España no cuenta con un criterio único de vacunación para la rabia, la enfermedad más letal en perros

Abc.es 
A pesar de considerarse erradicada, la rabia sigue siendo un potencial peligro evitable con una correcta pauta de vacunación. Esta enfermedad se propaga por medio de saliva infectada que penetra en el cuerpo a través de una mordida o un corte en la piel. El virus viaja desde la herida hasta el cerebro, donde causa una hinchazón o inflamación. Esta inflamación provoca los síntomas de la enfermedad. El período que existe entre la infección y cuando uno se enferma varía entre 10 días y 7 años. Los síntomas de la rabia en los canes pueden incluir un comportamiento agresivo, morder sin motivo, hipersalivación, temblores musculares, parálisis de la mandíbula y cambios de comportamiento. Desde la Real Sociedad Canina de España (RSCE) aseguran que la rabia, a pesar de considerarse erradicada, sigue siendo un potencial peligro evitable con una correcta pauta de vacunación. Se trata como decimos de una de las enfermedades infecciosas más letales en perros. Sin embargo, España sigue sin contar con un criterio único de vacunación, lo que favorece la aparición de posibles brotes en el país. la RSCE pide a las autoridades y a la Administración la obligatoriedad y periodicidad de la vacuna de la rabia; así como su unificación en dosis y plazos en todo el territorio español. Una homologación y un consenso estatal que obligue a una primera vacunación temprana, acompañado de una periodicidad en la vacunación con refuerzos anuales o bianuales en función del perro, es la opción más viable, económica y segura desde el punto de vista médico. Algo que defiende la RSCE y que es respaldado ampliamente a nivel internacional por la comunidad veterinaria. Es el caso de la World Small Animal Veterinary Association (Wsava), que agrupa a más de 200.000 veterinarios de todo el mundo. Desde la canina se propone una ley estatal que contemple la subvención o ayudas indirectas para cubrir el coste de la vacunación y hacerla más asequible. Una medida clave para democratizar la vacuna contra la rabia, cuyo precio oscila entre los 30 y los 100 euros. Un gasto que se añade al elevado coste de mantener un perro y que se mueve entre los 1.000 y 1.400 euros anuales. Actualmente, Galicia y Cataluña son las dos únicas comunidades autónomas donde no es obligatorio vacunar a los perros contra la rabia, si bien Cataluña está en trámites para la entrada en vigor este mismo año de un decreto que la declare obligatoria. En el resto de comunidades sí existen reglamentos, pero cada uno establece sus propios requisitos, existiendo una falta de plazos homologables y uniformidad que no favorece la erradicación de esta enfermedad. En las comunidades de Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Madrid, Murcia, País Vasco y ambos archipiélagos, sólo se pide una primera vacunación de una dosis entre los tres y cuatro meses de vida, que se refuerza de forma anual con una revacunación. En La Rioja y Navarra se cumple la misma obligación, pero con una vacuna de refuerzo cada dos años, en lugar de uno. Por otro lado, en Castilla-La Mancha, Andalucía y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, la primera vacunación se realiza con dos dosis con 21 días de diferencia, sumado al refuerzo anual obligatorio. En los casos de Ceuta y Melilla, hay que prestar especial atención, ya que, debido a su cercanía geográfica con Marruecos, existe un mayor riesgo de propagación de la rabia. Tal es así, que el 29 de septiembre de 2023, Melilla declaró el nivel 1 de alerta de rabia tras detectar cuatro casos ese año. En general, la armonización de la vacunación contra la rabia en toda España no sólo será una medida que proteja más a los perros de contraer esta enfermedad; sino que también proporcionará un marco actualizado, acorde a las exigencias de la Unión Europea. Así lo indica el Reglamento 576/2013 y el Reglamento de Ejecución 2024/1130 de la UE en el que la vacunación antirrábica es obligatoria en perros que sean desplazados a algún Estado miembro desde un territorio o un tercer país. Con esta medida, no se podrán desplazar aquellos animales de compañía que no tengan actualizada la pauta de vacunación contra la rabia. Para comprobarlo, serán sometidos a una prueba de valoración de anticuerpos antirrábicos que debe realizarse en un laboratorio autorizado por el reglamento oficial. En palabras de José Miguel Doval, presidente de la Real Sociedad Canina de España, se trata de una normativa que «obstaculiza el tráfico ilegal de perros de raza, una práctica ligada al mercado negro que pone en riesgo la salud de los canes y de las personas, además de elevar el riesgo de su propagación».

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