350 años repartiendo Salud desde la Costanilla
Tres siglos y medio de historia, que se dice pronto, ha cumplido la hermandad de la Salud de San Isidoro, un acontecimiento que la corporación ha querido conmemorar con una salida extraordinaria, llevando a su titular por primera vez a la Catedral de Sevilla para estar junto a la patrona , la Virgen de los Reyes, en la sabatina matinal del primer sábado de octubre. Esta salida recordó a las de otros tiempos, al ver partir a una imagen al alba, o mejor dicho, en plena madrugada, para ser trasladada al primer templo metropolitano. Sin música, con el único sonido de un hermano entonando el rezo del rosario, y con los cofrades de a pie que nunca quieren perderse estas citas tan importantes para una hermandad, pudiendo disfrutar de la misma sin la multitud que a menudo proviene de otros lugares. Sin embargo, la realidad hizo que en el regreso, propio de estos tiempos, hubiera público de otros países, al encontrarse en un casco histórico repleto de turistas. La hermandad optó por sacar a la Virgen de la Salud en el paso de la Inmaculada del Corpus de Sevilla, con el fin de evocar aquellas procesiones por las estrechas calles de su feligresía, Santa Cruz y San Nicolás, recorriendo un itinerario igualmente bello, tanto a la ida como a la vuelta. Es el buen gusto de la sencillez convertida en elegancia, devolviendo a la ciudad una salida de otros tiempos, natural como siempre han sido las cofradías. Cuando el cielo comenzaba a clarear al fondo de Mateos Gago, la Virgen de la Salud alcanzaba la Plaza Virgen de los Reyes, un lugar por el que había transitado en épocas muy distintas a esta, lo que hacía de este momento una novedad para todos los presentes. Aún más sorprendió cuando la imagen se adentró en la Catedral por la Puerta de Palos, algo que nunca había ocurrido en sus tres siglos y medio de vida. Esta talla, si no la que más, es una de las que más veces ha presidido el pregón de las Glorias, aunque en esa ocasión la sede era el Salvador. A las ocho y media de la mañana, la hermandad, junto a las representaciones de las corporaciones de la feligresía, acompañó a los hermanos de la Asociación Virgen de los Reyes y a los devotos de la patrona en la sabatina matinal, ofreciendo una estampa que jamás olvidarán. Al término, se entregó la medalla de oro de la Virgen a la hermandad de la Salud, dando paso a las ofrendas florales por parte de ambas instituciones. Hubo un breve momento para estar en intimidad con las dos imágenes, hasta que a las diez y media de la mañana comenzó el regreso a San Isidoro con una procesión triunfal única. El sol tampoco quiso perderse esta salida y alumbró a la Virgen de la Salud en una salida repleta de turistas. Lo seguro es que esta imagen llegará a otros países a través de las fotografías tomadas. Todos los momentos eran exquisitos , a cual mejor, si la salida, el paso de la Virgen por Placentines con la Giralda de fondo, la llegada a la parroquia de Santa Cruz, la estrechez de Fabiola, la visita a San Nicolás y San Ildefonso o la entrada a plena luz del día. Tres horas de procesión, un repertorio formidable realizado por la banda del Liceo de Moguer, interpretando piezas como 'Virgen de los Reyes', 'Desamparo', 'Pasa la Virgen Macarena', 'Dulce Nombre de Jesús' o 'Tus Dolores son mis Penas', entre otras muchas de una formación que no cesó en tocar de principio a fin. Todo ello mientras los hermanos Pagés andaban de frente, sin estridencias, el paso de la Virgen. De este modo culminó este aniversario la Salud de San Isidoro, con una procesión de las que muchos cofrades necesitan vivir , más si cabe en una hermandad con mucho empaque, de las grandes glorias en mayúsculas y con una dilatada historia, con mayor antigüedad que muchas de penitencia, lo que significa de la importancia en Sevilla de este tipo de corporaciones.