensar que va a tener que pasar otro año para terminar con la supuesta reconstrucción. Aunque, lo más interesante este año puede ser la adaptación del WR novato Malik Nabers a la líne ofensiva del equipo neoyorquino.

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