La increíble historia Michelle Jiménez, la española que opta a Miss Universo: criada en un centro de menores, tatuajes y criticada por su color de piel

«Debe ser una mujer bella, inteligente y que tenga muchas virtudes y cualidades como saber relacionarse. También, que tenga espíritu de filantropía y labor social. La nueva Miss Universo tiene que ir a todos los rincones, llegar a la gente más necesitada», explicó, hace unos días, Raúl Rocha , el presidente del certamen de belleza más importante del mundo. La nueva edición tendrá lugar el próximo 16 de noviembre, en México, y acogerá a más de 100 mujeres dispuestas a alzarse con la corona. Así, esta semana se ha conocido el nombre de la joven que intentará llevar a España a lo más alto. Se trata de Michelle Jiménez , una estudiante de Comercio y Marketing que ha tenido que sortear muchos obstáculos durante su adolescencia. «Desde los 12 años hasta los 18, estuve en varios centros de menores. Por circunstancias ajenas a mí, pasé mucho tiempo allí», explica en conversación con ABC. Lo vivido hizo que tuviese que madurar a pasos agigantados: «Mis amigos siempre me han dicho que cuando era una niña tenía la vida de una chica de 20 años». Eso sí, echando la vista atrás, «me doy cuenta que soy la mujer que soy por todo lo que he pasado». Y si de algo se siente agradecida es de las leyes de protección al menor que hay en España: «Son maravillosas. Se intenta que los jóvenes se desarrollen de la mejor manera posible en todos los ámbitos. Debería ser así en todos los países. Muchos no se dan cuenta, pero aquí somos unos privilegiados». Michelle Jiménez es la viva imagen de la resiliencia. Una mujer que, pese a toparse con un sinfín de adversidades, ha logrado salir adelante: «Cuando te pasa algo así tienes dos opciones: el camino del lamento o luchar por seguir. Yo escogí la segunda». También influye que sea la mayor de nueve hermanos: «De alguna forma, me ha tocado ser la madre de dos de ellos». «Estoy muy orgullosa de ver cómo han crecido y de cómo se comportan. Siento que los he educado yo. Cuando voy a por ellos al colegio, me dicen que son una maravilla y eso me reconforta», comparte, emocionada, la representante de España en Miss Universo 2024 . Una historia digna de contar y de llevar al mundo: «Quiero ser la inspiración de aquellos que viven situaciones similares». La joven asegura estar «viviendo un sueño»: «Aún no me lo creo, estoy muy feliz agradecida». Así, tiene unas palabras para sus familiares, muchos de ellos en República Dominicana -su padre nació allí-: «Cuando comenzó la gala, dejé el móvil en el camerino y no lo cogí hasta que gané. Era una locura la cantidad de mensajes que había recibido. Siempre están conmigo». Destaca la figura de su abuela, quien «desde el principio apostó por mí. Me decía que era la más guapa y la más lista. Se sorprendió menos ella que yo». Y es que, Jiménez no imaginaba que llegaría tan lejos: «Había chicas muy buenas e interesantes». Su proclamación no ha estado exenta de polémica. Incluso antes de ser coronada como Miss Universo España 2024, recibió una oleada de mensajes cargando contra su persona. «Las críticas comenzaron desde que me clasifiqué en el Top 3. Está siendo 'heavy', pero ahora más que nunca tengo que cogerlo, convertirlo en mi fortaleza y seguir hacia delante. Tengo que demostrar que ante el acoso no hay que ceder, que las personas tienen que ser ellas mismas sin importarles lo que digan». Una situación pareja a la que vivió Athenea Pérez , Miss Universo España 2023, víctima de insultos racistas por sus raíces africanas. «Mi valor como mujer no se mide por mis tatuajes, mi color de piel o mi altura. Los tiempos avanzan. Lo importante es lo que tú puedes aportar a una marca como Miss Universo , no sólo el físico. Y yo tengo mucho que decir», sentencia Jiménez. Aún así, Michelle está dispuesta a llevar a España, el país que le vio nacer, crecer y al que adora, a lo más alto: «Voy a trabajar muy duro, tengo solo seis semanas para prepararme, pero lo lograré. Desde muy pequeña, veía el certamen a través de la televisión y soñaba con estar ahí. Lo he conseguido. Cuando dijeron mi nombre, se me paró el corazón».