Detenido por matar a cuchilladas a una joven en Pamplona: «Deberíamos haberla defendido, pero nos tenía amenazados»
Kayle Villar Pons vivía en un local en los bajos de un edificio del barrio pamplonés de la Rochapea hasta la madrugada de este miércoles, cuando uno de sus coinquilinos la ha apuñalado hasta la muerte en presencia del resto de los residentes en la vivienda. Es la triste noticia con la que se ha despertado la capital navarra, conmocionada por la violencia de lo sucedido. La Policía recibió el aviso de un ataque en en el local, ubicado en la calle Carmen Baroja Nessi, sobre la 1.15 horas de la madrugada de este miércoles. Al llegar, detuvieron como presunto autor del apuñalamiento a un joven de origen magrebí , que dormía en el local junto a la víctima y había sido denunciado por los propietarios por impagos y mala convivencia, según recoge 'Diario de Navarra' . El hombre, que residía en el local con otras siete personas, llegó de madrugada a la vivienda en un claro estado de agitación, profiriendo gritos y propinando patadas, de acuerdo con el relato de sus coinquilinos. La víctima, cuya habitación se encuentra al lado de la puerta, le preguntó qué le ocurría y, por toda respuesta, recibió las cuchilladas que acabaron con su vida . « Los demás oíamos lo que pasaba, pero nos quedamos encerrados por miedo. Avisamos a la Policía», narra uno de los testigos al diario navarro. Cuando los agentes se personaron en el lugar, el arrestado les pidió que se marcharan, para lo que adujo que nadie había requerido su presencia. Sin embargo, una de las mujeres reunió el valor para explicarles el incidente y que decirles que Kayle, de 20 años, se encontraba en su cuarto. Al comprobar el resultado de lo ocurrido, los coinquilinos lamentan su inacción: « Teníamos que haberla defendido, pero nos tenía amenazados (...) Nos dijo que no dijéramos nada, que si no lo mismo que le había hecho a ella nos lo haría a los demás». El padre de la joven y propietario del local, Isidro Villar González, no ha dudado en pronunciarse sobre el crimen. « El asesinato de mi hija se podía haber evitado con una orden de alejamiento. Se lo advertí a la Policía en varias ocasiones», ha dicho el hombre, que ha explicado que había cambiado el bombín de la puerta recientemente para que el detenido no regresara y la joven estuviera «tranquila». «El domingo lo detuvieron por última vez después de que llamara a la Policía Nacional», incide el padre de Kayle, que ha compartido en su perfil de WhatsApp un mensaje pidiendo responsabilidades. En este sentido, detalla que el arrestado había protagonizado varios desencuentros, impagos y episodios agresivos y había amenazado de muerte a varias personas, entre ellas su hija. Y continúa: « Él no se quería ir de la 'bajera' , hasta había puesto un pestillo porque no se quería ir. Fui a decirle que se marchara esta semana y se me puso agresivo, diciendo que él se quedaba en su habitación, y yo le dije que no, que se tenía que ir, y él me insistía en que no». Cuando Isidro decidió dar aviso a la Policía Nacional, la convivencia empeoró todavía más: el arrestado acusó de «racista» al dueño del local y este optó por solicitar una orden de alejamiento. Ante el empeoramiento de las relaciones, el padre de la joven pidió a su hija que acudiera a su casa a dormir, en vez de hacerlo en la 'bajera'. Ella se negó, sin poder imaginar el trágico final de la noche .