Un gran Pepe Moral en un desafío a la mansedumbre

Abc.es 
Argelón se llamaba el primero, pero poco tuvo que ver con su tocayo bilbaíno : se dejó en el capote, pero se vio que tenía poquita fuerza tras su paso por el caballo. Después de un desordenado tercio de banderillas, comenzó Pepe Moral por bajo, ordenando la incómoda embestida del animal, que tan pronto metía bien la cara, como pegaba un gañafón. Al natural prácticamente no tenía recorrido, y en cuanto le pudo el sevillano, el toro cantó la gallina. Muy firme estuvo Moral, que dejó una meritoria estocada en la que el de Dolores Aguirre le esperó. Manso de libro fue el segundo, que no quiso ni ver el capote e hizo eterno un tercio de varas en el... Ver Más

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