La subida del techo de gasto un 4,5%, hasta los 8.315 millones, no supondrá mayores impuestos en Castilla-La Mancha

Abc.es 
El límite de gasto no financiero, el llamado techo de gasto, ha quedado aprobado este jueves en el Pleno de las Cortes regionales con los votos de la mayoría socialista y se cifra en 8.315 millones de euros para 2025 , con una variación del 4,5% con respecto al año anterior, una subida que, según ha asegurado el consejero de Hacienda, Juan Alfonso Ruiz Molina , no repercutirá en los impuestos (aumento de la presión fiscal) «en ningún caso». El techo de gasto fue acordado en el Consejo de Gobierno el pasado 27 de agosto y va a «consolidar el progreso y el crecimiento económico», añadió el consejero. «Se cumple así con el compromiso adquirido en 2015 con los agentes sociales, empresarios y trabajadores de mantener en nuestra Comunidad Autónoma la congelación fiscal e incluso rebajarla, como ya se hizo en 2022 y 2023», ha dicho el consejero. En su intervención, Ruiz Molina ha explicado que el techo de gasto es el máximo que la Administración regional podrá gastar durante el próximo año y su elaboración se ha hecho «con la máxima prudencia» y teniendo en cuenta los recursos provenientes del sistema de financiación autonómica, comunicados oficialmente por el Ministerio de Hacienda; los objetivos de estabilidad presupuestaria, en base a los aprobados en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera, celebrado el pasado 15 de julio; las estimaciones de lo que se espera recaudar en relación con los tributos que gestiona la Junta y las transferencias no finalistas recibidas de la Unión Europea y el Estado. El techo de gasto supone tener los «mimbres necesarios» para que se pueda elaborar un presupuesto encaminado, un año más, a «mejorar la calidad de vida del conjunto de la ciudadanía», así como para «favorecer el desarrollo económico de la región»; en definitiva, continuar «consolidando el progreso y bienestar de Castilla-La Mancha, como venimos haciendo desde año 2015». El titular de Hacienda ha subrayado que, desde un punto de vista económico, Castilla-La Mancha se encuentra en un entorno de crecimiento sostenido que ha permitido elaborar «con prudencia» desde su Consejería unas previsiones de crecimiento para finales de 2024 de un 2,3 por ciento, y del 2 por ciento del PIB en términos reales para 2025 . Un escenario que está avalado por entidades como la AIReF y servicios de estudios reputados, como los del BBVA y CEPREDES, y que se suma a la « contención de la inflación », que según los últimos datos publicado por el Banco de España se sitúa en un 2,6 por ciento, y que previsiblemente bajará en agosto, tras publicarse la semana pasada el dato avanzado para España, que se ha reducido al 2,2%. Ruiz Molina también ha destacado la estabilidad política que vive la Comunidad Autónoma, y que contrasta -ha dicho- con la situación a nivel nacional, en la que el techo de gasto y los objetivos de estabilidad presupuestaria presentados por el Gobierno de España han sido rechazados en el Congreso de los Diputados, con los votos en contra del PP, VOX y Junts, a quienes Ruiz Molina pidió que en el caso de volver a presentarlos, «defiendan los intereses de la región y voten a favor». El primero de los componentes del límite de gasto son los ingresos propios de carácter no financiero, que ascienden a 8.247 millones, variando con respecto al anterior ejercicio en un 4,6 por ciento. De esta cifra, el consejero señaló que el 88%, 7.257 millones, son los ingresos que le corresponden a Castilla-La Mancha provenientes del sistema de financiación vigente. Un elevado porcentaje que «pone de manifiesto la importancia que para la región tiene abordar de manera urgente una modificación del sistema de financiación autonómica, que corrija los defectos del actual, y por supuesto que ese nuevo modelo de financiación se aborde de forma multilateral». El 12% restante, es decir, 990 millones, «se corresponde con los ingresos de carácter tributario que gestionamos desde la Administración regional y los provenientes de otras administraciones, como el Estado o la Unión Europea». El segundo componente es el déficit para el próximo ejercicio, como se acordó en el Consejo de Política Fiscal y Financiera en el mes de julio, «este es del 0,1 % del PIB regional, lo que supone unos 55 millones de euros». Una tercera magnitud son los ajustes de contabilidad nacional, aquellos que se deben realizar para que el techo de gasto sea fijado en términos de contabilidad nacional y que para este 2025 está previsto que sumen 12,3 millones de euros. El consejero recordó que los ingresos procedentes del fondo REACT UE, en esta ocasión no se han estimado al «ser Castilla-La Mancha una de las tres comunidades que los tiene ejecutados». El viceportavoz del PP en la Cámara, Santiago Serrano, aprovechado su intervención en el pleno para cargar contra la «inconstitucionalidad» del cupo catalán, un sistema de financiación que «perjudicará a la comunidad» con una reducción del 14 % de los fondos que se reciben, y auguró que la «fiesta catalana» solo puede pagarse con «ajuste al gasto o con más impuestos, algo que el PSOE sabe hacer, como ya ha demostrado en Castilla-La Mancha y en España», dijo para justificar su 'no' al techo del gasto. Por su parte, el diputado de Vox Francisco José Cobo ha criticado la deuda de la región y se ha mostrado crítico a reformar el sistema de financiación estatal. «Vamos de cabeza al endeudamiento», y ha dicho que el consejero lo va a pasar mal con el «concierto económico» entre el Estado y Cataluña.

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